Etapa 6. Santiago de Compostela - Fisterra

Sábado 1. Santiago de Compostela – Fisterra 96 km 1694m

Salida de Santiago a las 08:15 pasando por la plaza del Obraidoiro totalmente vacía. Nada más salir de Santiago, y tras una foto panorámica de la ciudad, entramos en sendas de una belleza indescriptible entre una vegetación exuberante y cruzando arroyos, apenas a 2 km del mismo centro de Santiago. ¡Cómo disfrutarán los compostelanos! A los 13 km afrontamos una dura subida de 3 km con rampas muy duras de hasta el 18% que se han de hacer a molinillo. Seguimos rodando hasta llegar a Pontemaceira, donde hacemos parada junto al puente del siglo XIII sobre el río Tambre por el que siguen pasando vehículos, y sin mantenimiento en más de 700 años (algún arquitecto tendría que reflexionar sobre ello). Proseguimos con el cielo nublado, pero sin lluvias por fin, hasta llegar a Negreira, pasando por debajo de los arcos del Pazo do Cotón del s XVIII. Continuamos a muy buen ritmo en una ruta rompepiernas de constantes subidas y bajadas donde no hacemos ni un sólo km llano hasta llegar a O Cornado, donde Toni y Jesús se relevan en la furgoneta de apoyo. Tomamos una barrita energética y continuamos hasta Oliveiroa. Paramos de nuevo a sellar la credencial y hacernos unas fotos en los preciosos hórreos de granito y proseguimos con más ascensos y descensos por caminos bellísimos y con más peregrinos de lo que uno esperaría encontrar por tan remotos parajes. Después de seguir ascendiendo y tras algún cruce con rebaños de cabras y vacas, coronamos el Alto do Cruceiro da Armada para disfrutar de las vistas del océano Atlántico y bajar por una pista de mucha pendiente en apenas unos minutos hasta Cee. Tras un nuevo sello y unas fotos en el puerto nos encontramos con Jesús en Corcubion alrededor de las 14 para comer en una terraza junto al mar. Después de comer ascendemos una dura rampa hasta retomar el camino para hacer los últimos km hasta Fisterra. En la aproximación vamos parando para disfrutar de las vistas, la llegada a la praia da Lagosteira y la entrada en el pueblo. Tras completar la credencial y obtener la finisterrana, nos dirigimos al faro de Cabo Fisterra en una nueva ascensión, esta vez por carretera. En la llegada lo celebramos con abrazos y fotos y bajamos a la praia de nuevo a darnos el obligado baño en una tarde en la que después de varios días de frío y lluvia, el sol nos regaló un momento de belleza incalculable con la playa de arena blanca y llena de conchas, casi vacía, y con el agua helada que vino fenomenal para nuestras castigadas piernas. Después subimos de nuevo al albergue O Mirador Fin da Terra y de allí al restaurante O Pirata a cenar mariscos con albariño para acudir a disfrutar del atardecer desde el mirador sobre la praia do Mar de Fora. Reto logrado.