Ibdes Pura Vida¡¡ Ibdes - Monasterio de Piedra - Barranco de la Hoz Seca -Jaraba - Ibdes. Espectacular¡¡

Impresionante ruta en la que visitamos un espacio natural singular como es el barranco de la Hoz Seca. Se trata de un barranco encajonado con altas paredes de piedra que nos deja sobrecogidos. Tiene una par de sendas de bajada con algunos tramos técnicos, pero en general es llevadera. Visitamos por fuera el monasterio de piedra y una bonita cascada en Ibdes. Tiene un tramo más feote antes de llegar al barranco por el que transitamos por caminos de almendros, y además de subida, pero luego tiene su recompensa.
Descripción detallada:
Salimos de Ibdes junto a la cascada que visitaremos al final de la ruta y en dirección al monasterio de piedra por caminos. Atentos a una senda que sale a la derecha junto a una valla y que está casi perdida. La seguimos en subida y tenemos la bajada de la senda de miracielos, que es inclinada, suelta y cerrada de vegetación en algunos tramos por lo que mejor bajarse según la veamos y evitar sustos. Nos deja en una linde de un bancal que seguimos hasta un puente que cruza el río piedra, después subida por pista hasta el monasterio de piedra.
Me metí a curiosear un poco por el monasterio y subí bordeando el muro el piedra. Se puede seguir directamente la carretera y bordear el complejo. Justo tras pasar el puente que de nuevo cruza el río Piedra sale un desvío a la izquierda para ver una cascada.
Respecto a este desvío, a los ciclistas no nos gusta eso de volver por donde hemos venido. Este bucle es un agradable paseo junto al río con un par de puntos bonitos pero sin mayor aliciente que la cascada que hay al final que si es bonita. Para ver la cascada hay que llegar a una puerta metálica que nos corta el paso a una central hidroeléctrica, dejar la bici en la valla y por la izquierda seguir una senda a pié de unos 20 metros para llegar a una bonita cascada.
Es un bonito paraje, pero se nos van 30 minutos en ir y volver.
Para subir a la carretera lo hacemos por una pequeña senda empinada y llegamos a un impresionante mirador que nos deja ver una zona que actualmente no es visitable dentro de la visita al parque natural del monasterio de piedra (que sin duda recomiendo hacer con la familia) nos deja ver un acantilado con un lago al fondo, una impresionante pared rocosa y el monasterio a la derecha.
Subida por carretera y casi coronando un pequeño embalse con unas compuertas que me dio escusa para parar y disfrutar de las vistas.
No vendrá mal pues tenemos por delante unos 10 km de paseo entre cultivos de almendros y además con una buena subida. Esta zona se hace un poco pesada.
Comenzamos a bajar y a la derecha sale la senda que nos lleva al barranco de la Hoz Seca.
Este paraje es impresionante. Antes de comenzar la bajada hay que asomarse al primer meandro escavado en la roca y veremos la senda al fondo que transitaremos en unos minutos. El espectáculo es sobrecogedor.
Seguimos la senda con una bajada un poco técnica en la que quizás mejor bajarse unos 20 pasos y evitar sustos y llegamos al fondo del barranco.
La senda serpentea entre dos paredes de roca modelada por el agua desde épocas pretéritas. Nos sobrecoge y nos hace enorgullecernos por formar parte de una naturaleza capaz de regalarnos parajes como este. Cada recodo nos deja frente a una pared de piedra más impresionante que la anterior y es difícil mantener la mirada en la senda. A lo largo del recorrido hay distintas construcciones usadas por los pastores para proteger su ganado, principalmente apriscos y parideras. Encontraremos placas informativas que nos aportan información. Tambien tenemos unas pinturas rupestres que no tuve tiempo de visitar, pero que al parecer son interesantes.
A la salida tenemos el santuario de nuestra señora de Jaraba, que tampoco visité por falta de tiempo. Una construcción en mitad de la pared aprovechando un saliente, que gracias a sus muros de piedra queda perfectamente integrada en el entorno.
Salimos del barranco y tomamos carretera a la derecha en dirección a Jaraba. Discurrimos por la ruta de los balnearios, dejando a nuestro lado el río Mesa en el que podemos refrescarnos en algunos puntos y llegamos a Jaraba. Cruzamos el pueblo y a la salida tras cruzar el puente a unos 50 metros tenemos un camino que nos lleva a una embotelladora de agua. 30 metros de asfalto y camino a la izquierda que nos lleva serpenteando hasta las afueras de Ibdes, donde merece la pena visitar la cascada, y disfrutar al final de la ruta de su frescor y la tranquilidad que aporta el rumor del agua al precipitarse al vacío.
Pura Vida¡¡