(Granada) VÉRTICE de las ZORRERAS y HACIENDA de los FRAILES. Patrimonio del TEMPLE en Ventas de Huelma.

Datos adicionales:

Realizada 20-03-2023.
Tiempo rodando 04h 07m.
Velocidad media en movimiento 16,5 km/h.
89´4% de piso de tierra/cemento. Resto asfalto.



Además del vídeo general insertado en esta descripción que se hizo, hace unos años, en el transcurso de una ruta uniendo los vértices geodésicos de toda la comarca excepto, precisamente, el que nos interesa de este trayecto, tenéis otro específico de ese hito más el cortijo de los Frailes junto a las fotos y banderola correspondiente. En cierto modo, este nuevo itinarario con los dos objetivos a realizar, complementa la anterior y enseña dentro de un track algo distinto un sector muy interesante del término de Ventas de Huelma.

Advertencias. Evitad hacerla cuando haya llovido recientemente o con mucho calor. Es posible halléis algún trozo de carril perdido dentro de un campo en transformación o arado. Os haré hincapié en ello durante el desarrollo del comentario.

Este año final de Invierno y ya escaso frío en Granada pero siempre un buen presupuesto para el mtb en la comarca del Temple. La propuesta va a unir, todo por tierra, el vértice geodésico de las Zorreras y la hermosa hacienda de los Frailes, ésta una gran latifundio cortijada con historia pues era conocida como cortijo de Facúllar y que perteneció, tras la conquista del reino Nazarí, al monasterio de los Jerónimos (Granada 1574). Igualmente vamos a disfrutar de las bellas estampas que desde ellos, o buena parte de ese altiplano, se ofrece y más con el inicio del verdear de los cereales y la abundancia de nieve en las sierras.

Decir también que esas moles de hormigón con base en prisma cuadrangular y coronadas por un cilindro, son puntos de señalización que se sitúan en posiciones estratégicas de la geografía, bien en altura o no, pero visibles. Forman con otros una trama triangular e indican una altura y posición exacta en el terreno para así facilitar la confección de mapas topográficos. Buen lugar pues para disfrutar de panorámicas únicas.

Sobre el Temple describir que es una región natural de la provincia de Granada de suaves relieves y lomas. Son espacios de dehesa, ganado y cereal que tan solo se encrespan en la sierra de la Pera y la vertiente N de la de Albuñuelas. El topónimo proviene del árabe Qamb Qays (XI) derivando a Quempe y Temple actual. Agrón, Cacín, Chimeneas, Escúzar, la Malahá y Ventas de Huelma son los pueblos que engloba y está delimitada por la Vega del Genil, el valle de Lecrín y las tierras de Alhama. Una red de antiguas vías pecuarias entrecruza este territorio y nosotros bien que nos aprovecharemos de estos caminos de historia y trashumancia para conectar este vértice y demás hitos.

Comenzamos un primer sector hacia los límites de Temple y la Vega por el carril bici del río Genil ascendiendo el curso del Dílar (margen izquierda). Luego tocamos las afueras W de Gabia por la colada del Llano Llevas y, por la vereda de Alhama, ascenso al puerto de la Malahá bajando por asfalto a dicha localidad donde junto a la iglesia de la Inmaculada hay un pilar de agua. Seguimos intercalando vías pecuarias dirección Ácula y, así, volvemos a la gran vereda de Alhama y tras pasar el polígono de Escúzar, entre campos de paneles solares, engancho hacia el aeródromo Juan Espadafor y dicha pedanía donde, también junto a su coqueta parroquia del Sagrado Corazón y en una plaza a su espalda, hay un pilar para aguar tan necesario en estas tierras tan abiertas y de calor veraniego.

La fase álgida de la ruta hacia los objetivos principales empieza ahora cuando, paralelos al arroyo de los Frailes y por el camino viejo de Alhama, pedaleo al rodeo del cortijo sito en el otero de la India que entre sus ocupaciones tiene un criadero de perdices. Salgo un breve tramo a la GR-3310 y al momento me introduzco en los carriles de las lomas E de las crestas de las Zorreras buscando, en una constante subida, el cerro principal y las ruinas del cortijo del Aire. Encima de éstas está esa cima (1057 msnm) y el vértice geodésico desde el que, a cualquier lado que oteemos, disfrutamos de un paisaje espectacular: el Temple y Sierra Nevada; Agrón pueblo y sierra de la Pera; sobre las últimas alturas E del Temple los picos emblemáticos de la Almijara y, al N la sierra de Loja más los parajes y caminos que me han traído acá. Queda, por último, bajar a la preciosa cortijada de los Frailes, lugar que desprende historia y que además de sus muchos edificios de la parte rústica destaca, sobre todo, por la belleza exterior de la casa principal que, además de dos pilares de metal de un ingenio de aceite que adornan un portón lateral, tiene un pequeño jardín enfrentado a Sierra Nevada.

Prosigo. Rodeo el cerro de las Ventas y entro al antiguo camino de la alquería de Pera a Escúzar, precisamente hacia esa localidad, pasando por un territorio minero que intuimos pronto en el propio piso amotado de blanco (yeso cristalizado) para topar con el gran complejo minero de celestina que la empresa belga Solvay tiene en ese término y que transforma en estroncio. Rodeando sus instalaciones y minas iremos hacia esa población donde hay posibilidad de aguar junto a la plaza de la Constitución.

Abandono Escúzar y por el carril de la Solana del Tambor, en sube/baja entre olivos y almendros, me dirijo a la Malahá para rodearla por su exterior meridional y, vadeado el arroyo del Tarajal, proseguir por un camino de los Corsarios que antes de las ruinas del cortijo Colorado presenta ya un piso súper arreglado en dirección al cruce, por bajo, del nudo de la nueva circunvalación. En nada rodeo el campo de Golf de Gabia y bajo por el carril del arroyo de las Andas hasta su confluencia con el Dílar. Por su margen izquierda me dirijo, entre asfalto y luego tierra a enganchar el mismo tramo que utilicé en el inicio de ruta y que, a la vera de este río y el principal (río Genil), pone fin a esta ruta junto a la clínica Inmaculada.

RESUMEN. El escenario de la propuesta es ideal para recorridos invernales y primaverales, eso si, antes de meterse el calor pues la comarca del Temple nos hace disfrutar, al margen de su poblada red de caminos, la mayoría vías pecuarias, de unas panorámicas increíbles metidos entre el amplio colorido que aportan sus campos cerealistas cuando verdean con el marco de nuestra sierra blanca al fondo. Además, si lo hacemos desde el hito principal de esta ruta la belleza se acrecienta. Moderada en el aspecto técnico y algo más exigente en lo físico. Diversos puntos de aguada en varias poblaciones que señalo con banderola. Terreno arcilloso a eludir con lluvia, incluso varios días después de las precipitaciones.