Las 10 de DisneyLanda

Porque un video vale más que mil palabras, videoresumen de la ruta: https://www.youtube.com/watch?v=a84R3V-jotI

Tomo prestado el juego de palabras de esta ruta (https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/disneylanda-enduro-51992625) para titular la que creo que es la ruta definitiva en Landa, que recorre las 10 bajadas top de la zona. Y todo ello concentrado en apenas 43km y casi 2000m+ de senderos principalmente por hayedo y algo de pinar. Para hacerla, hay que estar fuertes o llevar una ebike, pero es una ruta que lo tiene todo, y todo bueno. Tanto, que hasta las subidas molan... y apenas se repiten tramos de subida, algo a lo que tengo una inexplicable aversión y que es muy frecuente en las rutas de enduro.

Con un frío helador, agradecemos subir pulsaciones y entrar en calor en la corta subida hacia el Druída, la primera bajada del día, tras unos primeros 15' heladores por la vía verde. El Druída es una bajada corta, natural, llena de dubbis, toboganes y mares de hojas, una delicia que nos sirve de aperitivo para lo que nos vendrá en el resto de la mañana. Una vez en la pista, remontamos (algún tramo durillo) por ella hasta el inicio del Tobogán, rapidísima bajada que se enlaza con el Druída Plus para llegar casi al mismo punto de la pista a la que cae también el Druída. Esta bajada es de anuncio de Orbea o de Specialized, un tubo interminable de suave pendiente lleno de hojas en el que surfear a toda velocidad subiendo y bajando por las paredes y dando pequeños saltos con la confianza de que debajo de las hojas no habrá una piedra o un tronco. Una auténtica maravilla que, como digo, nos vuelve a dejar en la pista casi en el punto de llegada del Druída. Dentro video: https://www.youtube.com/watch?v=fBXV8r--r6c&t=9s

Para el remonte, esta vez giramos a la izquierda en la pista y perdemos un poco de altura para repetir el corto remonte hacia el Druída, solo que esta vez en lugar de desviarnos a la izquierda hacia el inicio del Druída, seguimos subiendo por una pista senderizada que gana altura haciendo zetas a la derecha de la bajada que acabamos de hacer. Ganamos casi la misma altura que por la pista más larga, pero la verdad es que se hace menos pesada y es mucho más agradable.

Arriba comemos algo y nos preparamos para uno de los platos fuertes del día: la Calavera. Sin duda, la bajada más completa del día, adornada por algunos saltos muy guapos, perfectamente diseñados para una buena recepción sin jugarte el tipo. Solo es cuestión de darle con fe y confiar en el criterio de los trailbuilders locales. Atravesamos el pinar a toda velocidad entre inevitables gritos de alegría y dejamos de lado algún salto gordo todavía en construcción, pero no bajamos hasta la carretera, sino que en un punto del oscurísimo pinar, con "todo el pescado vendido" (léase, la parte más chula de la bajada hecha), giramos a la derecha para remontar por la senda Kalagora y evitar un remonte largo por pista. Este sendero de subida es precioso, técnico y exigente, lleno de curvas de herradura donde hay que mandar la rueda delantera por el exterior con confianza para poder meter la trasera en la curva sin perder el equilibrio. Retador y tremendamente gratificante subirlo montado entero. Atravesamos la pista por la que tendríamos que remontar si hubiésemos bajado la Calavera hasta abajo y tras pasar una cancela nos aparece la espectacular panorámica del embalse con la iglesia del pueblo Uribarri Gamboa, inevitable sacar unas cuantas fotos. De cuento.

La subida sigue al otro lado de la pista, ya fuera del pinar pero con la misma filosofía de culebreo donde luchar cada metro, una lucha que merece la pena ser librada y que tiene como recompensa las magníficas vistas que nos sigue ofreciendo el embalse. Así llegamos a la cumbre del Galbarrain, donde nos volvemos a avituallar y nos ponemos las protes para afrontar Whistler, la bajada más técnica y vertical que veremos hoy. Aquí hay algunos toboganes de poner los cojoncillos de corbata, aunque ya estamos trotados y nadie tiene especial problema hoy en seco. Alternamos zonas de zetas verticales y otras con flow y algún salto asequible para llegar a la vía verde por donde hemos pasado muertos de frío casi 3h antes. La diferencia es que ahora tanto la temperatura ambiente como la emocional han subido considerablemente!

Remontamos brevemente hasta llegar a la carretera, que la cruzamos y seguimos ganando altura primero por un sendero y luego por pista hasta llegar al inicio de la senda de las Hojas. Otro ejemplo de sendero idílico facilito por el hayedo en un mar de hojas caídas. Pena que el último tramo de sendero que va paralelo a la pista esté cerrado por talas y a día de hoy no se pueda completar, pero se puede hacer el 80% de la bajada y justifica plenamente la subida.

Nuevo remonte, este corto por pista hasta el inicio de la senda de los Conejos, que nos encontramos más limpia que el año pasado. Bajada rápida y divertida, por pinar, con algún salto doble y uno más gordo al final, a todos se les puede dar sin problema. De nuevo en la pista, y de nuevo remonte por sendero entre hayas centenarias hasta la cima de Isuskitza, donde volvemos a comer algo para afrontar la bajada número 7 del día, la Vaca que Ríe Light. Siete bajadas, se dice pronto... y lo que queda! Esta senda tiene una primera parte un poco rebotona por la cantidad de raíces que cruzan el sendero, pero la segunda parte gana considerable en fluidez y disfrutamos como enanos... como llevamos haciendo toda la mañana, por cierto.

El siguiente remonte hasta la campa del Albertia es quizás el más duro, por lo roto de algunos tramos, y porque llevamos ya una tralla considerable en las patas, pero el paisaje compensa sobradamente, remontando un precioso valle con su río en el fondo, su hayedo, sus millones de hojas. Una delicia. Arriba, en la campa, comité de crisis, ya que vamos tarde de hora y hay que hacer llamada a casa para extender el permiso de llegada. Ah, y comer otra vez, claro, hay que comer siempre si se quiere llegar con fuerzas al final...

Una vez conseguidos los permisos domésticos necesarios, bajamos hacia Legutiano por la senda Helechos. Rapidísima y sin ninguna complicación técnica, a veces por tubo, otras por sendero, nos pinchamos las piernas con argoma por primera vez en toda la mañana y llegamos a la pista donde improvisamos un pequeño remonte en busca del último tramo del DH de Legutio. La verdad es que no tenemos muchas esperanzas de llegar al punto adecuado, pero contra todo pronóstico llegamos a lo que parece ser el inicio, al menos de la parte más preparada del DH. Quizás se pueda enlazar desde Helechos sin ese remonte por pista, saliendo del sendero un poco antes, veo en el mapa ahora que está marcado.

El DH Legutio es espectacular, creo que es la tercera vez que lo bajo, pero nunca lo he encontrado tan trabajado. Se intuyen muuuuchas horas de curro aquí, con saltos perfectos, cortados, gigantescos peraltes, todo perfectamente diseñado para no perder velocidad y bajar fluido hasta la pista. De nuevo, gritos de alegría, de "otra, otra, otra!!" (olvidándose alguno de los 1600m+ que llevamos y lo jodido que estaba solo 3 minutos antes), qué rápido se olvidan las miserias que alguno ha pasado para llegar aquí.

El remonte lo impovisamos un poco por el norte del DH, y nos comemos un buen repechón por sendero que sospecho que los locales evitarán subiendo por la pista de la derecha con menos pendiente. Nosotros estamos saltarines y pasamos por el inicio del DH para remontar por el hayedo hasta enlazar la senda Helechos por la que hemos bajado. De nuevo en las campas del Albertia, nos preparamos para la décima y última bajada del día, La Casita. Con menos fuerzas y reflejos, es la bajada perfecta para acabar: curveo sin mucha pendiente en la que poner a prueba los tacos laterales de nuestras cubiertas. Muy rápida y muy divertida.

Como digo, la ruta endurera definitiva en Landa, solo apta para sufridores, gente fuerte y ebikers economizadores de batería. Sin duda, una de las mejores rutas endureras que puedes hacer en Euskadi hoy en día. Salvo Whistler, no son bajadas técnicamente muy complicadas, pero casi todas tienen su "punto tonto", por lo que considero la dificultad global de la ruta como "dificil".