LAGUARDIA-LOGROÑO (Peregrinacion del vino 3º dia. Rioja Alavesa. Rioja Alta y Baja) (Ray2022)

La ruta discurre a lo largo de cinco días recorriendo buena parte de la Rioja Alavesa, así como la Rioja Alta (al llegar a su capital Logroño) y luego la Rioja Baja al recorrer núcleos poblacionales y tierras de viñedo como la de Viana.
A destacar el paso por ciudades como HARO. Capital vinícola de la Rioja, es La comarca más noroccidental de La Rioja, lo que la convierte en frontera de la región con Burgos y Alava. Está asentada en la vertiente meridional de los montes Obarenses, que culminan en los Riscos de Bilibio, a los que las Conchas de Haro separan de la sierra de Cantabria con la que forma unidad morfológica. A partir de aquí el relieve experimenta un rápido descenso, en dirección al Valle del Ebro
Y tras salir de Haro recorreremos buena cantidad de las tierras de viñedos de la Rioja Alavesa. La Rioja Alavesa (Arabako Errioxa), es una comarca de Álava. Y Es una de las siete comarcas o cuadrillas en las que se divide la provincia de Álava. Su denominación oficial es Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa (Guardia-Arabako Errioxako Eskualdea en euskera). La capital comarcal es Laguardia
Dos claros accidentes geográficos marcan sus límites norte y sur. Está delimitada al norte por la muralla de la Sierra de Cantabria y la Sierra de Toloño, que la separan del resto de Álava y al sur por el río Ebro, que la separa de la vecina comunidad autónoma de La Rioja. Rioja Alavesa se encuadra dentro de lo que históricamente se llamó la Sonsierra de Navarra por su pertenencia al viejo reino de Navarra. La Sonsierra riojana, formada por los municipios de Ábalos y San Vicente de la Sonsierra, divide a la Rioja Alavesa en dos partes: Labastida, situada al oeste, y el resto de municipios riojano-alaveses al este.
Luego saldremos de la Rioja Alavesa para entrar en la Rioja Baja pasando por Viana y entraremos en Navarra desde Logroño utilizando el camino de Santiago pasando por enclaves como Irache y su afamada fuente del Vino. En la Ultima Jornada retornaremos a Vitoria usando la Vía verde del ferrocarril Vasco-navarro que recorre a lo largo de 70 kms la distancia entre Estella y Vitoria.
Toda una aventura y disfrute para los amantes del cicloturismo de bici de montaña y de los aficionados al Enoturismo, pues esta aventura por la Rioja conjuga Gastronomía, cultura del vino e increíbles paisajes y pueblos medievales…

BICICLETA Rigida ORBEA ALMA, con ruedas de tacos de 29 x 2,20; equipada con portabultos trasero Topeak con el arcon complementario y bolsa delantera de manillar con 10 litros de capacidad. Total 7,5 ks de peso incluyendo las bolsas/arcón

LAGUARDIA-LOGROÑO- Peregrinación del Vino 3º dia.

NIVEL FISICO... Jornada exigente en sus primeros 23 kilómetros hasta pasar Yecora, muchos repechos y subidas que aglutinan casi todo el desnivel acumulado positivo de la jornada

NIVEL TECNICO... salvo tramos puntuales carece de dificultad técnica, siempre se pueden evitar bajando de la bici y caminando, pero son muy escasos

TEMA FUENTES Y AVITUALLAMIENTOS...Como en jornadas previas al pasar por varios pueblos simpre hay fuente para repostar en la mayoria y nosotros hizimos avituallamiento en bares en:
1º---Oyón, kilómetro 30 de ruta, plaza con varios bares
2º--Fuenmayor, kilómetro 51 de ruta

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA DE LA TERCERA JORNADA

Cuaderno de Bitácora de los peregrinos del vino, por Tierras de la Rioja Alavesa, Rioja Alta y Baja.
Tercera jornada ciclogastronómica… “Bebo cuando tengo gana, y cuando no la tengo y cuando me lo dan, por no parecer o melindroso o malcriado”… y estas palabras le decía el bueno de Alonso Quijano a su buen escudero Sancho, en alguno de los parajes del famoso libro del Quijote… pues bien las podíamos hacer nuestras, tras dos jornadas intensas en la Rioja Alta Y Alavesa... tras visitar bodegas con sus correspondientes catas y a ello sumar los caldos degustados en las comidas y las cenas… Y así con el cuerpo recuperado de los esfuerzos y las emociones de la jornada previa, tomamos rumbo a la capital de la Rioja: Logroño.
Pero claro por carretera dicha ciudad dista a poco más de 14 kms de Laguardia… y sería muy fácil y demasiado sencillo tirar por carretera… pero no era esa nuestra idea, todo lo contrario… así que con ganas y con las primeras luces del día nos despedimos del encargado del Hotel-Restaurante Marixa donde nos trataron de fábula.

Por delante aguardaba una dura jornada de 70 kms, sobre todo en su parte inicial hasta pasar Yécora. Pues en los primeros 23 kms de la jornada de hoy nos esperaban todos los repechos juntos de la Rioja Alavesa… cada vez que lo pienso y recuerdo...que dolor de piernas… pero no voy a adelantar acontecimientos...
Salimos por asfalto los primeros kms en bajada de Laguardia, pueblo que aún dormitaba cuando nos pusimos a dar “patadas” a los pedales. Buena temperatura y mirando en todo momento a la izda, hacia el Norte la Sierra de Cantabria. Así pronto comenzamos a pedalear por campos de viñedos por buenas pistas y enseguida comienzan los sube y baja continuos, que a esas horas de la mañana y con los músculos aún dormidos… se quejaban los mismos igual que nuestras polvorientas cadenas, de nuestras machacadas monturas, las cuales gemían como plañideras pidiendo unas gotas más de aceite…

Pronto tenemos a la vista el pueblo del ElVillar, pues seguíamos en tierras de la Rioja Alavesa. Pero antes de llegar al mismo, tras transitar un tramo por asfalto, tomamos un ramal que sale por la izda para atacar un duro repecho por angosto sendero… había que hilar muy fino para no salirse de tan estrecha “vía”…menos mal que con el desayuno no nos dieron vino… y tras pegarse con el terreno y hacer un poco equilibrismo coronamos por fin el citado “cuestón”, sin ser descabalgados de las bicis… Por fin enlazamos con un camino más ancho y fuimos a dar a un guapo mirador, el cual albergaba el DOLMEN Y LA CHABOLA DE LA HECHICERA…la verdad que el lugar, al lado de las viñas cargadas de frutos de Baco, tiene su encanto pues es un guapo mirador sobre el pueblo del Villar y buena parte de la Rioja Alavesa.
El Dolmen de la Chabola de La Hechicera es uno de los dólmenes más importantes de Euskadi; y probablemente sea el más grande y el que mejor conservado está de toda la zona. Fue descubierto en 1935. La cámara está formada por 9 losas que describen una figura poligonal. La galería está compuesta por 5 losas más las de cierre. La losa de cubierta estaba partida en tres pero después de restaurarla fue colocada en la que se supone fue su posición original.
En las excavaciones se encontraron numerosos objetos, además de restos humanos: hachas, trozos de cerámica, aros... Y es ya tradición desde hace mucho tiempo que la víspera de las fiestas de la virgen de Agosto, se celebra un “akelarre” en las inmediaciones del dolmen; una representación con un macho cabrío, brujas...

Cautivados por la magia del lugar y viendo como los rayos de sol aún bajo, incidían sobre las vides, algunas de las cuales empezaban a tomar los colores ocres y rojizos del otoño.. convirtió aquel paraje en el más guapo de la jornada, para los ojos de quien esto escribe… y doy fé que veríamos hoy muchos lugares con encanto, pero este es de los que permanecen en el álbum de la retina de los recuerdos… con el dolmen al abrigo de un árbol y al fondo la torre de la Iglesia de Elvillar y resto del pueblo. Y erigiéndose al fondo como un farallón calizo toda la sierra de Cantabria y por el otro lado hacia el oeste el bello pueblo de Laguardia…
Seguimos ruta llegando al pueblo de Elvillar, y no sé si sufrimos algún tipo encantamiento de la mencionada hechicera... pero por azar o por acto de la bruja fuimos a dar con otro tramo de lecho pedregoso y roto, que no le gustó mucho a las monturas cargadas con las alforjas, así que despacito para que no se estropease el petate llegamos por fin, sanos y salvos, al pueblo de Elvillar.

Elvillar, antes llamado El Villar de Laguardia. Con estratégica ubicación sobre un cerro o atalaya, dominando los valles laterales otorgan un aspecto de fortaleza al pueblo de Elvillar o Bilar. Donde emerge en medio del mismo una majestuosa torre parroquial entre las líneas de casas tradicionales que se amoldan a las laderas de la colina. No en vano existe una calle denominada Cercas Altas que hace honor a un pasado amurallado del pueblo.
Antiguamente se llamó Elvillar de Laguardia por ser una de las aldeas a ella perteneciente; hasta que en 1667, por real disposición dada por Don Carlos II, consiguió su independencia con el título de Villa. En el siglo XVI, este pueblo gozó de su máximo esplendor, poseyendo el mayor índice demográfico de todas las aldeas que pertenecían a Laguardia…
Salimos del pueblo, más rápido de lo que a mi me gustaría, al no poder contemplarlo a fondo, pero había que seguir ruta y cada parada demoraba la marcha… asi seguimos sufriendo el continuo sube y baja con duros "repechones", en ocasiones de tierra y otras de pista asfaltada que mitigaba un poco el esfuerzo… pasaban lentos por entonces los kilómetros y cada vez veía más cerca esa gran formación montañosa que es el “León Dormido” en la cola de la Sierra de Cantabria… claramente íbamos ganando altura a la vez que disminuía la potencia de nuestras fuerzas… los 8 kgs de peso de las alforjas sumados a los 12 de la bicicleta comenzaban a ser un lastre considerable en aquella enorme meseta repleta de pequeñas altiplanicies… Asi íbamos pasando pueblos como Lanciego primero y Viñaspre después en busca del pueblo de Yécora…
Lanciego es un pueblo guapo medieval de la Rioja Alavesa, donde podemos observar casas y palacios blasonados, conduciéndonos todas ellas a la Iglesia Parroquial de San Acisclo y Santa Victoria, de finales del S.XVI, con un retablo renacentista y un coro rococó, con buena sillería tallada, que cobija un excelente órgano barroco, uno de los más antiguos existentes en Euskadi. Por fin llegamos tra una dura subida de asfalto al pueblo de Yécora.. apenas 20 kms marcaba el GPS de ruta, pero con tanto repecho y tanta cuesta teníamos ganas ya de disfrutar alguna bajada prolongada y sabíamos que llegando a Oyón la tendríamos… pero aun quedaba un rato.
Yécora. Como casi todos los pueblos de la Rioja Alavesa, se sitúa sobre una colina rodeada de viñedos y cultivos de cereal. En la parte este de la localidad tiene interés su fuente vieja, de trazado gótico, enclavada en un espacio singular. Fuera del casco urbano, a poco más de un kilómetro del pueblo, se encuentra la pequeña ermita de Santa María de Bercijana, que fue levantada entre los siglos XIII y XIV. La construcción del santuario, la elección del lugar y el nombre de la imagen están relacionados con la creencia de que la Virgen se apareció en una colina a Berciján, un pastor de Yécora..

Salimos pedaleando del pueblo con ganas de llegar a Oyón, nuestro lugar marcado en el mapa como avituallamiento en el kilómetro 30 de ruta de la jornada. Y por fin oteamos que delante de nosotros ya no había nada más que subir… por el momento… con algarabía dimos rienda suelta a las monturas, las cuales se mostraron jocosas y en alocada carrera, espoleadas por sus jinetes, bajamos como postas embebidos por la emoción en busca de alguna posada o venta donde saciar la sed de tan polvorientos caminos… fue una bajada larga y prestosa, de varios kilómetros hasta el pueblo de Oyón. El cual cruzamos de norte a sur en busca de una buena posada y doy fe que la encontramos y buena. Con buen posadero que nos sirvió fríos zumos de malta y cebada y unos bocadillos pequeños de rico pan que el llamaba “matrimonios”, los cuales albergaban en su interior anchoas y otras ricas viandas…
Tuve tiempo para embeberme del pasado del pueblo de Oyón mientras descansábamos, así pude enterarme un poco de su historia y tradiciones populares...
Fue hito importante en el primer itinerario del Camino de Santiago y conserva casas señoriales de gran interés histórico. En la plaza de la Concepción puedes ver los edificios más antiguos, de origen medieval. A la entrada del pueblo tienes el palacio barroco del Marqués del Puerto, en cuya fachada aparece la leyenda: “no fallara esta espada quebrar miles”.
El Templo parroquial de Santa María alberga un coro plateresco del siglo XVI. La torre barroca, está considerada como la más esbelta y bien trazada de toda la Rioja Alavesa, la figura de la veleta que la corona se la conoce como “La Giralda”.La Plaza Mayor es casi toda ella de interés: con una gran casona del siglo XVII y un edificio renacentista.
En Oyón conservan numerosas fiestas populares, entre las que merece la pena destacar las fiestas patronales en honor a San Vicente y San Anastasio, con sus 4 gigantes y 4 cabezudos y el “Revolcón del Katxi", personaje de origen desconocido, vestido con traje de fieltro de grandes rayas rojas y verdes, tocado con un gorro de igual tela que lleva colgada una piel de zorro y da vueltas en el tremolar de la bandera…

Nos despedimos del guapo pueblo de Oyón y con él de la bella Rioja Alavesa, que tan bien nos trató; para tomar dirección a Logroño por el conocido camino Viejo de Oyón. Hasta enlazar ya en las puertas de Logroño, con una via ciclista que nos llevó hasta el complejo deportivo de la Ciudad. Asi bordeamos la ciudad de Logroño para conocer algunos de sus pueblos cercanos como fueron Fuenmayor primero y Navarrete después.

Maese Pola y yo, salimos del entorno de la ciudad de Logroño buscando caminos en sentido ascendente hasta coronar cerca del alto de la colina llamada Cuesta de la Isla, donde hay antenas en su cumbre pedaleando por el camino del Rodejón.
Tras coronar la dura subida seguimos por buenas pistas a mitad de ladera de la montaña con guapas panorámicas sobre la Ciudad de Logroño y pueblos limítrofes. Cruzamos el pueblo del Cortijo y tras salir del mismo tomamos la via verde del Cortijo, que discurre por la antigua “caja de la via del ferrocarril”. Tramo prestoso y llano hasta que abandonamos el mismo para bajar a los campos de viñedos, separados por un camino del Ebro.
Zona guapa y llana que fue de agradecer. Salimos del valle con una pequeña subida tras cruzar un pequeño túnel y nos dirigimos ya al pueblo de Fuenmayor. El cual no me llamó nada especialmente la atención. Donde destaca este pueblo es probablemente por la fiesta más importante del pueblo: la Fiesta de Los "Marchos", celebrada desde tiempos inmemoriales la noche del siete de diciembre, en la que se encienden hogueras por todo el pueblo. En él buscamos un lugar donde comer aledaño al parque.

Seguimos ruta tras una buena pitanza para continuar por caminos entre vides y luego por zonas de bodegas, donde recuerdo las de Montecillo, que ya tenían las puertas cerradas a visitas. La ruta continuó atravesando el pueblo de Navarrete. Paso del Camino de Santiago y declarado por su interés histórico y monumental, "Conjunto Histórico-Artístico"; es parada obligatoria para todo peregrino, por la cultura y la historia reflejados en sus calles y monumentos. Es el único centro alfarero actual de la comunidad autónoma de La Rioja y ha sido uno de los más importantes del norte de España…
Ya había ganas de llegar a Logroño, el cual estaba en fiestas y así poder salir a degustar unos vinos acompañados de ricos pinchos en su ya famosa calle del Laurel… pero aun quedaban unos 10 kms de ruta. Fueron favorable por suerte bordeando el embalse de la Grajera y su parque natural, auténtico pulmón para el disfrute de los vecinos de Logroño. Un mar de pistas y caminos surcan el mismo y bordean el citado embalse. Sus caminos nos fueron acercando ya de nuevo a la ciudad de Logroño. Momento para activar al maps de Google que nos llevaría al corazón de la ciudad donde haríamos noche.

Fue otra grata jornada, salimos de la Rioja alavesa, que me sorprendió gratamente y entramos en la Rioja Alta llegando a la capital de la Rioja… atrás quedaron miles de viñedos, cientos de caminos polvorientos, pueblos medievales que se elevan sobre atalayas, rincones del paleolítico y del neolíticos con esos dólmenes y túmulos funerarios como el de la Hechicera… y donde destaco además de la belleza del paisaje el cariz humano de sus gentes…