Laudio-Gorobel-BTT

Ruta circular desde Laudio / Llodio pasando por:
- Puente de Otazu (4.6 km)
- Ermita de Santo Domingo (6.5 km)
- Ermita de Etxaurren (14.6 km)
- Portillo de Aro (25.2 km)
- Refugio del Nido (26.8 km)
- Menhir La Lastrilla (29.4 km)
- Mojon Alto (31.0 km)
- Perilde (36.1 km)
- Portillo de Goldetxo (39.3 km)
- La Antigua (42.3 km)
- Ermita San Martin eliza (51.1 km)

Se avecina una bonita jornada y hay que aprovechar el día para ajustar cuentas pendientes. Uniremos Laudio con la sierra de Gorobel o Sálvada, casi 70 km con un poco de todo: senderos juguetones del "Territorio AiaraBTT", las cómodas pistas graveleras de la Sopeña, el durísimo portillo de Aro, los llanos de vistas infinitas de la sierra, cuevas (Perilde), el descenso endurero del Txarlazo y el suave parque lineal del Nervión para finalizar. Terminamos la ruta en el punto de limpieza y mantenimiento de bicis de Laudio.

De esta forma, damos inicio a la jornada saliendo de Laudio por el parque lineal del Nervión, el cual seguimos hasta Luiaondo. Allí, junto a la ermita de Santo Domingo se toma el húmedo sendero del arroyo Arcillores. Abandonamos el mismo para subir a la pista que lleva al pinar de Los Caleros, donde recorremos el entretenido sendero XC antes de enfilar hacia Respaldiza.

Una vez en el pueblo, cruzamos la carretera para seguir la pista que asciende hacia Iñarza. Tras el caserio se encuentra el camino que por el SL-A32 nos llevará hasta el collado entre las cimas de Eskorieta y Bagatza, donde hay una charca con preciosas vistas a Gorobel. El siguiente paso es visitar la ermita de Etxaurren, y tras bajar la carretera que lleva a la ermita, girar a izquierda en el cruce para seguir la consecución de pistas de grava que nos llevarán hasta el dólmen de Oletar, a los pies de Gorobel y en pleno Camino Real de la Sopeña. Este camino de gran tránsito mercader en otra época, unía Orduña con el Valle de Mena, hasta que perdió su importancia al abrirse el paso de Goldetxo en el Txarlazo. Al dólmen también se le llama "Mato de las brujas", ya que se dice que hacían akelarres bailando a su alrededor.

Este punto da inicio al ascenso al portillo de Aro, que tiene algunos tramos con una pendiente cercana al 18%. Una vez arriba, encontramos el altar de San Vítores, y seguimos la pista que cruza la majada pastoril de Kobata. Vamos a seguir la pista hasta el buzón de Mojón Alto, donde la abandonamos siguiendo el vallado, para llegar a una barrera metálica que cruzamos. Esta da paso al descenso que se une a la línea del tendido eléctrico, y en el punto más bajo giramos a izquierda para seguir la vaguada que termina en la cueva Perilde. Esta cueva, es el inicio de la travesía que la une a la de Kobaundi, en la pared norte de la sierra, a los pies del Pico del Fraile.

Una traza de rodada, lleva directa a la Poza del Agua, y desde allí enfilamos al paso excavado en la roca, de Goldetxo, al oeste del Txarlazo y la Virgen de Orduña. Bajando por el paso, encontramos la fresca fuente de nombre homónimo, y media docena de curvas más abajo, entramos al sendero de descenso de BTT que se han "currado" los bikers de la zona. De curvas cerradas y poco descanso, requiere de toda la atención.

Entramos a Orduña por el santuario de La Antigua, y en la plaza del pueblo aprovechamos a reponer las fuerzas en un bar. El camino de retorno nos lleva junto al río Nervión a Arbieto, donde tomamos el bonito sendero que asciende hacia Lekamaña. En Lekamaña, trago de agua y seguir subiendo para luego bajar a la antigua estación de tren de Lezama.

A continuación por carretera, bajamos al centro de Lezama y tomamos el camino que pasando junto al cementerio, lleva a la entrada del sendero que conocemos como "avestruces" (porque las hubo en su día, o si no eran avestruces, emús.

Por San Mamés se cruza a Larrinbe, y seguimos junto a los arroyos de Altarraketa primero y Pagatza después, para pasar junto al caserío de Mariaka, famoso por sus leyendas. Un bonito sendero nos deja en Abiaga, en la pista que utilizamos para unirnos al parque lineal del Nervión, el cual seguiremos durante los kilómetros que nos faltan hasta Llodio