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A veces, mientras divago, me pregunto si realmente soy yo el que piensa este tipo de rutas o es mi bici la que me coacciona, obligándome a hacerlas.
La aventura de hoy me conduce a Zarza Capilla, para recorrer una parte de sus sierras y terminar explorando las orillas del Embalse de La Serena por los términos de Capilla, Peñalsordo y la citada Zarza Capilla.
Recién salido el sol y buscando aparcamiento y sombra en el albergue de esta localidad daría comienzo esta ruta.
Para empezar una subida larga, de las que te dejan calentito, que empieza por tierra para pasar al cemento del cementerio y continuar por tierra hasta encumbrar en la pista de despegue de los parapentes.
Llegado casi a la cima de Las Poyatas me dispuse a descender por su vertiente sur, por un sendero técnico y mas limpio de lo que me esperaba. Después de algún susto durante la bajada empezaría a rodar por caminos casi llegando a las traseras de Peñalsordo.
En este punto volvería a ascender a la sierra, dando vistas al Embalse de La Serena, al cual llegaría pronto a ser casi todo descenso y tras cruzar la carretera a Almaden.
Al llegar a sus orillas me encontré con un terreno nada afable, que se asemejaba poco a mis cálculos de rodar por el margen de este embalse. Debatiéndome entre terreno blando, arenales o pedregales fui avanzando, observando a las carpas en un curioso ritual mañanero. En la misma orilla estos peces revolvían el barro con el agua sacando los pequeños animales que se alojaban en el para luego succionarlos.
Disfrutando del frescor de este liquido elemento y de las vistas del castillo de Capilla desde este punto tan bajo llegue a la playa artificial de este municipio. Este año el nivel de este embalse se encuentre muy bajo y la diferencia con respecto al agua es abismal. Por otra parte si el nivel hubiera estado como otros años esta exploración hubiera peligrado de no poder realizarse.
Dejando atrás esta playa me encontré con la vieja carretera a Santa Eufemia, una carretera actualmente cortada al desaparecer gran parte de su trazado bajo las aguas de este embalse.
Yendo por su orilla, el terreno mas que pedregoso, me hizo buscar las veredas de las ovejas para avanzar entre pastizales y retamas.
El siguiente gran escollo a superar sería la cabrera del puente de la carretera a Garlitos. Un terreno muy abrupto, con un enorme desnivel, que con la bici como lastre me costo sudores y dolores atravesar al pelearme también con la abundante vegetación y con las alambradas hasta bajar a la carretera.
La gran dificultad de este tramo me ha llevado a marcar esta ruta como muy difícil, en la ruta que tracé originalmente hay un camino que pasa por encima de los cerros y que evitaba este tramo, pero que pase por alto cuando la estaba realizando al pillarme en caliente y obcecarme en la superación de este tramo tan complicado.
Después de un buen rato de arrastrar la bici, literalmente, rodar por carretera es un autentico lujazo, una satisfacción que me duro poco al desviarme a la derecha buscando las orillas.
Con las bonitas vistas de Peñalsordo enclavado en la sierra fui encontrándome con diferentes muestras de fauna autóctona, una tortuga dándose un festín con el cadaver de una carpa, una bandada de buitres apostados tranquilamente en uno de los muchos recodos que ofrecen sus orillas y pasar entre rebaños de ovejas con sus perros pastores ladrando hasta llegar a la playa artificial de este pueblo.
Al igual que la anterior playa debes coger unos prismáticos para poder ver de cerca el agua, que muy a lo lejos se oculta detrás de la especie de embarcadero que tienen construido.
Poniéndome en marcha con una calor cada vez mayor fui superando cerros, alambradas, fincas, pedregales, rebaños de cabras y a un único pescador que me miraba como diciendo “Que hace un tio en bicicleta por aquí”.
Casi llegando al punto donde debía abandonar la orilla por los caminos hice una parada y me dispuse a refrescarme en sus aguas como Dios me trajo al mundo gracias a la intimidad de sus paisajes.
Al estar en uno de los puntos mas bajos de esta exploración mi regreso a Zarza Capilla sería una continua ascensión.
Esta vuelta la haría por caminos, superando cerros y mas cerros, fincas y ovejas hasta llegar a una carretera de servicio.
Desde esta carretera solo me separarían unos pocos kilómetros del punto de inicio, que al ser los últimos completaría en poco tiempo.
Tiempo en movimiento: 4:01:07
Velocidad media: 12´74
Velocidad máxima: 61´58
IBP: 67