Estopiñán - Lo Picot - Monts de Tragó - Estopiñan

El otro día hice una pequeña ruta cerca de casa. No es una de esas rutas épicas de un porrón de kilómetros ni con un desnivel brutal.
Tenia ganas de volver ha hacer un camino que hice hace algo mas de 10 años casi por casualidad. De esas rutas que sales sin rumbo fijo y te acaba saliendo una ruta bien guapa.
Salí tarde, a las 11 de Estopiñan en Huesca. La idea era subir una montañita que hay cerca conocida como lo Picot y bajar hasta la orilla del Pantano de Santa Ana para volver a Estopiñan.
Os cuento un poco. En el momento que se hizo el pantano de Santa Ana de alguna manera se rompieron varias vías de comunicación que se utilizaron hasta entonces entre Aragón y Cataluña. Esta ruta de hecho utiliza uno de esos caminos que hoy "mueren" en la orilla del pantano y que curiosamente justo al otro lado del pantano aparece otro.
La Sierra del Picot es un terreno abrupto, con pocas zonas de cultivo y esto unido que los caminos no van a "ningún" sitio, hacen que sea una zona muy poco concurrida. De hecho no me encontré con nadie en este ruta.
La ruta como digo comienza en Estopiñan dirección a Camporrells donde rápidamente va tomando altura hasta llegar al Picot. A partir de ese punto y hasta llegar a la orilla del pantano es una bajada continua de 8 km, se van combinando tramos de pista forestal con algún cortafuegos.
Una vez se llega al pantano, si el nivel no es muy algo se puede llegar justo enfrente de Tragó, uno de esos pueblos que fueron obligados a desaparecer por la construcción del pantano.

Saqué unas cuantas fotos de Tragó y me di un baño en el pantano. El camino de regreso se hace duro. Hay fuertes pendientes hasta el km 27 donde se llega otra vez a la civilización.
Para terminar fui a buscar una fuente que hacia mas de 20 años que no visitaba. Otro día os cuento una historia relacionada con esta fuente. El agua super fresca. Antes de llegar al Estopiñan hice una visita rápida a unas minas abandonadas. No hay mucho que ver pero siempre es interesante conocer de primera mano el patrimonio de la zona.
Lo que me llevo de esta ruta y por lo que tras tanto tiempo me he animado ha publicar una crónica es que aunque estar al lado de casa, ese rincón de sierra sin casi presencia de gente te traslada a lugares mucho mas lejanos donde la fauna vive mas libre y la naturaleza mas salvaje.
Me crucé con un corzo, un par de jabalís y un búho. El corzo se me quedó mirando en mitad del camino como pensando "que hace este? si por aquí no pasa nadie..."

Viva el ciclismo sin prisa!