Fuente Berrocal Cortados Cabezon

Prueba para conocer los llamados Cortados de Cabezón de Pisuerga, zona bastante endurera que promete.

El acceso desde las cercanías de Valladolid hasta Cabezón es una travesía del desierto que ojalá se puediera evitar, tanto por el Canal de Castilla (ida) como el intento de cambiar algo en la vuelta.

Una vez en Cabezón, es destacable en primer lugar el espectacular puente medieval.
Luego hay carteles indicando los cortados desde un barrio tras el puente, aunque desde el mismo fin del puente ya aparece un sendero junto al río que no probé y no recomiendo, porque acaba en la ruta que yo hice, y que sí es destacable.
Así, el primer tramo del sendero de los Cortados es un estrecho sendero con rodera, casi llano, entre pinos. Vi tres ciervos que parecían acostumbrados al hombre. El sendero es divertido, con bastante curveo y pequeños sube-bajas. YA en esta zona, aunque había tramos peores, apareció un fango extraordinariamente resbaladizo que cubre las cubiertas de la bici para transformarlas casi en ruedas de carretera gordas, y eso que no había llovido. Por tanto, este circuito es claramente recomendable hacerlo en periodo seco.

Cuando el track marca un pequeño desvío a la derecha para volver de nuevo al sendero que traemos, fue un intento de subir al cordal, pero patinaba mucho la subida con el fango. No obstante, luego vi que había otra opción de subida aparentemente con menos pendiente poco antes.
Por tanto, seguí recto, ahora por una acusada bajada en un barrizal tremendo, con unas sensaciones que nunca había tenido en bici; no era no el típico resbalar por sendero de polvo suelto, ni el de nieve o hielo. Casi diría que aunque la bici se cruza fácilmente, el agarre parece algo mayor que en las otras ciscunstancias descritas, al ser un fango pegajoso, si conseguimos hundir algo las ruedas en el mismo. Aún así, por precaución al ir solo, me bajé a media rampa, cuando se ponía más empinada.
Luego empieza a subir el sendero ya por zona más seca y con algun tramo endurero, se pasa por el borde de un campo de cereal, y se llega a una pista, también embarrada y pegajosa, donde costaba remontar el desnivel, siempre viendo el río Pisuerga, como en el tramo anterior de sendero.
Culminada la subida aparecen varias opciones. Tomé la de la cresta, con una bonita subida endurera al principio, que hice entera sobre la bici, ya sin fango inlcuso con alguna roca, al borde del cortado o precipicio. Tras crestear un poco hay una dura bajada endurera a una especie de collado (el que intenté subir al principio sin éxito por el fango) que solventé sin problemas (pero con respeto) y una nueva subida, esta muy dura, que sólo conseguí rodar hasta la mitad. El último tramo es muy empinado; aunque tiene buen firme, creo que ni con buenas piernas se llega arriba. En lugar de hacer esta subida, con un tramo por tanto a pié breve, creo que se puede seguir por la izquierda en descenso, para tras un campo de cereal remontar suavemente a la cumbre del mismo cerro. Otra opción en el collado es bajar a la senda de la ida, por donde intenté subir o por donde se debería subir si queremos hacer una pendiente menor.
Arriba en el cerro en seguida el sendero pasa a rodar en contraperalte por el borde de la cresta, por lo que hay que ir con cuidado en algunos pasos, aunque al menos no hay fango y sí buena tracción.
Finalmente se baja en pronunciado descenso endurero a otro collado, frente a unas antenas, para luego tomar un precioso sendero entre pinos en suave desnceso, con rodera, para bajar hasta el puente, siendo esta la parte más divertida del circuito.

Marco la ruta como difícil porque hay tramos del sendero de los Cortados que lo son, sin duda.