Ermita Vieja, Puntales del Tigre, Tello, Puente Palo, Capileira, Veleta.

Espectacular ruta SOLO apta para ultramaratonianos y biker con alta capacidad de sufrimiento, ávidos de vivir una experiencia única; Para este humilde Indómito, ya está nominada a convertirse en una clásica del calendario estival por su impresionante belleza y dureza…

Ya el año pasado, junto a mi amigo y compañero de fatigas Rafa, hicimos esta ruta, pero desplazándonos con nuestras monturas hasta Nigüelas por carretera, y desde allí comenzar a subir hacia Tello.

Para este año, el reto era hacer la misma ruta, pero esta vez entrando por la Ermita Vieja de Dílar, subir los Puntales del Tigre, bajar por la Magara al río Dúrcal, y subir a la Rinconada de Nigüelas, para continuar hacia Tello, Capileira y el Veleta, lo que implica añadir un buen puñado de metros más de desnivel positivo a la ruta.

Finalmente, y por varios motivos, decido afrontar la ruta en solitario, comenzando la andadura a las 05:00 de la mañana, pertrechado con todo lo necesario, montura revisada, luces, camelbak, comida, herramientas, y voluntad, mucha voluntad.

La previsión del tiempo para la jornada promete un día caluroso, no tanto como en días anteriores, aún así me consuela la idea de que por las alturas el calor será menos.

Pasadas las 06:00 de la mañana, llego a la Ermita Vieja de Dílar, donde paro en su fuente para rellenar los depósitos de agua.

Continúo la pista para afrontar el primer puerto fuerte del día, la subida a los Puntales del Tigre con sus rampitas del 21%, donde aún sin haber amanecido todavía, ya empieza a clarear y decido prescindir del alumbrado.

Ya arriba, sin parar, sigo la pista bajando por el barranco de la Magara al río Dúrcal, que en estas fechas aún lleva un buen caudal.

Vamos a por otro de los puertos fuertes del día, la subida hasta la Rinconada de Nigüelas, un puertecito de unos 10 kilómetros en los que hay que salvar otros 1.000 metros de desnivel positivo; Este puerto se me hace muy llevadero, principalmente debido a que estamos prácticamente en el comienzo de la jornada y sobro todo por la temperatura, que a estas horas a penas llega a los 25 grados, habiendo amanecido ya, pero sin que el sol haya hecho acto de presencia aún.

Paso el Cortijo Echevarría, Fuente Fría y casi llegando al mirador de la Rinconada de Nigüelas el sol asoma, calentándome ya el lomo.

Paro un momento en el mirador, donde en menos de 30 kilómetros ya supero los 2.000 metros de desnivel, la cosa promete… decido ponerme el cortavientos mientras aprovecho para disfrutar de las impresionantes vistas, ¡que alegría de temperatura en estas alturas!, apenas 22 grados acompañados de una brisa que eriza la piel.

Desde la Rinconada de Nigüelas hasta el cruce de Tello será el tramo de pista más favorable que encontremos en toda la ruta, el resto será subir, y subir…

Ya en el cruce de Tello, bajo por sendero hacia la Acequia Nueva y el río Lanjarón, donde comienza otro largo puerto que me llevará hasta el mirador de Cáñar; Durante este tramo, las únicas huellas visibles de paso de bicicletas, son las del amigo y compañero JUHEGUZ, que ya anduvo por estos lares una semana antes.

En el mirador de Cáñar merece la pena parar un momento para contemplar las espectaculares vistas que ofrece, con la presa de Rules abajo, llegando a divisarse a lo lejos Salobreña con sus pintorescas casas de color blanco y el mar de fondo; Desde este punto hasta Puente Palo, la pista, con un escaso 2-3% de pendiente, favorece un pedaleo ágil y rápido que me hace “devorar” los apenas 8 kilómetros que separan ambos puntos.

Continúo por la pista del Camino de la Sierra, desviándome a la derecha en la primera señal del GR-247 que me encuentro, justo en la Acequia del Almiar, siguiendo el curso de la misma hasta la Balsa del mismo nombre, Balsa Almiar, la cual se encuentra llena, y por ende también repleta de vida con el rico ecosistema que la rodea.

Sigo la senda GR, pasando por el barranco de La Mojonera, hasta llegar a un cortafuegos, que metros más abajo enlaza nuevamente con el Camino de la Sierra, que a su vez viene desde la carretera de la Alpujarra, a la salida de Pampaneira.

Bajo por el Camino de la Sierra hasta el cruce que indica el GR hacia Capileira, con la intención de llegar a esta población, comer algo consistente y lo más importante, aprovisionarme de agua para poder continuar.

El sendero que baja a Capileira, es prácticamente inciclable, dado el considerable desnivel que se salva en poca distancia hasta llegar al río, lo que obliga a patear un ratito; Al principio, el sendero está un poco perdido por la vegetación, la cual te ofrece un “peeling” gratuito natural en brazos y piernas, dejándotelos casi como a Rambo.

Una vez en el río Mulhacen ó Poqueira, cruzo el puente, y si el desnivel a salvar bajando es importante, no lo es menos el que hay salvar subiendo empujando la bici casi hasta Capileira.

Ya en esta preciosa población, me refresco en la primera fuente que encuentro, y relleno camelbak y bote de agua, para a continuación descansar un ratito mientras me como un buen bocata de jamón de la tierra y una coca cola.

Nuevamente, emprendo camino para afrontar la última y más dura subida de la jornada, que me llevará hasta La Carihuela del pico Veleta; Aquí quiero hacer un inciso, para hacer hincapié en el tema del repostaje del líquido elemento, es “vital” en estas fechas aprovisionarse de agua en Capileira, ya que durante toda la subida “no encontraremos ninguna fuente con agua”, las que hay están “secas”, por tanto, no hay que confiarse, porque quedarse sin agua subiendo al Veleta es un auténtico suicidio que daría al traste con nuestras pretensiones, como ejemplo, decir que yo particularmente no consumo grandes cantidades de líquido durante mis rutas, pero para esta subida, tengo que decir que llegué “justo” con el que llevaba, que no era poco, es decir, en este trayecto me bebí los casi 3 litros de agua que llevaba.

De esta subida, poco se puede decir, salvo que es dura, muy dura, tanto por el terreno, una pista que no te da tregua ni un segundo, por la altitud a la que se llega, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, por las horas centrales del día y de más calor a las que subí, desde casi la una a las cinco de la tarde, como por el cansancio acumulado, ya que no es lo mismo afrontar esta subida fresco, que con 3.500 metros de desnivel positivo acumulado en las piernas…de todos modos, el sufrimiento es recompensado con las siempre espectaculares vistas que nos ofrece nuestra Sierra.

Poco antes de las 17:00 de la tarde, después de casi 11 horas de pedaleo, corono el techo de la ruta, La Carihuela del Veleta, a 3.241 metros de altitud, flipando con los datos reflejados en el Garmin, principal y particularmente porque no conozco ninguna ruta en mtb que en escasos 100 kilómetros supere los 4.500 metros de desnivel positivo, una auténtica SALVAJADA para los sentidos y las piernas... así que satisfecho por el reto conseguido, me abrigo un poco y bajo a Granada.

DATOS DEL GARMIN:
- Distancia total: 145 Km
- Desnivel positivo acumulado: 4.800 m
- Tiempo total: 12 h 50 min
- Datos IBP INDEX: Coeficiente de 325 (Muy dura)