Granada a DEHESAS DE LA SIERRA DE PERA. Cortijos de Fatimbullar, de la Trini y Alquería de Pera.

Datos adicionales:

Realizada el 20-04-2013.
Tiempo rodando 04h. 37m.
Velocidad media en movimiento 17´4 Km/h.
52´5% terreno de tierra y resto asfalto.

REALIZADA NUEVAMENTE CON ANTONIO (07-05-2013):
Antonio, por fin, se despereza de su letargo betetero y le propuse ir, este martes pasado, a Fatimbullar y rodar por esa excepcional zona de dehesa. El itinerario lo hicimos en sentido contrario y acortando la vuelta por el asfalto de la ctra. de la Cabra pero, los cortijos de la Trini, Fatimbullar y los Llanos fueron pasto de nuestro rodar. Hermoso día del que dejo fotos.

PRIMERA SALIDA:
La dehesa es una transformación del bosque mediterráneo para la explotación agraria, ganadera y cinegética de estos terrenos donde abundan pastizales, campos de cereal, encinas y alcornoques. Hoy hemos decidido rodar hacia la Sierra de la Pera y la de Mora, cercanas a Agrón, donde existen ejemplos peculiares de este sistema y, así deleitarnos con el pedaleo por pistas sin excesiva dificultad, salvo tramos específicos y, sobre todo, con una vegetación que, tras tanta lluvia caída, está esplendorosa: encinas, alcornoques y campos de verde cereal se mezclan con masas de bosque silvestre a su alrededor (encinas y matorral bajo); además, la floración de amapolas, jaramagos, malvas, etc… nos dibujan escenas de cuadro.

Puntos negativos: el vallado de estos terrenos nos ha puesto en alguna complicación pero, nada que no se supere con trabajo en equipo, jeje…. y, el sábado, día gris que tapaba la blancura actual de Sierra Nevada.

Reunión a las 9 en las Cruces (Armilla). Pedalearemos hasta Alhendín y de allá, por el camino del cortijo de Miñarro hasta el de Benigüelas (cruce en planta de transformación de residuos) dejando en el tramo de asfalto hasta ese cruce, los cortijos de Marchalejo y Churchillos. Cruzamos, a la altura del cortijo derruido de Santapudia, el arroyo del Fraile que viene del impenetrable y díscolo barranco del mismo nombre y, es acá, en la zona de la Ratera, donde volvemos a errar otro año más pues, el camino de Benigüelas se pierde entre olivares recién arados y, fieles al atajeo campero, vive Dios que lo hacemos con beneficioso desenlace. En un suspiro enlazamos en la cresta por donde circula tan traicionera calzada para dejarla, a izquierda, en el siguiente cruce en T.

Pisamos la vía hacia el collado de los Carriles y el cortijo del Escribano. El terreno está algo suelto en la subida. Mis compis hacen el collado y yo me dirijo a rodearlo por un camino secundario que, nuevamente, se pierde en un campo de cereal que cruzo hasta enlazarlo de nuevo dirección al Escribano. Aquí avituallamiento.

Ya en marcha, encontramos un paso sin valla hacia el camino al cortijo Borondo y la Paridera de los Llanillos en una zona preciosa para la btt. Este nos saca al asfaltado de una cantera y tras coronar el collado de los Mudos nos dirige al principal Venta del Fraile-Agrón accediendo a éste tras pasar bicicletas por lo alto de un vallado. Desde acá bajamos con rapidez a los llanos de Fatimbullar donde encontramos un primer cortijo de igual nombre y, poco después, la increíble cortijada de Fatimbullar, propiedad de los Duques de Wellintong hasta su adquisición por Carlos Sánchez, empresario granadino vinculado al caso "Operación Malaya". Hoy es una residencia de auténtico lujo. Fotos rápidas y seguimos bajada a Agrón donde, tras cruzar el puente sobre el arroyo de la Pera, a la altura del cortijo de la Trini, comenzaremos, a derecha y en ascenso, el camino al cortijo de la alquería de la Pera y su dehesa.

Ésta tiene ruinas musulmanas en su entorno. Sería un modelo típico de las alquerías bajomedievales en territorio Andalusí: un pequeño asentamiento rural, de escasa población, dedicado a la explotación agropecuaria. En este caso, el remozado cortijo actual, junto con una serie de estructuras hidráulicas que se sitúan a diferentes cotas de altura para favorecer el riego por gravedad, conformarían este núcleo poblacional en época musulmana.

Dejamos el cortijo y continuamos camino hacia la casa rural del mismo nombre que inspeccionamos. Inmediatamente, retrocedemos un centenar de metros y prendemos bajada por el camino de la Casa Blanca hacia la gran balsa de lavado de mineral de esta zona de canteras. El descenso lo realizamos por un encinar repleto de jaras en flor que no deja indiferente y nos saca al cruce del barranco del Inca, un tramo de campo por un olivar y al rodeo de la balsa. Zona ideal para arreglar un pinchazo entre el cachondeo general de la tropa.

Por la pista principal llegamos a Escúzar y, de acá a la Malahá y su pequeño puerto de montaña, por la A-338. Tras coronarlo, tomaremos de nuevo tramos de tierra por el camino de la vereda pecuaria de Alhama a Gabia. Circundamos Gabia por su izquierda con tiempo aún de asomarnos al baptisterio de una antigua villa romana datada entre los siglos I-V d.C. aunque, el edificio bajo tierra es de mediados del siglo IV d.C.

Sin tiempo para más, ascendemos un tramo por la margen del río Dílar dejando Gabia para cruzar Armilla dirección Granada.