Hoya de la Mora-Carihuela-Laguna de la Caldera-Capileira-Padre Eterno-Puente Palo-Cañar

Una clásica de Granada pero con al variante de que, como nos invitaban a comer en Cañar si subíamos por el Padre Eterno, así que lo hicimos sin dudarlo. Lo normal suele ser quedarse en Capileira o Pampaneira, incluso avanzar hasta Lanjarón y volver en el autobús. Nosotros, como uno del grupo llevo el coche a Cañar el día anterior para volverse en bici de carretera, ya teníamos allí un coche esperando.
La ruta sale de la Hoya de Mora, unos 2500m de altitud, y asciende de forma moderada pero llevadera (si ponéis un ritmillo tranquilo) hasta el Veleta (para quien quiera subir los últimos metros) y el paso de la Carihuela con su refugio ahí mismo. Toda la subida es asfalto, un poco antes de la Carihuela comienza el carril de tierra, con bastante piedra suelta pero este año la actividad de los senderistas dejaba una senda clara y limpia entre las piedras sueltas por lo que casi podíamos volar!. Este carril, con algún sube y baja, nos lleva hasta la Laguna de la Caldera, habiendo pasado antes por las Lagunas de Rio Seco. Ahí reponemos fuerzas porque tras coger la falda del Mulhacen, de cuyas vistas llevamos todo el recorrido disfrutando, el carril inicia un eterno descenso hasta Capileira, mas de 24 km de descenso continuo que harán que nos duelan las manos. Ya en Capileira tomamos la carretera que nos lleva a Bubión, Pampaneira y luego, casi llegando a Soportujar veremos una Ermita a mano Izd. pegada a la cartera (el Padre Eterno) y un carril a la derecha donde un panel indica Área Recreativa de Puente Palo, una larga subida que no es dura, pero en verano y tras lo que llevamos se hace larga a mas de uno. Tras disfrutar de Puente Palo y su fantástico robledal a 1,700m, perseguimos en un llano hasta dar con la pista que desciende a Cañar, si cogéis las siguientes bajáis a Lanjarón.
Otro largo descenso de 8km y llegamos a las cañitas con el artífice de la ruta.