Larzabal-Sorondo-Añarbe-Arriurdiñeta-Ferrerías-BºArtikutza-Trenbideko bidea-Bianditz-Arragua

Maravillosa y exigente ruta por el paraíso del agua: los alrededores del Añarbe y la finca de Artikutza. Agradecer a los usuarios Davintxin y stifmanenc (https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/goizueta-all-mountain-17393750) su ruta por las ferrerías que hemos tomado prestada para parte de la nuestra.
Salimos por el bidegorri de Arditurri en dirección a Iturrioz, por donde accederemos al bonito y escondido valle de Sarobe erreka. Subida hacia la ermita de Ozentzio, con un tramo final durillo, y continuamos hasta el caserío Sorondo, que atravesaremos por la derecha para llegar al cruce de Irubideta y bajar hacia el embalse de Añarbe. En esta ocasión bajamos por una pista en buen estado que no habíamos tomado antes (más ancha de lo indicado en OpenStreetMap), salvo alguna pequeña zarza y la rampa final para llegar al embalse, sin mayor dificultad.
Conectamos con la carretera de Goizueta (NA-4150) y continuamos casi 3 km hasta el desvío situado antes del imponente Palacio de Alduntzin, para subir hacia la cantera abandonada de Arriurdiñeta, base de un helipuerto para emergencias forestales.
Subida asfaltada cómoda y con descansos en sus primeros 4 km, los 2 km finales son más sostenidos (rondando el 10%). Desde la cantera tenemos una bonita vista de los alrededores, antes de sumergirnos en los parajes mágicos de Artikutza.
Atravesamos la puerta y tomamos un primer sendero para abrir boca y conectar brevemente con la pista ancha, de la que volvemos a salirnos para descubrir el hayedo de Elama a través de un bellísimo sendero totalmente ciclable. El entorno os dejará sin palabras.
Continuamos en descenso hasta un precioso puente de madera que cruza el riachuelo Elama, y posteriormente seguimos el curso del mismo, elevados y en paralelo hasta volver a salir a la pista ancha que nos deja junto a los hornos de calcinación de Labeta, ruinas de la antigua ferrería de Elama. En esta zona nos topamos con Peio Ruiz Cabestany y amigos, quienes llevaban a un integrante con la rueda tocada...¡mal sitio para tener una avería!
Proseguimos hasta alcanzar la ferrería de Goizarin, y tras un vistazo a su precioso puente y las ruinas, toca volver a subir hasta el collado de Otan. Tramo duro y sostenido, que tiene recompensa al tomar el desvío hacia el recóndito riachuelo de Urdallue: de nuevo un sendero increíble que atraviesa en descenso un hayedo de postal. Alcanzamos otro puente de madera en peor estado que el de Elama y al atravesarlo nos topamos con las ruinas de la antigua ferrería. Desde aquí, toca volver a subir y ya empieza a notarse el desnivel acumulado. Antes de alcanzar el depósito seco de Lizarurdiñeta tendremos un tramo de canalización bastante incómodo, ya que el sendero que circula por su izquierda está plagado de raíces que dificultan mucho el avance.
Ojo tras alcanzar el depósito y la caseta de registro de aguas, porque el sendero desaparece internándose en la hojarasca. Tirad hacia vuestra derecha para dar con una pista ancha que baja desde la cima de Izu. Alcanzada la pista podéis seguir por ella, saliendo al embalse, o podéis bajar por donde sigue el track, ojo en esta zona porque el camino está complicado.
Llegados al poblado recargamos bidón en la fuente y afrontamos la última subida de la ruta, cogiendo un bonito sendero que nos conecta con el camino del antiguo tren minero (PR-Na 124). A medida que subamos tendremos una vista privilegiada de la finca (incluso hay un punto de información con un mirador panorámico).
Salimos a la carretera y llegamos a la casa del guarda de Eskas. Sólo nos queda 1,5 km hasta coronar Bianditz y continuar durante 16 km por la GI-3631 hasta llegar al topo de Oiartzun en Arragua, previa parada para tomar un pintxo en el barrio de Ugaldetxo.

Probablemente la ruta más bonita que hayamos hecho en bici.

Distancia total = 67 km
Desnivel acumulado = 1600m
Tiempo en movimiento = 5h 20'