Huetor - IBP 67 fit 21 - 31/01/14 - Alto de Cijancos

Para que se me ocurriría decir que ibamos a hacer una ruta llana cuando al final nos ha salido un acumulado muy apañao con una media de 17 Km/h.

Además, el amigo Isaías se ha lucido hoy como un auténtico campeón subiendo a los altos del Padul a un ritmo que nos ha cortado el viento de cara que llevábamos y ha hecho que subiésemos más rápido.



La ruta no tiene complicación ningúna, ya que discurre por pista casi todo la ruta exceptuando el Alto de Cijancos como plato fuerte y sus veredas como diversión.

Salimos de la Zubia para irnos a los Ogijares por carriletes y de ahí nos iremos por la secundaria paralela a la autovía hasta casi el padul.


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Cabe destacar tramos que tienen unas pendientes severas como el tramo del suspiro del moro y el sube y baja con el que se llega al camino de los molinos o de Motril donde ya por fin soltamos el asfalto y nos metemos en camino.

Por este camino llegamos a la primera y dura subida del día, la del Alto de Cijancos que desde un principio ya es dura dura y luego las veredas que llegan al alto de Cijancos en las que hay que apretar los dientes si o si, el terreno es muy empinado y pedregoso. Cuando se llega arriba las vistas son preciosas, desde ahí tenemos todo el valle desde padul, durcal, nigüelas... etc, para chuparse los dedos.



Después nos bajamos por veredillas, por cierto, muy chulas, y nos vamos ya por asfalto hasta Cozvijar y Marchena, donde por falta de horas no hemos podido subir a las canteras y hacer algunas veredas.

Para la vuelta nos hemos ido por asfalto, y que ritmo coñe, que ritmo que nos ha imprimido Isaías que nos ha hecho subir a una velocidad de la leche, sobre todo por el Alto del Padul donde ahí ha demarrado y el tío se ha ido¡¡, que maquineta, deja ya el spinning¡.

Después de este meneo, nos hemos vuelto por el antiguo camino del tranvía del Dúrcal donde las cuestas arriba y abajo son algo normal hasta llegar a Otura y de ahí vuelta por el otro camino de los Molinos cruzando el río Dilar y vuelta a casa ya con la noche pegando en la oreja.

Otra más!