KDD del cordero

- Vamos de incógnito?- (Wandar)
- Yo ya tengo preparada la ropa de Sexmero – (Jarri)
- Yo la tenía guardada pero no me cuesta nada volver a sacarla – (Fonsi)
- Pues yo pienso estrenar el maillot de Sexmero – (Iñaki)
- Pues nada, todos de Sexmeros – (Wandar)

Esta ruta es una quedada entre amigos que se realiza todos los años en el Condado de Castilnovo. Se hacen dos rutas de dos distancias distintas y se acaba llegando al mismo lugar del que se partió para comer cordero asado.

La cosa empezaba a las 9:30, pero nosotros nos presentamos allí antes de las 9:00 para tomar “café” en casa de Juan Antonio (el tío de Iñaki). Iñaki llevó un carro churros y porras con chocolate para celebrar su cumpleaños en cá su tío.

Empezamos bien: ya hemos desayunado dos veces…esto me es familiar…

Poco a poco fueron llegando los compañeros de ruta. La mayor parte eran de Madrid, del Club Madroño. Seríamos unos 50 más o menos. Tras la foto de rigor en la plaza, salimos poco antes de las 10:00 con un aire fresquete que no paró en todo el recorrido.

La marcha es chulísima. En su mayor parte trascurre por veredas siguiendo el curso de los ríos San Juan, Duratón y Caslilla. Viene de lujo los días calurosos, para pedalear a la sombrita de los chopos. Lo malo es que suele ir mucho senderista (malo para ellos, claro).
También tiene alguna cuesta maja que subir y varios puntos técnicos algo peligrosos, así que ojito.
Aunque era una marcha en la que había continuos re-agrupamientos, no faltaron los arreones, sobre todo el de los últimos 2 kms.
Tras reagruparnos las dos rutas en Villaseca, íbamos más o menos tranquis, hasta que el terreno se inclinó hacia abajo y uno del club Madroño nos adelantó como si se fueran a acabar las birras. Salimos tras él Wandar y yo (por si acaso se perdía) de tal manera que nos pasamos no sé qué ruinas que había en la bajada. Llegó un momento en que tuvimos ante nosotros un precipicio y tuvimos que parar, claro. Como el del Club Madroño llevaba el track y le decía que había un camino de bajada por ahí, Wandar tiró, yo le seguí y el camino apareció. Algo peligrosillo, pero es ciclable.
Una vez abajo, esperamos a la sombrita de los chopos a que bajaran todos, para seguir por una vereda chulísima que nos llevó hasta Sepúlveda. Otro reagrupamiento más y seguimos hasta alcanzar a los de la ruta corta. Parece que íbamos a entrar en el pueblo todos juntos, pero pudo más el ansia y se aceleró el ritmo en cabeza cosa mala: que hay cordero pá todos, coño!!!

Al llegar, nos tenían preparado birras fresquitas y picoteo variado de chorizo, empanada y alguna cosilla más. Y para comer: cordero asado del que dimos buena cuenta Fonsi, Wandar, Iñaki y yo. Parecíamos el centro de reciclaje, porque todas las tarteras de cordero que sobraban acababan en nuestra mesa.

Lo dicho: ruta muy chula y divertida, con un guía (el tío de Iñaki) que te hacía la cobra continuamente, girando de repente en los cruces y que en vez de guiarse por GPS lo hacía por intuición.

Ruta 5 estrellas en la Guía MBT.