Festival de saltos y senderos en el Vivero

Borrachera de senderos de nuevo hoy por el Vivero, tanto de subida como de bajada. Tenía idea de salir solo para hacer las bajadas más endureras de la zona, pero finalmente ficho a dos locales y a un "profesor visitante asociado" y hacemos una grupeta de 4 que me mandan a tomar por saco mi track original. Pero sinceramente, lo agradezco, a pesar de que el track queda de nuevo hecho un burruño y es complicado de seguir.

Quedamos directamente en el parking del Vivero, desde donde sin tiempo de calentar las piernas, empezamos a subir por el cortafuegos del Ganguren... subida rota y técnica, "perfecta" para empezar el día con las piernas frías. En la cumbre, giramos a la izquierda para bajar por un divertidísimo sendero plagado de saltos preparados. Los saltos no son complicados, pero pueden imponer cierto respeto si no llevas a alguien delante marcándote la velocidad. Hoy he tenido esa suerte y he disfrutado un montón la bajada dando botes.

MI intención era cruzar la carretera y seguir bajando hasta el pantano por Maxxis, peeeeero, la tropa se me amotina y finalmente nos desviamos por una pista a mano izquierda. Con todo, tenemos tiempo de tener un percance en una rodera y que un compañero roce el suelo con la nariz. Para haberse matado. Tras volver a remontar a la zona del parking, hacemos una de las variantes de Moros antes de dirigirnos a la zona del golf, donde hacemos dos interesantísimas bajadas que no había hecho nunca antes.

Empezamos por la más fácil, muy divertida y asequible, coronada por un salto enorme al final. Nos acercamos, me asomo con dudas, y "el profe" se lanza. Tras dudar un poco, me decido a seguirle en su segundo salto y saltar yo también. Realmente no es complicado, basta con llevar la velocidad adecuada, mantener la posición en la bici y aguantar el instinto que te pide a gritos que pares la bici antes de saltar al vacío. Son 4 o 5 metros en el aire que se hacen eternos, pero la recepción es fácil, hay mucho espacio para controlar la velocidad y la caída tiene una pequeña pendiente que hace que la recepción sea suave. Subidón de adrenalina brutal!

Remontamos de nuevo por pista y dos de nosotros hacemos la bajada de la derecha, más complicada, mientras los otros dos repiten la de la izquierda. La bajada de la derecha es algo más complicada que la otra, con algún cortado y pequeños saltos por todo el recorrido.... si no fuera porque tiene un salto brutal en mitad, al que de nuevo me atrevo a darle porque sigo una buena rueda, pero acojona aún más que el anterior. El despegue es mucho más vertical, y no se ve lo que hay en la caída, pero sigo la rueda con una confianza ciega que roza el suicidio y me lanzo sin pensar. Alucinante! El último salto es común a las dos bajadas, por lo que lo repetimos con idéntico subidón de adrenalina. Una pasada.

Con el corazón a mil, volvemos a remontar tiramos de nuevo hacia la zona central del Vivero, donde nuestro guía (más "subidor" que "bajador") se venga de las bajadas endureras con una subida por senderos con pendientes por encima del 15% durante medio km que nos pone en fila india y con el corazón en la boca. Un rato de sendereo por la infinita red de senderos de la zona para volver al parking y separarnos, quedándome solo con el cabrón del guía. Volvemos a senderear un rato para despedirnos en un punto de la bajada al pantano, bajada que continuo ya en solitario.

Desde el pantano, ya solo queda remontar por pista hasta el coche, rememorando una y otra vez la ración de saltos que he tenido en una tonta tarde de viernes.

El desnivel acumulado se va por encima de los 1100m, con un IBP de 109 y un IBPfit de 21. La dificultad técnica, haciendo todas las bajadas, es difícil. Todos los saltos son fácilmente esquivables si no tienes la confianza o la buena rueda a seguir.