IBP 95, VENTA MELCHOR-ALCAIDESA-SIERRA ARCA-SIERRA CARBONERA (LA LÍNEA MTB)

Para celebrar el Año Nuevo, como viene siendo costumbre desde hace 6 años, me tomé un pelotazo en un picacho cercano. Esta vez la cota elegida fue Sierra Carbonera que íbamos achuchaos de tiempo. Mi colega Jose me acompañó para darle el bautismo de barro a su preciosa, maravillosa y alucinante cube. Yo tengo una igualita, igualita...

Salimos a las 10:00 que no es día para madrugar, cogemos la pista de la Torre para ponernos en las antenas de la Alcaidesa tras patear un tramo de unos 20m.

Seguimos por asfalto hasta coronar la sierra del Arca con sus dos repechitos la mar de apañaos. A toda leche por el "Safari" para plantarnos en la pista que nos lleva al cortijo de Montenegral.

Subidilla hasta el asfalto de nuevo y cogemos la pista que nos lleva a las antenas de Sierra Carbonera. Aprovechando que las calas de los botines nuevos (a partir de hoy ya no lo están tanto) no le van bien le meto por un camino de cabras que es una alternativa cafre a la subida a las antenas, ¿quién quiere una pista hormigonada teniendo un camino de cabras con piedras como un seat panda? Pues eso.

Llegamos al muro que coincide con el límite entre los términos municipales entre San Roque (el extranjero) y La Línea. Lo seguimos pedaleando a un 70% puesto que hay repechos muy pedregosos y levantados por motoristas aún más cafres que nosotros.

Llegamos al vértice geodésico, bajamos unos metrillos para refugiarnos del poniente en las antenas y nos preparamos unos cubatas de ron pampero con cocacola en vaso del foster hollywood de colorines. Todo muy chillout, vaya.
No hay pruebas gráficas de este acontecimiento planetario porque la contour iba sin tarjeta (el puto alemán ataca de nuevo), así que os lo podéis creer o no.

Bajamos por la pista hormigonada que en realidad es una subida, pero que hecha al revés da la sensación de bajar a toa leche.

Seguimos esquivando piedrolos hasta el desvío a la pista de DH en la que intento vacilar a Jose pero, el muy desgraciao, resulta que con las gafas de los negritos empañás, sin enganchar las calas y con la suspensión bloqueada me va resoplando el cogote. Le dejo pasar y resulta que Jose es un pofesioná de esto de las bajadas... y él sin saberlo.

Llegamos a la pista del depósito de agua para llanear entre charcos y bancales de arena hasta el parque de bomberos. A estas alturas las bicis iban haciendo más ruido que el camión de los helados del "Venecia".

Cruzamos el Zabal, llenamos de aire una rueda medio desinflada (vivan las bombonas de aire comprimido) y tiramos para casita a meterle un manguerazo a las burritas.

¡Nos vemos en el campo! ¡FELIZ 2014 lleno de bajadas a tó meter y subidas en plato pequeño!