Loja, Sierra Gorda, Charco del Negro, Charco del Nevazo, Llanos de Zafarraya, Alfarnate, Fuente de los Ciento Un Caños, Loja

IBP - 178 BYC

La Sierra Gorda de Loja es un inmenso grano en el poniente granadino, de estructura Caliza, a lo largo de su proceso de Karstificación, principalmente el Lapiaz denominador común de la mayor parte de esta Sierra.

Aún a pesar de la pobreza de manto vegetal, habitan gran cantidad de rebaños de ovejas de raza con denominación de origen, que pactan en plena libertad por este paraje más parecido a un espacio lunar que terrenal.

Como la ruta es larga de consideración, como es de costumbre, a primera hora estamos puestos en camino hacía Los Pajonares. Esta es la primera subida del día. en la cual en unos trece kilómetros salvaremos mil metros de desnivel. Superados estos estamos en el Charco del Negro. Habitad del famoso Gallipato. Endemismo de esta Sierra.

A partir de aquí faldeamos a media ladera por el Quejigal, la parte inferior del Cerro de Las Cabras, con 1.642 msnm y su impresionante tajo de Las Buitreras hasta llegar a la Casilla del Buitre, desde donde volveremos a ascender por el carril que da vistas a nuestra izquierda al Cerro de Los Frailes, para continuar a la Majada del Tío Asadura. Esta Majada es característica por el antiguo aljibe de agua y el color rojo de sus tierras. Hoy gracias a las últimas lluvias presentaba un manto verde difícil de ver en esta Sierra. En realidad, hoy no es solo esta parte de la Sierra la que está verde, es toda y no es habitual observarla con tanta riqueza vegetal. Ha sido una de las sorpresas del día pues nunca la he visto tan "generosa" como en esta ocasión.

Superada esta Majada, ascendemos por la Loma de la Leche por un descompuesto y pedregoso para iniciar la bajada que nos llevará al cortijo y fuente del Espino, donde abriremos una cancela para el ganado, la cual tenemos que volver a cerrar. En las inmediaciones de este cortijo, hay otra de las grandes sorpresas que atesora esta Sierra Gorda de Loja. La Laguna del Charco del Nevazo. Posiblemente la laguna natural más grande este sistema montañoso y el verdor de sus praderas aledañas, impresiona.

Nuestro siguiente objetivo es el cortijo del Cornillejo, y una vez pasado este, ascendemos el Puerto de Los Tinajillos y dar rienda suelta a una gran bajada por la Cañada de Los Cazadores, previa breve parada en el Pilar de Las Parideras. La fuente está sin agua. No esperábamos este contratiempo. No conozco ninguna fuente salvo esta hasta llegar a Alfarnate. Visto el desencanto, proseguimos bajando dando vistas a la inmensidad del gran Llano de Zafarraya y del excelente verdor sus cultivos.

Pasados Los Sumideros, transitamos un corto trecho por la carretera A-341 para tomar el camino de Alfarnate Zafarraya, en las proximidades del Cortijo de Uceda. El pueblo de Alfarnate rezuma paz y tranquilidad. Tanta que nos tomamos un descanso en la taberna del pueblo para reponer liquidos.

Pasado Alfarnate por la Vereda de Archidona o del Fraile, tenemos una tachuela con fuerte desnivel. Guijarros, Loscos y Cantos rodados hacen aún más difícil la subida. Lo único bueno es que es corta, hasta coronar el Puerto que separa los términos de Alfarnate y Villanueva del Trabuco en la Sierra de San Jorge, que tras una breve bajada nos desviamos a nuestra derecha para tomar el camino que nos lleva a la fuente de Los 100 caños, según unos, o 101 según otros.

La fuente de Los 100 caños es un grandísimo monumento natural que se le atribuye el nacimiento del Río Guadalhorce situado en sendos paredones de una ladera caliza de la Sierra de San Jorge, en Villanueva del Trabuco. Aquí fluye el agua por un alto número de surgencias, siendo desde siempre recogida por una multitud de acequias comunicadas las superiores con las inferiores mediante una infinidad de caños. El fluir del agua da lugar a un espectáculo impresionante que da a luz al río Guadalhorce, pero hoy, el espectáculo que preveía enseñar y ver, no ha podido ser...la insaciable sequia ha hecho mecha. La fuente está a un cuarenta % del caudal que le vi hace dos años. Ha sido frustrante y desolador contemplar la pobreza del manantial.
Con la tristeza de no ver cumplido el deseo de revivir la primera experiencia, plegamos velas a nuestro próximo objetivo, que es Fuente Camacho, el Torreón de Las Salinas y Ríofrío donde visitamos dicho río y una de sus fuentes.

Ya solo queda proseguir el último tramo hasta Loja y el Hotel Restaurante el Manzanil, finalizando un gran día, excepto por el desencanto de los cien caños.