Guadassuar, collado de La Colaita, Monserrat, Portixol, riu Magre, Guadassuar. Ojo. Bicitreking¡¡

Guadassuar-Fuga D'Aigues-Guadassuar from JUAN MARTORELL APARICIO on Vimeo.

No siempre las cosas salen como hemos planeado, pero es entonces cuando hay que poner al mal tiempo buena cara, tirar de casta y saber estar, y buscar lo positivo de la situación.
Esto fue lo que pasó en esta ruta, pues el terreno estaba destrozado y tenemos un buen trozo de subida que no es ciclable. Para colmo una vez dejamos atrás ese paso, nos cruzamos con unas reses y su pastor nos hizo desviarnos campo a través, por lo que nos tocó cargar con la bicis y andar por monte bajo otro buen tramo.
Así y todo la etapa fue un disfrute como siempre, un poco por lo que he comentado de ver lo positivo y no dejar que la nube negra se quede sobre nuestras cabezas, y en gran medida por los compañeros, que con compañerismo y buen humor compensaron la dureza del terreno.
Recomiendo buscar trazados alternativos para ir desde Guadassuar a Dos Aguas, y dejar este track para aprovechar algunos tramos, como las entretenidas sendas que tenemos entre Real de Montroi y Guadassuar. Este tramo sí que es muy recomendable y seguro que hará las delicias de cualquiera, pues tenemos tramos de todo tipo, con sendas asequibles y divertidas para cualquiera con un poco de experiencia con la bici de montaña.
Salimos bien temprano de Guadassuar un nutrido grupo de la peña el Cuc con Juan, Niko, Lino, Miguel, Rullo, Santi, Iker, Alberto y Pepe rutadura, amén de un servidor representando a los Pura Vida¡¡ d Albacete.
Ponemos rumbo a Benimodó usando caminos, carril bici y pasos entre huertas, cruzamos las vías del tren bajo un puente para llegar al pueblo y lo abandonamos dejando el depósito de agua a la izquierda. Aquí ponemos rumbo a la montaña que vemos al fondo y que mis compañeros me dicen que se quemó hace unos tres años, por lo que el paisaje a día de hoy es dantesco como no tardaré en comprobar.
Los kilómetros caen entre bromas, con el terreno siempre picando hacia arriba y pasando por caminos vecinales entre huertas, estrechas carreteras etc.
Comenzamos un primera subida por camino y ya veo los restos de aquel incendio en forma de árboles quemados a ambos lados del camino, cuyas retorcidas ramas quemadas entorpecen el paso en ocasiones y debemos tener cuidado para no engancharnos. Precisamente el bueno de Pepe sufre un buen enganchón con una rama y llega a la casa el Gats con un profundo arañazo que Lino se apresura a vendar y desinfectar tirando de un útil botiquín de primeros auxilios.
Aquí tenemos algo de llaneo e incluso un poco de bajada para llegar a una fuente en el paraje conocido como los tres pinos. Buen punto para refrescarse y llenar bidones para lo que nos queda que no es otra cosa que una buena subida continuada.
Nos dirigimos a un collado por la zona conocida como La Colaita e iremos subiendo por pista transitando por zona devastada por el fuego. A día de hoy ha crecido matorral, pero parece difícil a no ser que se realicen tareas de repoblación que el frondoso bosque que antaño protegía el camino se recupere algún día. Por buscar el lado positivo, el monte bajo nos deja fijarnos en la orografía del terreno a nivel geológico. Podemos ver los estratos retorcidos por las fuerzas tectónicas levantarse hacia el cielo en caprichosas formas, incluso alguno de mis compañeros bromea con la idea de que unos estratos verticales parezcan tierra de labranza preparada por un gran tractor.
Algunos troncos quemados nos devuelven a la realidad y el camino se vuelve más empinado y exigente. A la vez comenzamos a ver los primeros regueros que en unos metros hacen el camino impracticable, por lo que nos enfrentamos a una larga subida de una media hora empujando la bici, con un pequeño tramo de senda de bajada muy técnica. El esfuerzo nos hará parar en varias ocasiones para recuperar fuerzas y será entonces cuendo disfrutemos de la belleza del entorno. Vamos dejando atrás ese collado y al fondo el valle, donde incluso vemos la elevación de Cullera y el mar.
Una vez arriba tenemos una bajada continua con piedra suelta y de nuevo un repecho donde nos encontramos al pastor de vacas que nos dice que hay alguna res brava en el camino y que no podemos continuar. Ya quedaba poco para llegar a pistas más propicias y a Dos Aguas para el almuerzo, pero nos toca desviarnos y hacer campo a través con la bici al hombro un buen tramo.
El que pese a saber que tendrá que subir el collado de La Colaita empujando la bici quiera llegar hasta aquí, debe seguir el camino y encontrará la CV que le lleva a Dos aguas, siempre que no se cruce con el pastor…
Tras el paseo por el campo salimos a una pista que seguimos y llegamos al caserío Paridera Roya, donde solo reponemos agua pues está cerrado.
Aquí Pepe nos dice que su amortiguador trasero está muerto, ponemos aire pero lo pierde, por lo que decidimos abortar nuestra idea de llegar a Dos Aguas y hacer caso a las múltiples señales que nos indican que no será hoy cuando la visitemos.
Bajada vertiginosa por carretera donde alcanzamos velocidades de 60km/h y llegamos a Monserrat donde en un buen restaurante nos tratan como nos merecemos y damos buena cuenta de todo cuanto nos traen a la mesa. Cachondeo y buen ambiente no falta, por supuesto.
Pepe nos deja en el restaurante y va directo a que le cambien el amortiguador. El resto ponemos dirección a Guadassuar, pero buscando todo tipo de sendas por las inmediaciones del río Magre.
Nada más salir de Monserrat nos encontramos con Agustí otro compañero de la peña el Cuc que ya conozco de otras ocasiones, que no duda en unirse al grupo.
Vamos buscando zonas de monte bajo y sendas, pero antes de dejar las últimas parcelas me hacen la broma de que toca un rato de siesta. Ante mi cara de alucine se tumban todos con la mochila bajo la cabeza a la sombra de una valla y mientras les digo de todo empiezan con el cachondeo y me piden la merienda, que al parecer llevo en la mochila. Resulta que llevo la mochila llena de pan que ha sobrado de la mochila… ya sabéis, al baño con la mochila so pena de que al regresar lleves peso extra. No dejéis de ver el video y veréis el plantel con la peña tumbada “a la fresca” y un servidor alucinando en multicolor. Cachondeo del bueno¡¡
No tardamos en llegar a la zona del barranco de Marianot con la senda El Cremaor, con algún paso técnico, pero muy ciclable y tras pasar bajo la carretera por un pequeño túnel hacemos otra bonita senda justo al otro lado del quita miedos de la nacional. Cruzamos el río Magre y buscamos la subida al Portixol que hacemos por camino técnico con fuerte pendiente. Rullo me indica los pasos más técnicos y pese a tener que poner el pié en un par de ocasiones, es una subida que se disfruta por la técnica, fuerza y pericia que hay que ponerle, y que poco a poco vamos ganando.
Bajada rápida por hormigón buscando la senda del castillo de Aledua hoy en ruinas y seguimos caminos entre fincas de frutales siguiendo el río Magre. A su cruce con el trasvase Jucar-Turia entramos en el cauce seco del Magre y seguimos senda. Esta vez voy siguiendo a Miguel que me indica algún paso técnico y me va guiando por la zona, mientras Alberto tira del grupo y tras unos metros muy cerrados por la vegetación salimos en La Alcudia, muy cerca de nuestro destino final.



Tras casi 80 km de etapa vamos cansados y con ganas de refrescarnos por lo que siguiendo a Rullo nos acercamos a la acequia real de Jucar y nos pegamos un refrescante baño… de los difíciles de olvidar, poniendo fin a una magnífica etapa, moldeada por los contratiempos pero mejorada por la buena cara y el buen hacer de todos los compañeros, con los que es difícil que cualquier etapa salga mal.
Pura vida a estos cuquets¡¡