Loriana-Ruta de los Palacios. Las Regueras
near Loriana, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Hora Inicio: 9:35 4 mar. 2020
Hora Fin: 14:00 4 mar. 2020
Distancia recorrida: 29,4 km (04:24)
Tiempo en movimiento: 03:04
Velocidad media: 6,68 km/h
Vel. en Mov.: 9,54 km/h
Velocidad Máxima: 39,68 km/h
Altura Mínima: 55 m
Altura Máxima: 292 m
Velocidad Ascenso: 478 m/h
Velocidad Descenso: -604,3 m/h
Ganancia Altitud: 1157 m
Pérdida Altitud: -1160 m
Tiempo Ascenso: 02:25
Tiempo Descenso: 01:55
Ruta por el concejo de las Regueras saliendo de Loriana y siguiendo el camino de Santiago desviandonos del camino para visitar Cueva Oscura siguiendo posteriormente por Ania y el alto de Ania para bajar por Areces hasta Paladín y Bolgues donde visitaremos su palacio. De retorno pasaremos por Valduno para visitar sus termas y de nuevo cogeremos el camino de Santiago pasando por Premoño y el Molín de Picarín antes de subir en dirección al Escamplero donde bajaremos por Quejo para entroncar de nuevo en Puente Gallegos con el camino de Santiago y terminar de nuevo en Loriana.
Una ruta de 1/2 jornada para disfrutar de la zona rural de las Regueras. La mitad del recorrido se hace por carreteras locales sin tráfico.
Waypoints
Cueva Oscura
Nos desviamos de camino de Santiago cruzando el rio Andayón y visitando Cueva Oscura.
Termas de Valduno.
Un poco después, en VALDUNO, es posible desviarse para visitar unas termas romanas. Los expertos creen que podrían corresponder a unos baños domésticos o los baños de una posada próxima a una carretera. Se halla en las inmediaciones de la Iglesia de Santa Eulalia de Valduno y son la prueba indiscutible de la historia de la romanización del concejo, ya que anteriormente se habían encontrado una lápida del siglo IV, un molino de agua, cerámica y monedas.
Molino de Picarín.
El molino funciona, pero no como antes. Ahora sólo molemos maíz para los amigos, por si alguien quiere unas fariñas o una boroña”. Aquí también se maquilaba, por eso María guarda una maquila en casa que pertenecía al molino, y que ya ha cedido para alguna exposición etnográfica. Eran otros tiempos, cuando el molino trabajaba sin descanso. “En la posguerra había mucha necesidad y aquí venía mucha gente, porque donde había un molino no había hambre. Se molía día y noche: mi abuelo, mi tío, mi padre se relevaban. Sólo paraban para picar la muela de arriba para que rindiese más, o para reparar una rotura. A veces lo alquilaban para poder descansar un poco”.
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