Jabalcuz-Fuente del Palo-Megatín-Torredelcampo-Via Verde-Guadalimar-Neveral-Troncos-La Mella

Lunes 22-10-2018. Lunes de Feria y día libre. ¿Qué hacer en un día fresco, luminoso y agradable? Vámonos con la bici. Ayer también hicimos una buena ruta de 60 km. con el Club, así que hoy decido hacer una más cortita, aunque un poco más intensa de lo habitual, que complemente a la de ayer. Esta rutita tiene sólo 54 km., pero un desnivel positivo de 1825 mts. Los que sois viejos en el oficio, sabéis de lo que hablo.

Salgo casi de noche de la casa (amanece muy tarde, a las 8:30) y tiro para la carretera de Los Villares mientras va amaneciendo. Me voy por la ruta verde, con tal de quitarme los desagradables coches rugiendo a mi lado, aunque tiene también su puntito. Subo por la vereda del Trompero, ya sabes, esa que casi se pone de pie delante de tus narices y la rueda delantera de la bici da un saltito a cada pedalada, para llegar hasta lo alto del Cerro de Jabalcuz, donde hace un frío pelón terrible, que se ve agravado por el viento inclemente que aúlla por entre las piedras, y la niebla húmeda y espesa que deja entrever un sol que no calienta, solo por momentos. En la parte más alta unas ovejas me miran un poco sorprendidas pensando ¿qué hace por aquí un loco como este, a estas horas, con esas pintas, con esta niebla y montando ese aparato delgaducho? Un mastín se me acerca gruñiendo, con cara furibunda, el lomo empinado y enseñándome los dientes, cuando intento atravesar el rebaño que está extendido por encima y debajo del camino, así que tengo que darle gusto al perro y esperar a que pasen sus ovejas, cosa que veo como el menor de los males, aunque me quedo helado en el rato que estoy esperando. Pero es mejor esto que ver cómo el perro se desayuna con una de mis piernas, o incluso con las dos.

Para abajo, de nuevo, entre la niebla, el viento, la velocidad de la bajada, me quedo como un clavo, a pesar de que me he echado un cortavientos y una bufandita para el cuello. Lo bueno es que conforme voy bajando, sa va imponiendo el sol, que me calienta un poquito hasta llegar a la Fuente del Palo. Sigo para el Megatín y bajo hasta Torredelcampo, donde, ¡oh paradojas de la vida!, me tengo que parar a quitarme el cortavientos y la bufandita que unos minutos antes me habían salvado la vida.

Sigo por la vía verde y me tiro por una trocha que pasa debajo la autovía buscando el Colegio Guadalimar. Después me encuentro la fábrica de la cerveza y aquí cojo el camino de la Fuente de la Zarza, y desde aquí me subo para el Neveral por los pinos. Cuando llego al camino ya me podría bajar para Jaén, pero soy un fanático de la Vereda de los Troncos, así que tiro para arriba, subo la citada vereda y continúo para la Mella por la preciosa veredita. Allí descanso unos minutos mientras echo unas fotos y dejo que el sol me caliente un poco en un día radiante y limpio (allí) ideal para salir a respirar aire fresco.
Ya sólo me queda tirar para abajo por la vertiginosa bajada del Tiro Nacional y probar las nuevas pastillas de freno que le he puesto a la bici, que se deben poner al rojo vivo, y la verdad es que van muy bien y no dan problema alguno.

Me doy prisa para no llegar tarde a mi casa, porque a mi Sra. le prometí que no tardaría en volver, o sea, que no llegaría después de la 13:30 bajo ningún concepto. Y por lo menos hoy lo he cumplido (sin que sirva de precedente). No puede tener queja.