Esquivando destrozos forestales por Martiartu y Muñarrikolanda

Poca novedad en la ruta de hoy, pero creo que es bueno tener una alternativa "redonda" que evite las zonas más afectadas por las últimas talas perpretadas en la zona. Tiene un par de zonas técnicas puntuales que he sufrido especialmente al ir sin tija telescópica, pero son cortas, por lo que la dificultad de la ruta en su conjunto puede ser considerada como moderada. Hay bastante sendero ratonero, pistas más o menos rotas y tramos de conexión por carretera y al principio y al final. Algunos tramos de senderos están con la vegetación muy crecida, por lo que resulta inevitable llegar a casa con brazos y piernas arañados por las zarzas. Y estamos en el Cantábrico, aquí el barro es la norma, por lo que aunque evito las zonas más embarradas, es inevitable atravesar charcos y zonas con barro en prácticamente cualquier época del año.

Subo al insti de Leioa para bajar a la torre de Martiartu y "carretear" un rato antes de llegar a la zona de los puentes del valle de Urederra. Son carreteras vecinales sin tráfico, alternando algunos tramos de caminos que se hacen entretenidos. En la zona de los puentes hay algunos charcos, pero nada que ver con las roderas y el barro pegadizo de la zona de las talas. Subo hasta la carretera de Unbe, teniendo que atravesar un pequeño tramo que está con roderas y barro donde hay que empujar un poco la bici.

Al llegar a la carretera, la cruzo y remonto empujando la bici bevemente para tomar el sendero que va paralelo a la carretera. Quien no quiera empujar la bici en este punto puede seguir la carretera directamente para luego desviarse hacia Sustatxa. Tras volver a la carretera y hacer un breve tramo de asfalto, tomo la pista hacia el cordal de Muñarrikolanda. Tras las últimas lluvias todavía hay bastantes charcos, pero es curioso, algunos de ellos es mejor atravesarlos que tratar de rodearlos, ya que no cubre demasiado y el fondo es firme.

Tras coronar, sigo el cordal hacia Urkomendi, cuyo tramo técnico de bajada se me hace bola sin tija telescópica... madre mía, la velocidad a la que nos acostumbramos a las comodidades. El resto de bajada se hace sin problemas, y enlazo con la subida a la ikurriña. Aquí sigo recto por el sendero que descubrí hace unas semanas. Menos mal que ya lo conozco, porque la vegetación ha crecido un montón con el clima tropical que tenemos y apenas se ve el sendero. Al girar a la izquierda y comenzar la bajada, me vuelvo a hacer cacas sin la tija y tengo que bajar andando. Mucha pendiente, pero son solo unos metros.

Caigo frente al Decathlon y me dirijo hacia el pinar de Azkorri, con una subida técnica que me obliga a echar el pie al suelo en un punto. Aquí caracoleo por la infinidad de senderos entre pinos y helechos hasta el búnker de la Salvaje, para bajar al parking y seguir el sendero del pinar, de nuevo con la vegetación mucho más crecida de lo normal. Tanto, que tras el depósito de agua que marca el punto más elevado de este sector, pierdo la pista del sendero y acabo en la carretera que une Azkorri con Andramari en lugar de en la urbanización de la Galea a la altura del fuerte, que es donde pretendía llegar. Alucinante cómo está todo de crecido con todo lo que ha llovido.

El IBP sale de 68 y el IBPfit de 21.