Las Calzadas. Herradón de Pinares. Navalgrande. Ávila IBP 81

Dificultad física: alta, dificultad técnica: muy difícil.
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Hasta donde yo conozco, la subida desde el Herradón de Pinares al puerto de las Pilas y al alto de Valdelavía, puede hacerse por tres vías (todas muy duras): el Antiguo Camino Real, Río de La Gaznata y Navalgrande, la ruta de hoy. Por ello esta ruta completaría la “trilogía” de esta zona; no obstante, todo esto está sujeto a las sugerencias de posibles variantes que puedan aumentar el conocimiento de las rutas por esta zona.

Comenzamos yendo paralelos a la carretera del Escorial hasta Tornadizos. Luego, la subida hasta el Puerto del Boquerón, la bonita subida de Quiebrapucheros y el Pico de Mesilla, a 1.425 m (en fin, lo clásico). Rodeando éste llegamos a una portera que hemos de pasar como lo hicimos en la ruta de las Las Parameras y Santa Cruz de Pinares. Inmediatamente sobrepasada, a mano izquierda (waypoint 01), se toma una vereda en la que no se ven rodadas de bici, sí por el contrario de moto, lo que nos indica que es poco transitada por bicicleteros y que muy probablemente esté muy “rota” por la acción de las motos de campo.

En efecto, la vereda se va haciendo profunda y las piedras hacen su aparición (waypoint 2). La vereda va en descenso. Este tramo es practicable en su casi totalidad. Al tiempo que bajamos nos vamos situando en la vertiente que da vistas al valle de Santa Cruz de Pinares (waypoint 3). A partir de aquí la senda “se rompe del todo” y hay que extremar el cuidado. En algunas de las paradas forzadas aprovechamos para tomar fotos del valle y del embalse de la Reguera (waypoint 4). La senda pasa por lanchas de piedra que nos hacen disfrutar “a lo bestia” de esta espectacular bajada técnica (waypoint 5). Pronto empiezan a verse las zonas de antiguas CALZADAS, en algunas zonas (las zetas, waypoint 6) están muy bien conservadas. El descenso es muy técnico hasta llegar al waypoint 6, donde se sitúa la entrada a un pinar y el desvío a la derecha para ir al embalse de la Reguera, todo ello en las proximidades de Santa Cruz de Pinares, población por la que en esta ocasión no pasaremos. Por el pinar vamos a enlazar con la senda que hicimos en la ruta de Santa Cruz de Pinares (waypoint 7). Técnica, divertida y de la que todo el mundo disfrutó a tope. Por ella llegamos al Herradón de Pinares (waypoint 8). Allí Coca-Cola y a reponer fuerzas en el bar de “El Negro”. Ahora ya estamos listos para afrontar el subidón hasta Navalgrande. Saliendo del Herradón, a la derecha nos encontramos con una pequeña ermita, la de Nuestra Señora de la Antigua (waypoint 9). Seguimos por el camino del Hocino Mediano, dejando el desvío hacia el Antiguo Camino Real a la izquierda. Seguimos hasta tomar el desvío para continuar de la ruta (waypoint 10). Pasadas unas naves tomamos una pista a la izquierda (waypoint 11). Puede decirse que aquí empieza el subidón. La pista se convierte en vereda y esta se va complicando. Pasamos fragmentos de CALZADAS antiguas (waypoint 12) y llegamos al encinar. El entorno es auténticamente un lujo, espectacular, impresionante, todo un privilegio poder haberlo visto y “sentido” (waypoint 13). La vereda se hace exigente y en no pocas ocasiones hay que practicar el "empujabike". En muy pocos metros de longitud se suben 300 m acumulados para llegar a las casas y al apeadero de Navalgrande (waypoint 14). Llegados a él subimos hasta la carretera de Ávila – El Escorial, ciclamos unos metros por ella en dirección hacia Ávila hasta llegar al Puerto de las Pilas, allí pasamos la portera de la derecha y comenzamos nuestro descenso hasta Tornadizos, descenso similar a la vuelta por la ruta de Los Corrales de Triguezuelos.

Creo que se trata de una ruta muy recomendable y espectacular, dura y técnica, pero ¡cuidado! tiene una dificultad técnica muy alta, saber cuándo se ha de desmontar uno (según las cualidades de cada cual) es todo un arte que se va aprendiendo con el tiempo. La osadía es mala consejera, también el miedo, el equilibrio entre las dos es el que da el éxito para poder terminar la ruta sin accidentes. Perdonar estos consejos pero, qué le vamos a hacer, uno ya es yayo y no puede evitarlo.

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