Frías y el Valle de la Tobalina

1 de Mayo de 2019

IBP Index :
https://www.ibpindex.com/ibpindex/ibp_analisis_completo.php?REF=37665504128531&LAN=es

Hasta tierras burgalesas nos desplazamos para conocer Frías y el valle de la Tobalina, lugares de los cuales, hemos oído hablar,...y muy bien, por cierto. Días atrás, habíamos seleccionado un track, intentando que fuera lo más completo, no tanto a nivel de exigencia deportiva, pero si que al menos recogiera lo más importante en cuanto a turismo-cultura se refiere.

Y este track partía de la localidad de Frías. Precioso pueblo de corte medieval enclavado sobre el cerro de La Muela, y estrategicamente situado en las cercanías del río Ebro. Corona la villa el Castillo de los Velasco, y la iglesia de San Vicente ; destacan sus casas colgadas, y sus edificaciones con base de caliza toba y entramado de madera.

Desde este maravilloso lugar comenzamos nuestra ruta, y nos dirigimos por un tramo de camino y senda hasta Tobera, primer punto interesante. Allí podemos observar, la Ermita de Nuestra Sra de la Hoz, así como los diferentes y espectaculares saltos de agua que produce el río Molinar en su recorrido por el pueblo.

Seguimos por anchos caminos, girando a izquierdas, para dirigirnos de nuevo hasta Frías, pasando por las calles de su zona inferior. Así llegaremos hasta el río Ebro, y el espectacular puente, por el que vamos a cruzar.

A partir de este momento, entramos en una de las partes complicadas de la ruta. Vamos a ciclar alternando tramos del GR 99, (gr del Ebro), y de un PR, que nos llevará hasta Montejo de San Miguel. Ojo, porque el tramo se las trae en alguna zona, debido a los troncos y árboles caídos arrastrados por las crecidas del Ebro. Llegamos a perder la trazada en algún momento, y parecía que estábamos en plena selva, la verdad.

Pasado Montejo, aún ciclaremos un buen tramo por las cercanías del río, ahora sí, mucho más limpio. Más adelante está senda da paso a pista ancha, más cansina y monótona, sin nada reseñable. Pasamos Quintana Martín, Santa Coloma, superamos alguna subida no muy larga, ni excesivamente dura, y vamos en busca de nuestro siguiente objetivo : Pedrosa de Tobalina. Es una de las visitas obligadas del día : el salto de agua del río Jerea.

Rincón de ensueño, una cascada de más de 12 mts de altura, y una poza de aguas verdes, con un par de miradores en ambos lados del cauce. Era ademas el lugar idóneo para echarnos una cerveza, pero ante la gran afluencia de público, lo dejamos para Trespaderne.

Tras la parada necesaria, que alguno ya gruñía, salimos dirección a Cillaperlata y posteriormente Quintanaseca. Caminos bastante cómodos y entretenidos de nuevo, a la vera del Ebro. A partir de Quintanaseca, la cosa cambia : segunda emboscada del día, aunque esta tiene alternativa para evitarla, como después pude comprobar en los mapas. Como nosotros llevábamos el track cargado, nos ceñimos al mismo, y nos encontramos con una subida por pinar con rampas casi imposibles, aunque con habilidad y fuerza, se pueden superar la gran mayoría, que no todas. Aún con todo, este gasto y esfuerzo extra, se ve compensado en la otra vertiente con unas buenas vistas sobre Frías, y una bajada por senda de lo más divertida sin ser difícil, que nos deja en plena villa. Como digo, también es prescindible, si se quiere ganar tiempo.

Es una ruta fácil, con esas dos trampas que he comentado que hacen perder bastante tiempo, y que nosotros hemos realizado a ritmo muy tranquilo, disfrutando de los parajes y lugares que la zona ofrece.

Tras la llegada y cambio de ropa, decir que nos vimos mal para poder comer algo, puesto que además de ser algo tarde, es un pueblo muy turístico, que en días festivos como este, se ve sobrepasado. Algo conseguimos picar, y una buena ración de cervezas, no faltó.. Cuando queráis, donde queráis..

Tiempo real en movimiento 4 h 27'