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LINARES B - UBEDA

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Trail stats

Distance
25.5 mi
Elevation gain
2,418 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
801 ft
Max elevation
2,566 ft
TrailRank 
38
Min elevation
833 ft
Trail type
One Way
Time
6 hours 17 minutes
Coordinates
1540
Uploaded
May 28, 2015
Recorded
May 2015
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near Valenzuela, Andalucía (España)

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Itinerary description

ESTACION DE LINARES – ÚBEDA.

La Estación Linares-Baeza, donde llegaremos en tren, se encuentra situada a pocos kilómetros al sureste del municipio de Linares, en la margen derecha del río Guadalimar.

La ruta propuesta tiene como referencia inicial la vía verde de Guadalimar. Está trazada sobre proyectado ferrocarril de Baeza-Utiel, con prolongación hasta la localidad francesa de Saint Girons que nunca llegó a inaugurarse.

Para quien tenga interés en conocer detalles del mismo, hay una página muy completa:

http://euroferroviarios.net/index.php?module=Foros&func=viewtopic&topic=1375

El camino comienza en las proximidades de la estación, en el paraje de Arquillos (Linares) y transcurre entre paisajes de ribera, vegas y olivares. La ruta se inicia junto al viaducto que permite atravesar el río Guadalimar. Desde aquí se divisa aguas arriba, una antigua central hidroeléctrica y el azud que deriva el agua hacia la misma. Aguas abajo, se divisan la estación de Linares-Baeza, en la margen derecha del río, el puente de la N-322.

Continuando el recorrido y tras pasar bajo la futura autovía, se llega a una antigua almazara en estado de abandono, donde se pueden observar elementos que componen este tipo de instalaciones, como grandes depósitos y silos, además de diversa maquinaria. Tras pasar bajo la N-322, desde el camino se divisan los paisajes típicos de la zona, donde se entremezclan campiñas con olivares e instalaciones asociadas a los aprovechamientos agrícolas de la zona.

Se cruza el arroyo de Ibros por una pasarela, que da paso al primero de los numerosos túneles que se pueden encontrar durante el recorrido. A partir de este punto el camino comienza a aproximarse a la ribera del Guadalimar, hasta llegar al cauce del mismo.

Continuando por el camino se cruza sobre el arroyo de Valdeparra y se entra en el segundo túnel. A partir de este punto, el camino comienza a separarse poco a poco del río Guadalimar para abrirse paso entre los extensos campos de olivos, que delatan la principal actividad económica de la zona.

Después de aproximadamente dos kilómetros, el camino vuelve a acercarse a la vega de Guadalimar, hecho que se puede apreciar al avistar un canal antiguo, que discurre paralelo al camino. Desde esta zona se divisa al Oeste y en la lejanía unos cerros donde se ubican, en su punto más alto, las ruinas del Yacimiento de Cástulo y el castillo de Santa Eufemia.

En los dos kilómetros siguientes, ya en las proximidades del pueblo de Guadalimar, el camino discurre a escasos 200 m del casco urbano.

Al llegar a la carretera de acceso a Torreblascopedro, si se quiere proseguir hay que extremar las precauciones debido a una curva con visibilidad muy reducida que puede resultar peligrosa. Al otro lado de
la carretera, continúa la sucesión de túneles en un paisaje dominado por los olivos. Tras atravesar el séptimo de los túneles, se alcanza un área de descanso donde finaliza el camino.

A partir de aquí la ruta prevista continúa por el trazado del ferrocarril que ya no está acondicionado, por lo que dependerá del estado del firme que se pueda seguir en su totalidad hasta las proximidades de la Estación Baeza-Utiel o debamos ir por el track marcado que salva trincheras y túneles que podrían estar inundados. Será conveniente llevar iluminación para poder cruzar los túneles.

Al sur de Begíjar, cuando se cruza la A-316 y junto a la abandonada Estación, la ruta seguirá al noreste el camino de Valdecazalla hasta la misma entrada de Baeza.

En Baeza se ha diseñado un trazado urbano que permite pasar lo más cerca posible de la mayoría de los monumentos que hay en esta ciudad. No serán todos, pero si los más significativos.

Baeza, enaltecida en los versos de Antonio Machado, ocupa el centro geográfico de Jaén. Clero, nobleza y poder civil dieron personalidad a esta ciudad, hermana de Úbeda, iluminada al igual que aquella por un Renacimiento refinado y culto.

La plaza de Santa María es el corazón de la ciudad vieja. En ella se citan la Catedral, las Casas Consistoriales Altas, de aliento gótico, y el seminario de San Felipe Neri, residencia hoy de la Universidad Internacional de Andalucía. En el centro se levanta la fuente de Santa María.

Calle abajo está la imponente fachada del palacio de Jabalquinto, sede universitaria. Su estilo gótico isabelino contrasta con la delicadeza renacentista de su claustro y su escalera señorial. Frente a ella se yergue la iglesia de la Santa Cruz, el único ejemplo que Andalucía posee de estilo tardorrománico.

La Antigua Universidad se halla al lado y acoge a un lado de su claustro barroco el aula donde el poeta Antonio Machado impartió clase de gramática francesa entre los años 1912 y 1919.

La plaza del Pópulo esta presidida por una fuente cuya escultura principal representa a Himilce, esposa del general cartaginés Aníbal. Las Antiguas Carnicerías son en la actualidad sede judicial y a espaldas de Himilce y de los cuatro leones que la protegen se levanta la Audiencia Civil y Escribanías Públicas, donde abre sus puertas la oficina de turismo. El arco de Villalar y la puerta de Jaén dan paso a uno de los lados de la ciudad vieja. La plaza de la Constitución corta en dos la ciudad de Baeza. A ambos lados los edificios están soportalados y acogen antiguos palacios de la burguesía del XVIII y el XIX.

El Ayuntamiento abre sus puertas en un palacio plateresco, próximo a las ruinas de San Francisco, proyectadas en su día por Andrés de Vandelvira. La peatonal calle de San Pablo asciende hasta la iglesia del mismo nombre y deja a un lado de la calle palacios señoriales.


La misma dirección que el camino de llegada toma el de salida. Es el camino de San Antonio, que tras realizar una filigrana para salvar la autovía, lleva directamente a Úbeda.

Una vieja leyenda asegura que un caballero a las órdenes del rey castellano Alfonso VIII encontró una tarde a una bella princesa árabe con la que mantuvo amores el mismo día que el monarca entró en la ciudad de Úbeda para tratar de conquistar la ciudad. El rey Alfonso, con tono malhumorado, preguntó a su caballero dónde había pasado la noche y este, embebido aún por tanta caricia, dijo al fin: “Por esos cerros de Úbeda, mi señor, por esos cerros…”

Las ciudades renacentistas de Úbeda y Baeza fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en julio de 2003. Baeza es el exponente de la arquitectura pública y del poder religioso, mientras Úbeda, situada a sólo ocho kilómetros de su ciudad hermana, se volcó hacia la arquitectura privada y el poder civil. El patrimonio monumental y artístico de ambas ciudades fue erigido entre los siglos XVI y XVII.

El siglo XVI fue especialmente generoso con la ciudad de Úbeda. A lo largo de aquella centuria fueron construidos los monumentos más importantes de la capital
de la comarca de la loma. El Renacimiento fue el estilo que imperó en la mayoría de ellos.
El mayor símbolo patrimonial de Úbeda es la plaza Vázquez de Molina, conocida popularmente como plaza de Santa María. En ella se alza la capilla de El Salvador, el mayor mausoleo civil de España, un fastuoso sepulcro construido por el arquitecto Andrés de Vandelvira y por el escultor francés Esteban Jamete para Francisco de los Cobos y su esposa María de Mendoza. Además del retablo mayor destaca la Sacristía, una de las obras más sublime. También la única obra de Miguel Ángel en España, el “San Juanito”, aunque no se podrá ver ya que una vez restaurada se encuentra temporalmente el Prado.

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