Expedicion Serenica 'Los 18.000 millones de cardos' Santuario Belen,Mina Miraflores,Isla Zujar,Belen.

Ruta de exploración que abandona los caminos para un completo disfrute de la bici y de las inclemencias del terreno.
Recién entrado el otoño tocaba en el calendario de rutas recorrer el basto paisaje de La Serena. Después del buen sabor de boca que la expedición del año pasado me dejo, aguardaba este momento con expectación.
En esta ocasión mi aventura empezaría en Belén para formar un triangulo con los objetivos Mina Miraflores e Isla del Zújar.
Con la ruta trazada por unas líneas rectas salí de Belén, empezando mi particular odisea rodando por caminos. Con algunos kilómetros en mis ruedas un desvío a derecha me condujo al punto donde abandonaría los caminos.
Entre pizarras, pastos, cardos, arados y retamas fui avanzando por este terreno yermo, atravesando las fincas y los diferentes cauces de arroyos, sirviéndome de las veredas de las ovejas hasta alcanzar la carretera de Castuera - Puebla de Alcocer. Desde la carretera y por camino llegue a la Mina Miraflores.
Después de encaramarme en su enorme escombrera y deleitarme con las vistas de La Serena, continué mi ruta por medio de la finca Miraflores.
Tras cruzar nuevamente la carretera a Puebla de Alcocer me encontré con uno de los puntos más complicados, el curso del arroyo Mejorada y su cabrera. Con la bici a cuestas fui ascendiendo por dicha cabrera hasta encontrarme con dos cazadores, que me miraban perplejos por encontrarme en ese sitio, con los cuales estuve hablando hasta proseguir mi camino.
Mi próximo destino seria la Isla del Zújar, un destino bastante lejano que me hizo recorrer bastantes kilómetros y penurias hasta alcanzarlo. Tras atravesar gran parte de La Serena, con lo que eso conlleva, llegue a la carretera de Puebla de Alcocer por donde accedí a este complejo turístico.
Después de remojarme y refrescarme en las aguas del Pantano del Zújar, me puse nuevamente en marcha ascendiendo hasta la carretera de La Golondrina y siguiéndola hasta iniciar de nuevo la exploración a pocos kilómetros.
En este último tramo por La Serena fui pedaleando entre la espesura de los cardos, superando una vez y otra vez y otra vez el cauce del arroyo Almorchón, esquivando arados y pizarras, y todo esto con una calor cada vez más sofocante.
A pocos kilómetros del Santuario de Belén el terreno totalmente cultivado no me dejo otra opción que ir por los caminos hasta llegar a él con las fuerzas más que justas.
En una aventura de este calibre siempre se sufren daños colaterales, llegando al punto de origen con las piernas totalmente “jalazadas”, llenas de arañazos y pinchazos, y con las ruedas pinchadas.
Al día siguiente de la ruta me levante con una leve contractura en el hombro derecho fruto de superar con la bici tanta alambrada, teniendo que tirar las cámaras de las dos ruedas completamente inservibles y teniendo que hacer una labor ardua de limpieza con cada una de las cubiertas, despojándolas de un infinidad de pinchos para poder recuperarlas al estar recién puestas.
Tiempo en movimiento: 4:58:25
Velocidad media: 14´59
Velocidad máxima: 50´54
IBP: 57