Lanestosa-Santipiñia-Llana de Salduero-Lanestosa

IBP 65

Asequible y agradecida ruta por el confín occidental de Vizcaya.

Travesía anual por Carranza, que por una vez no me recibe con el habitual calor sahariano que te funde con la bici y las piedras del camino. Día anubarrado, pero con nubes altas que no tapan las vistas y buena temperatura. Empiezo en la villa de Lanestosa subiendo por carretera hasta el alto de Ubal. Unos cinco kilómetros de ascenso serpenteante bastante llevadero. Una vez en la cota pillo, a mi derecha, una senda que circula por debajo de la Muela y emboca con el camino hormigonado del Cotobasero. Poco antes hay una serie de dólmenes sin restaurar que se conocen como "La Cabaña". Continúo en descenso hacia el paraje de Las Arroturas teniendo a mi frente las cumbres de la sierra de Mesada (mi destino del día), el Zalama (cima de los montes de Ordunte) y los aerogeneradores del pico Cañoneros. Las vistas son magníficas.

En Las Arroturas ataco el ascenso al Santipiñia por una senda ancha sin desniveles extremos aunque un tanto pedregosa. No es un ascenso excesivamente difícil, y además atraviesa un bonito hayedo que, supongo, ofrecerá una sombra amiga en días de sol. Alcanzo Santipiñia y por un falso llano dejo atrás el Campo del Pozo y comienzo a bordear el pico Peñalta. Ahora el panorama se abre aún más, y en la distancia se observa la silueta inconfundible del Pico del Ahorcado. En la pradería de la Llana de Salduero el escenario es tremendo: al frente, Carranza al completo con el Cantábrico de fondo; a la derecha, los montes Balgerri, Maza de Pando, Burgüeño, etc.; a la izquierda, la Mesada, la peña Mortera, el Moro, etc.; y detrás, los Montes de la Peña, la sierra de la Carbonilla, la sierra Sálvada, etc.

El descenso de vuelta es interminable: unos 14 kilómetros. Primero desandando el camino hasta Las Arroturas, después a tumba abierta por el hormigón que conduce en fuerte pendiente hasta La Calera del Prado y luego desmontando el río Calera hasta Lanestosa. Muy chulo.