la atalaya-bogarra-senda las toñeras-yeguerizas-vegallera-las mohedas-la atalaya 13-01-18

Bogarra es un municipio de la provincia de Albacete perteneciendo a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, que se encuentra a 75 km de la capital de la provincia y pertenece a la comarca de la Sierra del Segura. Incluye las pedanías de El Altico, Cañadas de Haches de Arriba, Cañadas de Haches de Abajo, Las Mohedas, Las Casas de Haches, La Dehesa del Val, Potiche y Yeguarizas.
Con la idea de volver a visitar esta sierra en pleno invierno y la posibilidad de ciclar con algo de nieve, me desplazo el viernes 12 pasando por Almansa. Saludando y recogiendo a inolvidables amigos, llegamos al Restaurante La Atalaya en el km. 41 de la CM-3216, donde Pedro y Mari nos esperan al calor de una buena estufa.
El resto de la expedición llegará en la madrugada siguiente, siendo diez los que nos aventuramos a recorrer los caminos y senderos que el Capitán Carcelen nos a preparado.
Una vez todos reunidos y siendo la mañana gélida empezamos la ruta a las 8:45 por la carretera y en dirección a Bogarra, a escasos 2,5 km. dejamos la carretera para adentrarnos por camino bueno hasta las Casas del Batán, iniciando la senda del Río con unos 120 metros desmontado, ya que lo escarpado del terreno hace imposible dar pedales, cruzamos el Riachuelo por dos veces, por dos troncos situados sobre el cauce y llegar a la senda más definida pegada a la acequia, y que montaremos con sentido común, ya que algún tramo esta descarnado por las lluvias.
Se llega a Bogarra para empezar la primera de las subidas, cruzando el Río por el puente y admirando alguna de las esculturas que se encuentran en la senda, serán 3,5 km. hasta llegar a los Calderones. Tras algo más de cuatro km. de falsos llanos, se llega a la senda de las Toñeras, que sin ser muy técnica, hay que poner todos los sentidos, llegando al camino de las Animas donde se vuelve a subir por pista unos diez km. pasando por Las Fuentecillas, Los Candelos y por debajo del Poyo de las Cuevas se llaga a Yeguerizas, lugar insólito donde perplejo observamos una gran cantidad de desperdicios humanos en forma de latas, botellas, tetrabriks, etc. "que lamentable imagen en un paraje que no merece".
Unos siete kilómetros, mitad subida mitad bajada, nos separan para alcanzar la parada estratégica y el bocata en la Vegallera, con suma tranquilidad decidimos, reponer lo perdido con tantas subidas y bajadas, y más viendo el rico queso y vino que nos sirvieron en la posada. Terminada la parada no toca más remedio que reanudar la marcha, y ahora sí que me arrepiento de haber ingerido aquello que me sabía a gloria, ya que durante los dos próximos infernales km. me salía por el gaznate lo que antes era manjar. Una vez llegado al alto del Chuscarrero y por el camino a Paterna, el descenso es vertiginoso al igual que lo fue la subida, cierto es que ahora no la recuerdo.
Pronto se llega a Río Madera sabiendo que la Casa Rosa está cercana y la ruta llega a su fin, habiendo pasado una mañana intensamente movida, con dos averías de cierta importancia, haciendo que el retraso se prolongase hasta las 16:30, lo cual no fue impedimento para sentarnos a comer lo que nos pusieran, que por cierto no hubieron sobras.
Debido a las inclemencias del tiempo, la ruta del día siguiente por la Sierra de Pino Cano, en la Sierra de Alcaraz y la Cuerda de Atalaya, con parada y fonda en Paterna de Madera , decidimos posponerla.