Lagunas de ruidera Pura Vida¡¡ Miradores, cueva de Montesinos, sendas. Descubriendo un canal ¡¡¡

Difícil será plasmar en papel el cúmulo de sensaciones y experiencias que vivimos el pasado sábado los integrantes de Pura Vida. Parece mentira pero cada día disfrutamos más intensamente de las horas que dedicamos al compañerismo, la montaña y la bicicleta, y aunque parece que cada sábado llegamos al cenit, cada día es mejor que el anterior.



Este equipo se basa en el respeto mutuo y siempre con cachondeo se atienden los gustos de todos, por lo que si uno quiere bajar la senda por la que vamos subiendo, pues se baja, si otro quiere visitar una cueva, pues se visita y si otro quiere tirar unas fotos, pues se tiran.
La prioridad a día de hoy es pasarlo lo mejor posible disfrutando de la montaña, si además hacemos deporte pues mucho mejor.
Raro es el día que no se apunta alguien y quizás alguno termine siendo un pura vida más, siempre que cumpla el requisito indispensable, venir con ganas de disfrutar y pasárselo bien. En esta ocasión repitió Luis, el cuñado de Jose y se unió Juan Carlos. O mucho me equivoco o los dos disfrutaron de lo lindo y demostraron ser grandes compañeros y ciclistas.
Con ese espíritu pura vida salimos el pasado sábado de Ruidera a las 8 de la mañana, tras tomar un café en el bar de la plaza y atestiguar que la niebla nos difuminaría el amanecer.
Primeras pedaladas frías y húmedas bordeando la laguna del rey y la colgada, que apenas atisbamos entre la bruma. Camino con algo de barro helado que nos adentra en el bosque por la cañada de las azadillas tras pasar un par de choperas antiguas con grandes ejemplares.
Poco a poco entramos en calor y ascendemos el camino que nos retorna hacia las lagunas. Llegamos a una zona de miradores, uno a cada lado de la montaña donde merece la pena asomarse a izquierda y derecha para ver en primer lugar, y aún entre la niebla, la laguna Colgada con su pequeña isla, y al otro lado las cascadas con las que el agua cae de la Santo Morcillo a la laguna de Batanas.
Bajada rápida por pista hasta las lagunas para disfrutar de las cascadas más de cerca, y de algunas vistas increíbles y bucólicas de patos y pescadores entre la bruma que flota sobre el agua.
Todo nos gusta, todo lo visitamos, todo lo subimos, todo lo bajamos, fotos, videos, risas, compañerismo…Pura Vida¡¡



Seguimos el camino para llegar a la senda que discurre siguiendo la valla del camping los batanes, donde tenemos un par de pasos técnicos, pero en general sin demasiada complicación. Antes de llegar a la carretera y unos metros después de dejar la valla a la izquierda encontraremos una senda de subida a la derecha. Discurre por el típico terreno de barro rojo por lo que en épocas de lluvias quizás se haga pesado. Al llegar arriba el sol conseguía abrirse paso entre las nubes y aprovechamos para comer algo con buenas vistas a la laguna de San Pedro y la Tinaja. La bajada es por pista estrecha algo rota pero en general sin problemas y al final tenemos un pequeño salto que hacemos un par de veces para divertirnos.




Nos deja en la carretera que circunvala la Tinaja. La seguimos por la izquierda y nos dirigimos hacia una senda de subida al mirador de la cruz que es muy técnica y en caso de hacerla de bajada puede ser una delicia para los armados con suspensiones de largo recorrido en ambos ejes o bien una pesadilla para los menos habilidosos como un servidor. A pié se baja sin problemas eso sí. Dejo algunos videos de Juanto y Carlos bajando su parte más técnica.




Si la hacemos de subida como es el caso, sin duda tendremos que tirar de bici al hombro en este primer tramo.
Llegamos a un primer mirador sobre la Tinaja y San Pedro y seguimos subiendo hasta la cruz. Como veis en el video, desde aquí sí que puede hacerse del tirón, siempre que tengamos buenas piernas y equilibrio.



Una vez en la cruz disfrutamos de las mejores vistas de toda la etapa. A esas alturas el cielo estaba despejado y el sol hacía lo que podía para que el mercurio pasara a la parte positiva de la escala.



De nuevo bajada por pista rápida estrecha algo rota y llegamos al antiguo Molino de san Pedro ubicado sobre el Arroyo Alarconcillo. Precioso rinconcito con un par de imponentes nogueras y a su espalda la ermita de San Pedro, de la que parte el camino de subida a la cueva de Montesinos.
Muchos recordarán al mas internacional de nuestros hidalgos en su lucha contra los murciélagos, y en sus ensoñaciones al pié de la laguna que hay al fondo de esta cueva formada por la disolución de la roca caliza. Un placer poder posar frente a esta gruta natural inmortalizada por Cervantes en su famosa obra.
Nos queda un poco más de subida y llegaremos a un centro de visitantes y a un monumento a Don Quijote y su fiel escudero. Nos dirigimos al cruce y evitamos la carretera por un camino que bordea algunos campos y que nos lleva a una rambla arenosa. Cuidado con este terreno pues como pude comprobar en mis huesos es fácil clavar la rueda delantera y salir por orejas. La arena suelta y el lecho rocoso se van alternando y debemos ser firmes con la dirección y fuertes con las piernas.
Justo cuando termina la rambla comienza la aventura de esta etapa y para mí la parte más excitante pues lo que viene a continuación es la primera vez que se traza en Wikiloc.
Buscando alguna forma de evitar la carretera sin meter demasiados kilómetros de llano vimos que siguiendo la carretera teníamos algo parecido a una senda, al menos un par de kilómetros.
Comienzo a informarme y gracias a mi hermano Javier, gran conocedor del terreno, sabemos que se trata de un antiguo canal que llevaba el agua a las turbinas de la central hidroeléctrica de Santa Elena, ubicada entre las lagunas Batana y Colgada.
Javier me dice que tenemos algún paso incómodo para las bicis, con un túnel que está cerrado y un pequeño acueducto. No conoce todo el recorrido y en Wikiloc no hay ninguna ruta que pase por este canal por lo que la aventura está servida.
Justo donde termina la rambla sin necesidad de pisar el asfalto parte el canal, que tomamos con decisión. Se trata de un camino llano con alguna piedra fruto de desprendimiento y alguna rama pero sin ninguna complicación ni obstáculo destacable. Tiene una anchura de unos dos metros y va franqueado por un murete de un metro de altura. Lo vamos disfrutando cuando encontramos una puerta de chapa que nos cierra el paso de un túnel. Una pena, pero nos toca bajar por la izquierda por una senda que como veis en los videos se puede bajar en bici o andando, todo depende de la pericia del ciclista.





Nos toca seguir por carretera unos 300 metros mientras el canal atraviesa la montaña y discurre unos metros sobre nuestras cabezas. A la derecha sube una primera pista que por encontrarse cortada por ramas no tomamos, pero seguramente sube al canal o a un camino paralelo. Lo dejamos por explorar para el siguiente aventurero. Seguimos por la carretera y a la derecha tomamos un camino que nos sube de nuevo al canal.
Lo transitamos felices y de nuevo encontramos otra puerta de chapa. Mientras comienzo a buscar la posible senda de bajada Juanto se acerca a la puerta para descubrir que está abierta, por lo que atravesamos el angosto túnel y salimos por otra puerta al otro lado. Estamos a la altura del restaurante Lengua, donde tenemos otro camino que une la carretera con el canal.
Seguimos por el canal mirando sobre el muro la vegetación que nos rodea y al fondo las lagunas, disfrutando del entorno y llegamos al acueducto. Una pena pues no es transitable y una firme verja nos cierra el paso. Nos toca buscar una senda de bajada a la izquierda que debemos hacer andando por lo suelto y empinado del terreno.
Una vez abajo disfrutamos de la vista del pequeño acueducto y vemos que podemos subir por el otro lado aprovechando un camino.
Hacemos así el tramo final del canal, el más largo que discurre sin ningún contratiempo serpenteando paralelo a la carretera y nos deja en un antiguo dado de hormigón donde el canal se canalizaba en una tubería que bajaba a la central de Santa Elena donde una turbina se encargaba de trasformar la energía potencial del agua en energía eléctrica.
Tenemos unas bonitas vistas sobre este cubo de hormigón. A la derecha algo tapada por la vegetación tenemos una senda que nos lleva hacia un albergue juvenil y de aquí a la carretera.
Un placer poder documentar este tramo de canal que sin duda recomiendo y que ha sido recorrido por miles de ciclistas antes que nosotros y por millones de senderistas, pero aún no estaba en Wikiloc y desde hoy queda a disposición de cualquiera que quiera transitarlo.
Nos queda un poco de llaneo por asfalto donde debemos tener cuidado, pues no hay arcén y en época estival se trata de una carretera muy transitada.
Una vez en Ruidera llegamos a la conclusión de que nuestras barrigas vacías se merecían ser llenadas con buenos productos de la tierra, por lo que disfrutamos de una comida de compañerismo en el bar blanco y negro, con buenos platos y mejor trato. Magnífico broche final a un completo día de disfrute.
Pura Vida¡¡