ETAPA 4 del Camino del Norte en MTB: Castro Urdiales-Santander

Tras cruzar Castro Urdiales recorremos el puerto para hacernos unas fotos y después la playa de Ostende, nos adentramos por el interior para volver a la costa cruzando la A8 hacia Islares, bordeando la playa de Oriñón y cruzando la ría por El Pontarrón. Seguimos por el interior evitando la A8 hasta llegar a Laredo, cuya playa recorremos completamente hasta llegar al extremo que separa la ría de Santoña, que atravesamos mediante la barca que se toma en la misma playa. Al cruzar las calles de Santoña, hacemos la parada de rigor para probar unas anchoas con unas cervecitas en una zona de bares recomendado por un lugareño. Luego proseguimos hacia la playa de Berria donde hacemos un poco el oso adentrándonos por la arena hasta la orilla de la playa, para rodar un poco junto al agua y después a Noja. Hoy avanzamos a un ritmo rápido que no tiene nada que ver con lo duro que se nos hicieron las etapas de Euskadi. Desde Noja vamos hacia San Miguel de Meruelo por interior sobre caminos asfaltados entre verdes prados, donde nos esperaban unas frescas cervezas antes de la comida, gracias a la previsión de nuestros conductores del día, Richy y Jairo. Comemos un estupendo menú en Meruelo, en la casa de Mariuca, un pequeño bar de comida casera donde el trato está a la altura de la calidad de la comida y a un precio fantástica. Después de comer proseguimos hacia Bareyo, Güemes y Galizano, donde la playa de Landre y sus acantilados nos dejan boquiabiertos. El siguiente tramo es de una belleza inusitada bordeando los acantilados sobre el Cantábrico. En Loredo, entramos en la playa de Somo, que hacemos pedaleando por la orilla, lo que resulta duro porque la arena se pega a las ruedas dejando las bicis en un estado que obliga al posterior lavado y engrasado. Pillamos la marea alta y tomamos la barca en el puerto de Somo que nos lleva hacia Pedreña y luego al puerto de Santander, que hemos de cruzar en fila y con cuidado, hasta llegar al hotel La Roca, no muy lejos de Liencres. Lavamos las bicis y tras la ducha nos vamos a cenar al lado del hotel, al Navajeda Sport Tavern, local estilo americano para cenar donde nos sorprende la lentitud del servicio (1 hora para que nos sirvan el pedido).