Fefasa-Portilla-Berganzo-Tolono-Salinillas-Fefasa

Teníamos ganas de atacar el Toloño, pero para darle más chispa aún a la ruta y hacerla un poco más larga decidimos comenzar el día subiendo a Portilla para continuar por el GR-1. El camino de ascenso que termina 2100 mts más arriba es un muro del 12% aprox de desnivel medio y rampas de hasta el 26% con piedra suelta y barreras de roca que parece tener como objetivo el que te bajes de la bicicleta. Con ánimo se sube, porque aunque no parece tener fin, se acaba en una S preciosa frente a las Tasugueras. Hemos dejado a un lado Peña infinita, el Castillo de Portilla y El Chulato, pero si aprecias las vistas, no aprietas los dientes y te caes. Subida dura, dura, dura. La bajada hacia Berganzo es muy bonita entre pinares y sombra. Atención al último tramo porque la cuesta se empina hacia abajo que da miedo. Desde Berganzo comenzamos la segunda fase de la jornada. Pensamos que hasta la zona de Salinillas el camino sería una mera transición. Nada de eso. Pica para arriba continuamente y hay alguna rampa que el gps me la marcaba al 24% de desnivel. Cortita, eso si. La ascensión al Toloño después de haber superado la primera subida en Portilla se nos antoja "llevadera" El camino se hace más fácil por el buen firme de la subida, pero no hay que olvidar que la pendiente media es de casi el 11%. También están las trampas que suponen los surcos para canalizar el agua. Cuando los ves dan ganas de pasarlos a pie. Hay que arrear un poco las piernas y subir pulsaciones para pasarlos. Poquito antes de llegar a la fuente en las faldas del Toloño decidimos probar suerte campo a través para cruzar una campa de pendiente muy seria,así que no hacerla si no queda buena reserva de fuerzas, pero las vistas del Toloño desde allí son preciosas.
Después de intentar la temeridad de cruzar con las bicis el bosquecillo de las faldas del Toloño desde la fuente, nos convencemos de que es mejor bajar por donde hemos venido. La bajada por el mismo camino de subida hasta Salinillas es fulgurante. Los surcos que parecían paredes subiendo se convierten en divertidos saltos, que eso si, hay que hacerlos con precaución porque alguno amenaza con sacarte por "orejas" de la bici. Cuando parece que ya está todo hecho, en dirección a Ocio arranca una carreterita de pendiente endemoniada que parece va a terminar el trabajo que no han podido hacer las rampas que hemos dejado atrás, y es que no pensemos en volver a hacer esta ruta nunca jamas :):) Pero una vez superada, vemos el castillo en las peñas de pueblo y planeamos una visitilla a píe. La vuelta a Miranda la hacemos ya tranquilamente pasando por El Coto, en santa Cruz del Fierro, donde nos quedamos con ganas de parar y trincarnos su famoso cocido y chuletón de buey. La prudencia nos obliga a olvidarnos de subir desde aquí de nuevo a Portilla por la cara Sur, así que llegamos a Zambrana con la vista puesta en la inmensa chimenea de la Fefasa como si fuera un faro que nos lleva hasta el punto de inicio de esta ruta, probablemente la más dura que haya hecho hasta ahora.

ATENCION. Un tramo de bajada el track lo marca recto. Me quedé sin bateria. Es el mismo camino de bajada que el de subida. No hacerse un recto :):):)