(Granada). BELERDA 1ª JORNADA DEPORTIVA. MTB por los PAISAJES y PATRIMONIO del ENTORNO OESTE de la COMARCA de GUADIX.

Datos adicionales:

Realizada 09-04-2017.
Tiempo rodando 03h 36m.
Velocidad media en movimiento 14´7 km/h.
72´4% de piso de tierra/cemento. Resto asfalto.



Además de este vídeo general de toda la ruta tenéis, junto a las fotos, otro que es más específico de la localidad de Belerda y su patrimonio.

Y es que la comarca de Guadix esconde preciosos tesoros en el interior de sus ramblas. Son pequeños pueblos que sus gentes tratan de mantener con la dignidad que merecen. Es el caso de la colleja Belerda, situada en el barranco de igual nombre y en la zona más oriental de esta comarca. Son tierras de contrastes: hábitat antiguo pero modernas casas cuevas; clima extremo; paisajes desérticos y, en el valle, exhuberancia y agua; gentes orgullosas y duras, muchas afincadas en otras tierras a causa de la emigración de los 60, pero cariñosas y hospitalarias que, la jornada del 9 de marzo y de la mano y guía de nuestro compañero Emilio, nos acogieron e hicieron que pasáramos un maravilloso día de mtb conociendo su bello entorno geográfico, costumbre y, también, su importante patrimonio histórico y cultural. Esta publicación es el desarrollo de la ruta que ese día realizamos.

Tierras de mucha historia por tanto. Y es que esta comarca es un pasillo natural que, desde la Antigüedad ha unido la importante cuenca minera del norte de Jaén (el Cástulo íbero) con el principal puerto mediterráneo: Cartago Nova (Cartagena). La conquista de Roma modernizará las vías de comunicación y con ello la calzada que cruzaba estos territorios y que enlazaba los tramos interior y de la costa de la Vía Augusta, esta sí, el principal camino de la Hispania romana y visigoda. Incluso, el antiguo Acci íbero fue refundado por Julio César como colonia Julia Gemella Acci (siglo I a.C.) para asentar a veteranos de sus legiones y, así, se fundó el germen del Guadix actual.

Como nosotros vamos a ver patrimonio de época musulmana bueno será conocer algo del contexto histórico de estos torreones. En el siglo XIII el reino Nazarí quedó como único baluarte del Islam en España y, esa endeble situación, le hizo tejer una importante red de fortificaciones defensivas en la frontera y caminos de interés en que se va a aprovechar la intrincada orografía del reino. De ello esta comarca guarda importantes como castillos y torreones de vigilancia. Es el caso de los dos a visitar que, como todos, se sitúan en altura y con relación visual entre ellos controlando una amplia extensión de terreno. El del Pocico vigilaba ese barranco y la rambla del Conejo y el de Cúllar las del Fardes y del Anchurón.

También hay otro hito de paso significativo, en este caso de culto popular: la ermita de San Torcuato sita en la antigua aldea, hoy abandonada, de Face Retama donde, además de disfrutar de una bella panorámica, pudimos malhumorarnos con el mal estado actual de conservación. Cada 15 de mayo parte de Guadix la romería que rinde culto al patrón de la comarca. Cuenta la leyenda que este santo fue uno de los varones que la incipiente iglesia romana mandó a evangelizar Hispania (siglo I d.C.) y en este lugar halló muerte y martirio convirtiéndose en sitio de peregrinación.

Pues bien, con estas perspectivas, comenzamos itinerario desde Belerda descendiendo su carretera local para tomar, a izquierda, la cuesta del Atajo o de los Llanos de Frontina más, en nada, cogemos a derecha una pista paralela a la vía del ffcc en sube/baja de pendiente fuerte. Sierra Nevada ya aparece blanca para así mostrarse buena parte del viaje. Llegamos a lugar amesetado llamada del Torreón donde, precisamente, se ubica el del Pocico, junto a la rambla de igual nombre. De planta circular y algo deteriorado, sin embargo, nos deja contemplar el paisaje que le circunda y el territorio que vigilaba.

Proseguimos hacia Fonelas. Antes, sobre el cerro del túnel del ffcc, haremos un alto en su mirador. Luego, bajada de mucho desnivel que nos mete en la Vereda del Atajo por la que llegamos a dicha localidad ubicada en pleno valle del Fardes. Cruzamos el río por el Prado del Toro y por la mesetilla de los Caretos, en sube/baja, nos introducimos en la rambla del Ovel para, a veces por camino otras por el arenal, remontarla hasta topar con el camino de la ermita de San Torcuato. Subida constante que nos coloca en la zona de altiplano del antiguo anejo de Face Retama y del complejo de la ermita. Pequeño alto para contemplarla y disfrutar, también, de la panorámica.

La meseta de Balboa nos aleja de ese lugar, no del bello paisaje, y su Cuesta que haremos en descenso, nos sumerge en plena rambla del Grado que al juntarse con la del Agua forma la del Palomar. Ésta la surcaremos en su totalidad hasta que desemboca en el Fardes más, antes, avituallaremos en ella. El vadeo del río tendremos que hacerlo en dos ocasiones casi seguidas, la última cercana al final de la acequia del Batán.

Ahora, junto al Fardes, seguimos parte de la colada de Paulenca hasta el cauce seco del río Guadix que vamos a hollar, por su interior, un pequeño tramo. Después, los caminos de las alamedas del cortijo del Porras nos ofrecerán su cobijo y belleza antes de arribar a El Bejarín, un anejo de Purullena. Desde él, ya por el asfalto de la GR-4104, llegaremos a la villa principal y la A-4100 nos pondrá en posibilidad de hacer la conexión a la vía A-4105 o de servicio de la A-92. Subimos hasta un pequeño túnel que, por debajo de la autovía, nos pasa al otro lado para circular por una pista antigua, con el asfalto pelado, que recorre las zonas de la Cuesta de Diezma y la de los Ventorrillos, el barranco Largo a nuestra derecha, y que finaliza en el área de servicio del Mirador.

La última fase nos introduce en los carriles de una meseta. La Cañada de los Quemados y los que encontramos en la Cuesta del Negro nos aproximan al último hito: la torre de Cúllar. Nos brinda, incluso aproximándonos, unas vistas fantásticas de valles, pueblos y Sierra Nevada. Después tan solo queda recorrer los Llanos de Almagruz y los de Cúllar para descender hacia Belerda que, las curvas finales, nos invita a parar y disfrutar de las bellas estampas de la rambla y el pueblo.

RESUMEN. Ruta que es un pequeño muestrario del extraño y complejo territorio de la comarca de Guadix donde el contraste es el factor que nos impactará más pero, a su vez, el variado patrimonio cultural y etnográfico que atesoran estas tierras. De cierta dureza tanto en el plano físico como en el técnico. Puntos de aguada en las poblaciones de paso y el área de servicio del Mirador. Recomendable en cualquier época del año aunque, con mucho calor, la desaconsejo.