HUESCA - CALCON - VIRGEN ARRARO - VADIELLO - HUESCA

La ermita de la Virgen de Arraro actualmente se encuentra en ruinas, apenas quedan unas cuantas piedras en pie. Por sí sola no justificaría una ruta hasta allí. Sin embargo, si se considera el lugar en que se encuentra, los paisajes que se recorren hasta su ubicación y los continuos alicientes que tiene el camino, el viaje tiene sentido.

En pleno Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, ocupa una posición destacada formando parte de lo que fue un conjunto medieval fortificado desde el que se tenía contacto visual con los castillos de Santa Eulalia la Mayor, con el de Sevil y con el castillo de Montearagón desde el que se acometió la conquista de Huesca.

Para llegar hasta allí la ruta pasa por Tierz hasta cruzar la carretera en Estrecho Quinto. Se trata de un cruce muy peligroso por la cantidad de vehículos que circulan y la velocidad que llevan, por lo que habrá que extremar la atención en ese punto.

Luego sigue la carretera que une Estrecho Quinto con Coscullano y aunque circulan algunos vehículos y hay que ir con cuidado no tiene nada que ver. A lo largo de la misma se cruzan los pueblos de Bandaliés, Sipán y Coscullano que contemplamos al pasar.

Tras esta última localidad se deja la carretera y se sigue la pista asfaltada que lleva hacia el embalse de Calcón. Nos acercamos un momento a contemplar el embalse. La presa está construida aprovechando que el río se encaja fuertemente entre las verticales paredes que lo limitan. Sus aguas reflejan el bosque que las rodea, aunque en esta ocasión el nivel está muy bajo y se pierde parte del encanto.

Volvemos de nuevo a la pista que seguimos hasta las casas de Estebañón. Tras ellas nace un sendero que en fuerte subida llega a un collado desde el que nos acercamos hasta el mirador de O Cuarter. Éste se sitúa sobre las verticales paredes que caen sobre el pantano y permite unas bonitas vistas del mismo.

Tras regresar al collado el sendero desciende entre el bosque de forma que nos permite disfrutar de una agradable bajada hasta el cauce del río Calcón en la cola del pantano. Tras cruzarlo se enlaza con una buena pista que seguiremos hacia el este.

Pronto se llega al río Formiga que se cruza por un puente. En esta zona hay varios árboles monumentales. A partir de aquí la pista va empeorando y comienza una dura subida que pasa bajo un cortado rocoso hasta alcanzar el Cuello Ulpiaso.

Tras superarlo se abandona la pista y se sigue una senda en bajada señalizada hacia la Virgen de Arraro. Tras cruzar un riachuelo la senda comienza una dura subida que ya no dejará respiro hasta llegar a la ermita. Imposible para la bicicleta, por lo que optamos por dejarlas en este punto y realizar el resto del sendero andando.

Tras acercarnos al borde del acantilado para disfrutar de las vistas encontramos un cruce señalizado en el que abandonamos la senda que sigue hasta Santa Cilia para tomar un ramal ascendente que pronto nos permite ver el Tozal de Arraro y la ermita del mismo nombre.
Solo se conserva una parte del ábside y algún tramo del muro norte. El interior del recinto está ocupado por los restos del edificio. Un poco más al norte el Tozal la resguarda.
Tras permanecer un rato disfrutando del paisaje y del día iniciamos el regreso hacia las bicicletas.

De vuelta seguimos el mismo recorrido hasta la cola del embalse de Calcón pero en ahora optamos por seguir por la pista que sin dejar de subir nos llevará hasta el alto de la Carrasca, donde se unen otras pistas y a disfrutar enseguida de las vistas sobre el embalase de Vadiello y los mallos de Liguerri.

Una vez que cruzamos la presa seguimos por carretera hasta Estrecho Quinto. La intención era llegar a Huesca por el camino que utilizamos para la ida, pero la necesidad de coger el tren de regreso hizo que volviéramos por carretera.