Lerma

Salimos desde el cementerio de Sad Hill cerca del pueblo Burgales de Contreras. En el verano de 1966, el director Sergio Leone halló en la Peña de Villanueva y en el valle del Arlanza los escenarios adecuados para el rodaje de El bueno, el feo y el malo. Tras el rodaje, el lugar permaneció abandonado durante 49 años hasta que en octubre de 2015 comenzaron los trabajos de recuperación del cementerio a manos de voluntarios de la Asociación Cultural Sad Hill.3​ El empedrado central cubierto por una capa vegetal fue desenterrado durante meses y mediante una campaña de crowdfunding se financió la colocación de las cruces en su posición original, merece la pena una visita. Comenzamos por buena pista a descender hasta el pueblo de Contreras y seguimos por su izda. A los 6 km subimos una pequeña cuesta y volvemos a descender para entrar al valle de la Solaranas. En el km 12 llegamos a la carretera BU-905 y no la dejamos hasta llegar a la entrada de Covarrubias, que entraremos por caminos. Salimos por pistas y en el km 21,5 llegamos a la ermita de Redonda, buen lugar para avituallar. Entramos en el km 25 al pequeño pueblo de Puentedura, donde cruzamos por un bonito puente el rio Arlanza y nada mas pasarlo lo seguimos por su vera paralelos a la carretera BU-904. Enseguida la cruzamos y por pistas llegamos a Quintanilla del agua, un bonito pueblo donde nos sorprende un bonito mural y Territorio Arlantza, es un espacio arquitectónico-cultural construido por Félix Yáñez​ que ha recreado todo un pueblo de carácter tradicional, permitiendo así poder mostrar a los visitantes los modos de vida tradicionales de esta comarca burgalesa. Recorremos los últimos kilómetros hasta Lerma por pistas rápidas con buen piso y entramos en una fuerte subida la pueblo, por la plaza de toros. Llegamos a la plaza mayor y nos sacamos una foto frente a su impresionante parador, bajamos por el otro lado hasta el hotel restaurante Alisa, lugar donde tenemos las furgonetas. Comeremos y a la tarde nos acercamos a visitar tranquilamente Territorio Arlanza, merece la pena.