La Casa de la Estacion(R) Albentosa, Fuendelcepo, San Agustin

Rutilla muy fácil que Filomena se encarga de ponerle el "picante".

Enero de 2021. La borrasca denominada Filomena nos deja una capa de nieve de cincuenta centímetros después de treinta y seis horas de nevada ininterrumpida.

Pasados cinco días, aún queda nieve suficiente como para atascar con las bicis unas cuantas veces, y hacer de un recorrido muy sencillo, con muy poco desnivel y sin ninguna complicación en tiempo seco, toda una aventura invernal.

Al menos nos acompaña un tiempo de anticiclón con solecillo y viento Cierzo flojo, que no penalizó la vuelta.

Salida desde La Casa de la Estación®️. Evito la subida por el camino para hacerlo por la carrera y así no empezar con barro. Una vez en la Vía Verde sigo la huella que abrimos en plena nevada, que se mantiene con un espesor menor y que facilita el avance aunque cada trinchera es un ventisquero con hasta cuarenta centímetros de nieve, por la mañana dura, pero luego se volverá primavera por el sol a la vuelta.

Al llegar al túnel encuentro los primeros derrumbes, no muy graves esta vez, pero que han dejado abundantes piedras en el camino.

El puente está limpio y se puede circular rápido por los bordes de piedra que están despejados, con el gustillo que da rodar justo viendo la altura.

Trinchera y llego al sendero de subida al pueblo, que al estar en la solana y con el piso de hormigón, tan solo preocupan los regueros de agua congelada. El ribazo de la derecha tiene tres metros de altura y no te puedes permitir un resbalón.

Albentosa limpio, donde me encuentro con @estebancharangas y Pablo.

Subida a la carretera de Fuen del Cepo que la quitanieves ha dejado despejada. E intentamos salirnos por el camino que va por la cresta dirección Mas de Gorriz, pero a los cien metros volvemos por lo difícil que está. Primera caída múltiple.

En Fuendelcepo tomamos camino del Barrio Alto y aquí la limpieza la han hecho los vecinos con sus medios. Esta transitable pero mucho más emocionante. La pendiente negativa te ofrece correr, pero los surcos en la nieve, las huellas del tractor y el hielo, te mantienen en tensión todo el rato. Segunda caída.

En el cruce con la VVON salta la duda de volver, pero seguimos hasta la N234 que está limpia y de allí a San Agustin, primer pueblo de la provincia de Teruel.

En la entrada, control con gran despliegue de efectivos de la guardia civil, provocado por la gran afluencia de valencianos buscando nieve y saltándose el confinamiento. Nos piden la documentación y pasamos sin problemas.

Dirección norte a buscar la vereda, la primera bajada está preocupante, al norte, en humbría y con bastante hielo. Una vez al sol la nieve se va ablandando por el sol.

En la "vereda" los tramos sin nieve suelen ser con barro, pero se puede circular bastante bien. Los problemas llegan al final, una vez cruzada la carretera de Olba, las huellas de vehículos desaparecen y encontramos nieve virgen, con espesores que hacen rozar los pedales por la nieve dejándonos clavados varias veces, haciendo empujar las bicis unos cuantos metros.

Entramos en la pinada y ahí aún es más difícil, pues la nieve caída de los pinos y venteada sobre el camino, deja bastantes tramos para hacerlos empujando. Cuando se puede ciclar es un gustazo hacerlo sobre nieve sin pisar, pero tiene su precio.

Al final, llegamos a la depuradora y al asfalto de Venta del Aire, que nos da un descanso.

Yendo hacia Albentosa, en el cruce con la Vía Verde de Ojos Negros, nos separamos y sigo por ésta. Resulta ser un tramo interesante pues las trincheras orientadas Este-oeste están llenas de nieve venteada, sin pisar, con más de treinta centímetros de espesor y me toca empujar la bici varios cientos de metros hasta llegar a las solanas, donde los espesores son mucho menores y permiten montar con más o menos facilidad.

Por fin cierro el círculo y alcanzo la huella hecha por la mañana. Ahi vuelve a ser fácil hasta el abrevadero, donde me salgo para bajar por el deposito de aguas y por la improvisada "pista de esquí" que hemos preparado en La Casa de la Estación®️.

La última bajada se convierte en una odisea, donde la nieve pisada es hielo y las caídas de suceden. Caídas tontas, a muy baja velocidad, pero que llaman la atención de los perros, que avisan a los de casa, que se lo pasan en grande viendo el descenso.

Llegada, limpieza, engrase y ducha muy merecida!!