La Liebre-Valenzuela-Cerro de la Gallina-Algarbe-Las Pilas de Dedil-Jurado-Santa Cruz-Las Rozas

En primer lugar decir que esta ruta es dura físicamente y con algunos tramos técnicos.

Además los waypoints con la etiqueta de inicio del ascenso tiene una imagen donde se expone el perfil de la ascensión realizado con la herramienta www.ibpindex.com.



Comentado ésto, comienzo con el relato de la ruta.

Se comienza cerca del cortijo de la Liebre hacia el que nos dirigimos, continuamos hacia el barranco del Tajo donde antes de llegar a Valenzuela hay una fuerte pendiente donde hay que extremar las precauciones convirtiéndose en un tramo de descenso técnico que puede llegar a ser peligroso por la fuerte pendiente.

Al salir de Valenzuela, giramos a la derecha antes de acceder a la carretera para cruzarla por el paso subterráneo del arroyo de las Canales, para tomar el camino derecho dirección al cerro de la Gallina. Justo al principio hay una corta cuesta pero de pendiente superior al 25%, es la primera las duras rampas que hay en esta ruta. En caso de os venga demasiado dura pensar en que hay al menos cinco más como en la ruta, el ascenso desde el cortijo del Algarbe hacia las faldas de la sierra de Loja y el ascenso desde Santa Cruz hacia el cortijo de las Rozas como postre. Una vez pasada esta pendiente se suaviza el ascenso. Pasado en cerro de la Gallina tomamos un camino que tiene una cadena con un cartel que prohíbe el paso a toda persona ajena. En diciembre de 2012 pasé por aquí y no existía la cadena ni el cartel. Lo saltamos y continuamos hasta el cortijo del Encinarejo, para posteriormente cambiar de camino a la derecha, el cual nos llevará por un fuerte descenso hasta el arroyo de Salar.

Seguimos por el camino que va paralelo al arroyo aguas abajo, a menos de 600 metros y justo antes de llegar al cortijo del Algarbe (primer cortijo que nos encontramos aguas abajo), giramos a la izquierda en subida, dirección hacia la sierra de Loja (oeste). Esta zona está repleta de olivos con fuertes pechos y pendientes. En esta época del año, se puede ver espárragos silvestres comestibles a la orilla del camino.

Aquí los tractores de gomas sólo son utilizados por los más valientes, siendo lo más utilizado para realizar las operaciones de labranza los tractores de orugas (de acero), como dicen por mi tierra, en estos terrenos las hormigas carean a vuelta perdida.

Una vez realizado este comentario para mentalizarnos que estamos ante uno de los ascenso más duros que he realizado por las condiciones del terreno y fuerte pendientes, indico los números del ascenso. Ascenso con pendiente media de 11% y que en algunos tramos es superior al 30% por el cual discurren únicamente tractores oruga, todo terrenos y ahora también Holly y yo. En 3,15 km se pasa desde los 655metros de altura hasta los 985 m.s.n.m. (330 metros de desnivel).

A todo estos números, que son números y sobre el papel están de lujo, pero señores cuando hay que dar pedales sobre un terreno que a veces aparecen chinos sueltos (y no precisamente asiáticos), añadido a que están en las zonas de mayor pendiente por donde apenas puede subir los vehículos de ruedas y han pasado tractores orugas que levantan el camino, pues en resumen se vuelve muy exigente físicamente. En la zona de mayor pendiente, tenía que tener un equilibrio en la bici para que no se levantara la rueda delantera (caballito) y traccionara la rueda trasera, confesar que el tramo mas exigente tuve que andar diez metros a pie porque me patinó la rueda trasera y no era capaz de arrancar.

Al final del ascenso nos encontramos con unos pinos y encinas que tienen muy buena sombra donde puede ser el momento para reponer fuerzas.

Para continuar por el camino de la izquierda hacia las Pilas de Dedil, pasando por el cortijo de Salea. Decir que justo al principio hay una valla para que el ganado no cruce, pues bien se abre y después se vuelve a colocar. Tras la valla hay un descenso técnico y un poco peligroso pero no demasiado.
Antes de llegar a las Pilas de Dedil, giramos a la izquierda dirección este para llegar a la carretera de Alhama al Salar, donde seguimos por ella dirección al Salar hasta terminar el ascenso donde giramos a la derecha para tomar un camino que nos lleva a Santa Cruz del Comercio, pasando por los cortijos del Jurado Alto y Bajo y la Majada de Canea, parte de éste está asfaltado. Una vez en Santa Cruz los más sabio es tomarse una cervecita y finalizar la ruta.

No es el caso, cruzamos el pueblo ascendiendo hacia el cementerio que esta en la parte más alta del pueblo. Llegado a este punto, pensé en la gente que había en éste, con los kilómetros y repechos en mis piernas pues, me entraron ganas de preguntar si tenía sitio, pero un hombre listo y cobarde como yo que aprecia el tiempo, pensó para qué perder el tiempo si no me van a responder. Aplazando la cita para otro día, decir, que para mí esta cita es de obligado cumplimiento, pero ..., soy un dejado, y pues para estas cosas, más, además me pudo la vergüenza, soy un poco tímido y vergonzoso.
Si se quiere llegar al punto de partida, no se puede eludir el ascenso, y la elección del camino estaba tomada. Pues seguimos ascendiendo dirección cortijo de las Rozas (con z). El ascenso se suaviza al llegar al cortijo del Aire, donde ya podemos respirar un como mejor ya que hay un pequeño descanso para seguir ascendiendo.

Llegado a este punto, me dieron ganas se volver hacia atrás, pero ¿qué voy a hacer en un sitio lleno de valientes?, sigamos con la subida, ¡hay terminar lo que se propone uno mismo salvo que hay algo más trascendente!

El ascenso se termina al llegar al camino del Nogal, donde giramos a la izquierda para terminar la ruta cerca del cortijo de la Liebre (en la linde de éste y del cortijo Pocapaja).