Huetor Vega, Puente Palo, La Piuca; Hoya del Portillo, Capileira

Como es habitual, cuando la "empresa" es digna de su nombre, muy temprano, con la "compañera" dispuesta y en orden de marcha, inicio lo que es un nuevo intento a un proyecto que en el primer inicio se quebró por la indeseable visita del Sr. Monsiur Mazzó.
Foco y luz trasera en funcionamiento, y con el calor que no remite a pesar de ser poco más de las cuatro de la mañana, junto con mi "amiga" nos ponemos en marcha en dirección a Niguelas a través de La Zubia y Gojar para pasar el río Dilar, Otura y enlazar con la carretera.

En Niguelas breve parada para aguar. Son las seis de la mañana y encuentro algunos parroquianos sentados en los trancos de las puertas, intentando aliviar el calor de la noche. Breve cruce de saludos, y me comentan que no pueden dormir. Si no pueden dormir ellos en Niguelas,... les comento que yo en Huetor llevo casi un mes que no sé lo que es descansar en condiciones.

Pasado el río Torrente, comienzo el primer Montirolo de la jornada con la esperanza que conforme vaya ganando altura, algo irá refrescando, y ganando altura, voy, pero...lo que voy es hecho una esponja de sudor en todo el cuerpo, por los Pechos de Beznar. Desde aquí las vistas sobre los Embalses de Beznar y Rules, con la Costa Tropical en el horizontes, son cenitales.

Al llegar a Casa Tello, (que dolor tan inmenso. Lo que esto fue y lo que ahora es, por unos irresponsables guiris al originar el devastador incendio que asoló esta maravilla) me acerco a su fuente a ver como está. Está casi agotada. Solo un pequeño hilillo alimenta el pilar. Al bajar observo que la Acequia Nueva no lleva agua, y al llegar al puente, el río con muy poco caudal, lo cual me hace pensar que la Acequia Mezquerina está seca. Sí lleva la de Encinillas, pero no tanto como es habitual. Ver el Río Lanjarón tan pobre, me ha dado pena y tristeza.

En Puente Palo, más de lo mismo. La Acequia Nueva de Cañar (un acequión) el caudal es la mitad de lo que en ella es normal, y la fuente del Área Recreativa, seca.

Al llegar al Río Chico, lo mismo. Caudal escaso y ralo, y la maravilla de las maravillas: la Acequia del Almiar, una simple lámina de agua que apenas sigue el curso, y la visión en la lejanía de la Balsa del Almiar convertida en un charco.... Qué pena...

Conforme voy subiendo las "zetas" de las Alberquillas del Guarda, me pregunto si los veneros tendrán agua. Al llegar, con satisfacción, estos siguen manando. Saciar la sed en esas surgencias, tan exuberantes y frescas, con unas vistas cenitales sobre el Mulhacen, y los pueblos de Capileira, Bubión y Pampaneira, en el valle del Poqueira, es una bendición de la naturaleza, solo superadas por las que se presentan desde el Refugio del Puntal, en la Piuca. Las Caras Sur de la Cuerda de los tresmiles, aristeando el cielo, es una majestuosidad de la naturaleza que es no es fácil describir solo con palabras.
A todo esto, llegar aquí, no ha sido nada fácil. (nunca lo es), pero hoy el hándicap del calor, es extremo, demoledor. No corre nada de brisa, y estamos a más de 2.000 msnm.

Desde el mismo refugio, bajamos por el sendero bastante técnico, aunque cicable a la Central Eléctrica de la Cebadilla, en Río Poqueira. Pasaremos por la Acequia del Castillo (apenas lleva agua) y al final del sendero la Acequia Nueva de Capileira. Esta lleva su caudal normal, y el calor, es tan extenuante, que al llegar, me quito la mochila y me tumbo dentro de ella. Que placer y satisfacción, sentir la frialdad del agua en el cuerpo. Vuelta y vuelta. Salgo, vuelvo a entrar...entro, salgo....¡¡¡que placer!!!...

Desde la Acequia hasta la Cebadilla, lo que antes era un carril perdidisimo y con mucha piedra, ahora está limpio y agrandado. Han pasado la maquina, y lo han dejado fetén; pero así a mi no me convence. Me gustaba más como estaba antes. Tenias que "esmerarte" al bajar. Ahora solo dejarte caer...

Hemos pasado la Central, el Río y dejado atrás el desvío a Capileira y nos incorporamos al carril principal de subida al Mulhacen y Veleta, previo paso por el Área Recreativa de la Hoya del Portillo.
El calor no da tregua, llevo un soplete en el cogote permanentemente. Al llegar a la Acequia Baja, aunque no lleva el caudal usual, vuelvo a repetir lo mismo que en la Nueva, pero esta no está fría, no te recupera. Nuevamente en camino, mi mente está pensando en llegar a La Hoya del Portillo y beberme la fuente tan fresca que hay antes de llegar a la izquierda. Al llegar un decepción tremenda: la fuente está seca. El Mulhacen y el Veleta se me vienen encima de golpe.... al llegar a la barrera, hablo con el Sr. de Medio Ambiente y me comenta que hace un mes que está seca. Me ofrece agua de la que él tiene, y gustosamente la acepto, pues voy bastante "tocado"...
Junto a la barrera, descanso un rato, respiro...y medito:
Son algo más de las Tres de la tarde. Hasta la Carihuela, faltan aún casi treinta y dos kilómetros,...agua solo hay en las chorreras del Veleta, y algo más de 1.100 metros de desnivel a subir..
Al final, por el cansancio acumulado, por tanta falta de agua, tanto exceso de calor, decido bajar a Capileira, comer a base de mesa y mantel y buscar transporte a través de la Graell, o bien llamar a alguien para recogerme.

El Sr. Mazzó, hoy no me ha visitado, pero me envió un WhatsApp. No sé si he acertado, pero creo que es mejor quedarte medio entero, a asumir un riesgo que igual el cuerpo lo aguanta, pero la mente, hoy estaba en fuera de juego.

Independientemente de culminar en el Veleta, o no, es una ruta de palabras ¡¡MAYUSCULAS!!.. Puro MTB en estado verdadero, exigente, e intenso.