IBP 113, SIERRA DE HUÉTOR: LAS TRES CUEVAS (AGUA, GATO Y MÁRMOLES)+ MEDIA CAÑADA SERENO (GRANADA MTB)

Aviso a navegantes; en esta ruta hay tramos de pateo perfectamente marcados en esta imagen adjunta (rojo: pateo, azul: ciclable, naranja: asfalto con tráfico).



Quedamos en Jun para subir a Alfacar por la pista de los cementerios. Nos desviamos a Puerto Lobo para enfilar la subida a la cueva del Agua por el collado de Víznar. Decidimos subir al collado por la vertiente sur, cogiendo la vereda que sale desde el mismo Puerto Lobo. Es más técnica pero nos sube antes.

Este tramo de subida es ciclable en un par de tramos y con esfuerzo, por lo que lo he señalado entero como "de pateo".

Una vez arriba retomamos el pedaleo hasta la cueva del Agua. Es ciclable al 100% (excepto el último tramo de 100m que baja al transformador) con técnica y apretando los dientes. No es fácil pero sí asequible.



Desde la cueva del Agua nos tiramos hacia la Alfaguara poniendo pie en el suelo sólo en un par de puntos. También aquí hace falta técnica.

Nos tiramos por la pista hacia Puerto Lobo para desviarnos a la izquierda en la cadena que corta el paso a vehículos hacia la pista de la cueva del Gato. Un recorte y salimos casi de frente a la vereda que sube a la segunda cueva del día, la del Gato.



Hay un tramo de pateo de unos 150m y, desde allí mismo, se empalma con una vereda que discurre en paralelo a la pista principal hacia las Veguillas. Tiene un par de puntos en los que hay que bajarse (por un tronco cruzado y por desniveles), pero por lo demás es divertida, asequible y ofrece una buena alternativa a la pista principal... si no se tiene prisa.

Después repostamos en la fuente de la Teja, cuyo caudal ha aumentado muchísimo desde que estuve allí hace un par de semanas. La sierra es muy agradecida.



Iniciamos la subida hacia los llanos del Fraile para desviarnos a la derecha hacia la vereda que sube a la cueva de los Mármoles. La pendiente obliga a patear gran parte de la misma, teniendo especial precaución con un punto en el que una laja húmeda obliga a tener precaución con dónde ponemos los pies.



Una vez arriba nos metemos en un bosque cerrado con una veredilla clara hacia la cueva, que está un poco en alto.



Desde allí deshacemos parte del recorrido para desviarnos hacia la cañada del Sereno, lo que nos obliga a otro tramo de empujabike. La vereda es muy sutil y hay que ir con ojo para no perderla... como nos pasó a nosotros. Una vez en la cañada, comemos y bebemos porque el esfuerzo ha sido considerable.

En subida, seguimos el trazado de la cañada dirección Polvorite poniendo pie sobre el firme en alguna que otra ocasión.



En su tramo final nos espera una bajada con fuerte pendiente, perfectamente salvable echando el culo fuera del sillín y tocando con cariño los frenos.

Cogemos la pista del Polvorite hacia el cerro Garay (espectaculares sus vista a la Sierra) para tirarnos hacia los llanos de la Mina.

Vamos bien de tiempo y fuerzas así que nos tiramos hacia Carialfaquí por la vereda, que Juanlu no conoce aún.

Tiene un punto de pateo por piedras y otro por follaje, el resto es disfrute.



Una vez en el cortijo seguimos hacia Nívar (la fuente 1982 está sin caño) para coger el trazado de la acequia del Fardes desde la fuente de Nívar hasta el pueblo de mismo nombre.

Desde allí nos hacemos una pista de los olivos+cortijo Miguelico y de vuelta a la civilización.

Ruta técnica, con su buen pateo y sus caudalosas fuentes.

¡Nos vemos en el campo!