Infiesto-Pesanca-Collada Arnicio-Infiesto

Empezamos la ruta en Infiesto, con 0 º de temperatura, tomando la PI-4 en dirección a Espinaréu, aquí se puede hacer una pequeña parada a echarle un vistazo a alguno de los más de 30 hórreos con los que cuenta el pueblo. Un poco más adelante pasamos por Riofabar y a los 2 km de este llegamos a las áreas recreativas de Arboreto de Miera y La Pesanca. En este punto abandonamos el asfalto y el pequeño desnivel que veníamos superando hasta ahora comienza a hacerse más pronunciado progresivamente mientras nos vamos internando en el hayedo que tapiza el camino con una alfombra de hojas en este día de otoño, acompañados por el río Infierno.
Pasamos por El Muñizón, un grupo de cabañas rehabilitadas, y un rato después cruzamos una portilla dejando el concejo de Piloña para adentrarnos en el Parque Natural de Redes ya en el concejo de Caso. Cruzamos un par de puentes , La Tarantosa y El Patín, y llegamos a una bifurcación donde seguiremos por el camino de la derecha dejando ya el rio Infierno para acompañarnos ahora el río Los Cubilones, estamos en el valle del Pedrosu.
En El Meruxal abandonamos el camino para tomar un sendero apenas perceptible en su comienzo. Aquí encontramos pequeñas manchas de nieve, estamos a 900 m., que se van haciendo mayores a medida que ganamos altura. En este punto tenemos que echar pie a tierra ya que la pendiente y la nieve que se acumula no nos permite ciclar.
Pasamos por la Feleguerina y en Braña Nueva, a 1220 m de altitud, la nieve ya nos llega a las rodillas. Seguimos a pie, con un avanzar muy lento y las bicis al hombro caminando sobre nieve virgen.
En el Collau Llagu Ovia bajamos algunos metros montados para tener que desmontar más adelante al desviarnos del camino que lleva a Nieves y coger un sendero a nuestra derecha que nos llevará hasta la Collada de Arnicio. Nuevamente a pie hasta esa collada donde decidimos bajar por la carretera AS-254 hasta Infiesto en vez de hacerlo por el GR-102, Camino real del Sellón, como teníamos previsto.
En total 47 km, los 12 primeros por carretera local, los 7 siguientes en bici, los 9 km restantes hasta la Collada de Arnicio caminando por nieve y los 19 restantes en rápido descenso por carretera.
A pesar de todo mereció la pena.