Ermita de Sant Ramon, parc agrari y fluvial del Llobregat, Sant Boi, Cornellà, Viladecans, Sant Climent

Existen varios caminos para llegar a la ermita de Sant Ramon desde los tres municipios que comparten titularidad de tan querido enclave, Viladecans, Sant Climent y Sant Boi. Elegimos subir y bajar por los dos más relevantes de la vertiente de Sant Boi, ambos van a suponer unos 3 kms desde la base y unos 2 de fuerte desnivel

El ascenso lo realizamos por el trazado del camí vell de Sant Ramon al que se accede desde la Ronda de Sant Ramon por la calle Segre y calle Portlligat de la urbanización Camps Blancs, se gana altura rapidamente por estas empinadas calles que desde el principio exigen gran esfuerzo por un desnivel radical hasta la entrada del Camí Vell, el acceso está bien señalizado desde el principio.

Un pequeño descanso en la parte inicial del camino donde está el parking antes de continuar la ascensión por un camino rectilinio de continuada pendiente y mínimos reposos o sombras por la falta de árboles en esta ladera. El camino presenta accidentes sobre el terreno por la mala conservación de maderas traveseras con pretensión de facilitar el transito de caminantes pero que por los agujeros y astillas resultan incómodos para el ciclista. Vale la pena tomar pequeños respiros para renovar fuerzas y admirar las vistas panorámicas de este tramo a medida que ganamos altitud.

El camí Vell se une al Camí de Sant Ramon, el más frecuentado de todos, a menos de 500 metros del objetivo, en este punto dejamos el firme liso para transitar por camino de tierra hasta alcanzar la Ermita situada en la cumbre del Montbaig a 300 metros sobre el nivel del mar y con unas vistas panorámicas espectaculares de la comarca del Baix Llobregat

Divisamos la cuenca del río desde Montserrat hasta el delta con la serra de Collserola al fondo y todas las poblaciones del área metropolitana con Barcelona en el horizonte. A nuestra derecha el mar mediterraneo y la costa del Baix Llobregat hasta el Garraf. Tomado el merecido descanso después del esfuerzo, toca el premio del descenso.

Descendemos por el Cami de Sant Ramon que serpentea por las cuestas, es necesario ser cautos y prudentes por la irregularidad del terreno de cantos y tierra además de la multitud de caminantes y ciclistas que pueblan el senderero, de modo que no podemos bajar con velocidad, toca mucho freno y cautela hasta alcanzar la Font de Golbes, un bello anfiteatro natural donde beber agua y admirar el bosque, a diferencia del cami vell, este camino transcurre por un bosque frondoso de pinos y encinas.

Desde la fuente hasta el nucleo urbano de Sant Boi el descenso ya es mucho más sencillo y sin riesgos