La Bolera, Almiceran, Mirador del Maquis, Trancos del Lobo, Cañada del Mesto, La Bolera.

Desde la Bolera, por la carretera de Pozo Alcón a Castril, nos ponemos en marcha abandonando esta a la izquierda en Campo Cebas por el camino de los Almiceranes hacia los Llanos de las Velas, en una de las colas del embalse de la Bolera y continuar por el camino del Cañuelo, hasta atravesar el Arroyo de la Rambla (sin agua) hasta llegar al cortijo de la Marcellana y continuar en constante ascenso por la pista de los Torcales hasta la Cuerda de La Marcolla, Torcales del Lobo. El carril va ganando altura hasta llegar a las proximidades del Collado de Juan Domingo donde nos desviamos a nuestra derecha por la Cañada de la Peguera-Postero al camino del Mirador del Tranco del Lobo. (Mirador de Ramiro). (1)

A medida que ganamos altura suavemente, la vegetación del terreno es más cerrada e intensa. Grandes Laricios de magnitud imponente nos acompañan en dirección al Mirador del último maquis que sobrevivió en estas sierras.

Al llegar al Mirador y observar el abismo que hay bajo los enormes cortados de estos Trancos y Poyos, no puedes dejar de emitir un ¡¡OOFFF!! de exclamación. La brutalidad y profundidad de las panorámicas cenitales que contemplamos, son abrumadoras. Todo un mundo de naturaleza salvaje a nuestros pies.

Tras los deslumbrantes escenarios que contemplamos desde esta ¡¡IMPRESIONANTE!! terraza, desandamos brevemente el camino y dejando las bicis que descansen, nos dirigimos a los cortados de los Trancos del Lobo. Una sucesión de contrafuertes de paredes de gran altura y con unos ¡¡IMPRESIONANTES!! vacíos bajo nuestros pies.

Desandamos el cresterío en busca de las bicicletas (ya han descansado bastante) y otra vez de camino al Collado del Poyo de Juan Domingo, el cual es un excelente mirador sobre el Cabañas, Calar de Juana y la Cañada del Mesto bajo nuestros pies. Cerca de este Collado-Mirador natural que es una gran plataforma en un mundo de roca, se encuentra el Refugio Forestal (sin actividad) Poyo de Juan Domingo. A nuestra derecha nos espera el Sendero de Serafín Pérez (2) que desciende por los cortados del Tranco de Juan domingo, y el de Poyos de Tribaldo a las ruinas del Cortijo del Poyo y la fuente de Tribaldo.

El sendero de Serafín Pérez Jumilla, es muy técnico. Habrá bajada de peana en más de una, dos, tres, cuatro ocasiones..... y pateo. Más vale no envalentonar el ánimo. Aquí una caída, tendría severas consecuencias.

La fuente del cortijo tiene poca agua, y fresca no está, pero es la que hay....

Desde el cortijo, bajamos al camino de la Cañada del Mesto y tras coronar en el Cortijo Rasos del Peral, nos espera una bajada disfrutona hasta llegar al Camping de la Bolera.

Hoy, una vez más he disfrutado de la compañía de Álex y Ángel, y aunque el programa previsto era más amplio, una "incidencia" en la bici de Dani, ha impedido cumplir lo que estaba previsto. Seguro que habrá otra oportunidad para completar lo que no se ha podido.

NOTA HISTORICA: lo que a continuación expongo, es repetición de lo que expuse en una de mis crónicas de la primera vez subí, al mirador del maquis y tranco del Lobo.

1º RAMIRO.
'El Ramiro' y su partida de defunción
Quesada homenajea al maqui granadino Manuel Calderón, cuya acta de fallecimiento tiene misteriosamente tachado el párrafo en el que dice que fue abatido por la Guardia Civil. EL maqui Manuel Calderón, alías 'El Ramiro', que nació en Ítrabo, jamás podría sospechar que su partida de defunción sería algún día regalada en pergamino por las autoridades de Quesada, pueblo que queda cerca de donde lo mataron y en cuya plaza su cadáver fue expuesto después de ser abatido a tiros por la Guardia Civil. La misma delegada de Justicia de Jaén, María Luisa Gómez, recibió dicho pergamino como homenaje al maqui granadino en el que se dice que murió «al hacer frente a la Guardia Civil cuando esta lo perseguía como malhechor y fugitivo de la guerra de 1936».

Sin embargo, estas líneas, aunque se leen perfectamente, están tachadas. Una mano anónima, seguramente a instancias a algún superior, quiso borrar esta parte. Es más, debajo de la certificación se dice que «lo tachado no vale». Según el investigador Luis Miguel Sánchez Tostado, que ha estudiado el fenómeno de los maquis en Jaén, estas líneas fueron tachadas porque «tal vez se dieron cuenta de que en 1936 'El Ramiro' era sólo un niño de 13 años. De ser así se estaría reconociendo la ineficacia de las fuerzas del régimen para capturar a este joven que durante 14 años luchó clandestinamente contra las tropas sublevadas».

MÁS DATOS DEL RAMIRO, PROCEDENTES DE LA WEB DEL AYUNTAMIENTO DE QUESADA, facilitados http://ubedatrekking.blogspot.com/2015/03 al cual agradezco su aportación a la historia ocurrida en la Sierra del Pozo (Cazorla).

MIGUEL CALDERON, "EL RAMIRO". ULTIMO MAQUI DE LA PROVINCIA

"El protagonista de esta historia nace, en Itrabo (Granada) en al año 1923
Trabaja como casero en "la finca la Chorrera", propiedad del juez de la localidad y amigo íntimo suyo, donde conoce a "la gente de la sierra", que le explicarán las injusticias de la guardia civil con la gente de izquierdas. El les ayudará lo que hará que tenga que huir a la sierra y unirse a la partida de Pablo el de Motril, desgajada de la desaparecida Agrupación Roberto.
En estas sierras, Manuel formaba parte de la partida de Pablo el de Motril, que huía al exilio a Francia, y que entró por Pozo Alcón. En 1951, Pablo nombra al Ramino su hombre de confianza, tras apresamientos y deserciones. Se instaló su grupo en algunos lugares de nuestra sierra como Tranco del Lobo, la loma de Cina Santa, en la Cueva de los Maquis, etc... para aprovisionarse de las localidades vecinas del largo frío invierno que se avecinaba.
En el atardecer del 31 de Diciembre de 1951 bajan a Belerda, donde habían planeado el secuestro de Antonio Guerrero "Largueras" y de Blas Tomás Martínez Guerrero. EL médico por entonces en Belerda era Juan Martínez Pastor y José Paredes Campos que al asistir a un parto en la noche se vieron involucrados en los acontecimientos después de que sonara la cuerna de Antonio Guerrero Largueras. El rescate se produjo el anochecer del 1 de Enero de 1952, acabando así el secuestro, aunque no sus consecuencias.
La Guardia Civil tras los acontecimientos envió un destacamento a la Casa Forestal del Realejo. Manuel Calderón Jiménez "El Ramiro", "falleció al hacer frente a la Guardia Civil cuando este lo perseguía como malhechor y fugitivo de la pasada guerra de 1936", como consta en el acta de defunción del Juzgado de Paz de Quesada (Tomo 74-n.º 0437201/97).
Su cadáver fue llevado a casado donde fue vilipendiado, insultado y expuesto para escarmiento público. Llevaba un traje de pana verde, unas esparteñas, unas granadas de mano, un viejo fusil. Los secuestrados fueron obligados a reconocer el cadáver, que resulto ser el de "El Ramiro", y no el de Pablo el de Motril como esperaba la benemérita. Sus restos fueron trasladados primero en una mula y después en un viejo camión Ford, permaneciendo algunas horas ante la casa natal de Franciso Antonio Serrano Bedoya, el que fuera ministro y director general de la benemérita. Ante el linchamiento del cadáver hubo de interceder el párroco Manuel Alejo Vallejo. No se hizo eco en la prensa provincial de los sucesos de Quesada, ni aparece en los libros de enterramiento de la Parroquia ni del Ayuntamiento. Su cadáver fue llevado 28 de febrero a una fosa común del Corralillo de los Ahorcados del cementerio municipal Ntra. Sra. De Tíscar de Quesada. Cuentan que aquella noche se oyeron los gemidos de Pablo, jerónimo, Duarte, Martín y el resto de su partida por el Cerro de la Magdalena."



Otra teoría dice que hubo dudas en cuanto a la identificación de su cuerpo, ya que muchos creían que se trataba de otro maqui. Incluso hay quien dice que a 'El Ramiro' lo vio alguien vivo mucho años después de haberse certificado su muerte.

Pero misterios aparte, el caso es que en este deseo actual de recuperar el recuerdo de aquellas personas que murieron combatiendo el franquismo, le ha llegado el turno a los guerrilleros antifranquistas granadinos que, procedentes de la Sierra de Baza, acabaron muertos en la Sierra de Cazorla, donde se habían refugiado. Ha sido durante este fin de semana en Quesada, localidad jienense que ha elaborado las llamadas rutas de los maquis y en las que, practicando el senderismo, se pueden visitar los cortijos y cuevas que fueron escenario de la última resistencia armada que tuvo el franquismo al acabar la guerra civil. Gran parte de esos guerrilleros pasaron más de diez años escondidos en estas sierras. El último guerrillero que hubo por esta zona precisamente se llamaba Manuel Calderón, aunque todo el mundo lo conocía por 'El Ramiro', el hombre cuya partida de defunción tiene ese párrafo tachado.

2º SERAFÍN PEREZ JUMILLA: el guardián de la Sierra de Cazorla
Serafín Perez nacio en el cortijo de la Canalilla, cerca del de Los Rasos del Peral. fue Guarda toda su vida. Primero en la Finca de la Cabrilla Baja, que era propiedad de la señora de D. Enrique Mackay, el gran ingeniero de montes que diseñó el ordenamiento de montes en las sierras de Cazorla y Segura, y responsable de la repoblación de toda la sierra. Posteriormente, gracias a Mackay pasó al cuerpo de Guardería Forestal del Estado. Estuvo muchos años en la zona de Pozo Alcón. El sendero desde el Cortijo del Poyo Tribaldo al Refugio Forestal del Poyo de Juan domingo, fue invención suya y convenció a sus superiores de la idoneidad del camino. Gracias a su determinación se llevó a cabo.