Los 10.000 del Soplao BTT 2014

Este es la ultramaratón popular por antonomasia del Mountain Bike español.

En esta edición durante las primeras 9 horas y media la climatología respetó a los ciclistas; a partir de ese momento en la zona de La Cruz de Fuentes la niebla y la lluvia hicieron de las suyas durante un rato, despejándose la atmósfera después. Podemos decir que en general, para ser Cantabria y primavera, hizo un buen día para montar en bici.

Dicen que los primeros 60 kilómetros se hacen volados, que uno ni se entera, siendo llevado por la marabunta de ciclistas y aupado por los ánimos de los habitantes del valle de Cabuérniga, pero es mentira, desde el primer kilómetro comienza un rompepiernas que se alarga durante prácticamente 165 kilómetros.

El primero de los seis altos más importante, el Soplao, es asequible pues aún se llega fresco y es por asfalto.

En el Monte de Aa ya hace falta bajarse en algún tramito, de cara a reservar la mayor cantidad de fuerzas posibles para aguantar toda la ruta. Aún así, de momento se cuenta con energías.

La Cocina: Este año pudo subirse sin lluvia y si barro. No obstante las pendientes son muy elevadas y la mayoría de la gente lo hace empujando la bici. Aún así, es muy cansado y se cargan mucho los gemelos con la ascensión.

El Moral es ya un puerto que se empieza a resistir. Ya se llevan bastantes kilómetros recorridos y pese a sólo extenderse durante 11 kilómetros, estos se hacen muy largos.

El puerto de la Cruz de Fuentes, superado el kilómetro 100 constituye la barrera psicológica a batir. No es muy empinado, es bastante tendido, y se alarga durante 16 kilómetros. En esta edición de los 10.000 se hizo largo debido a la lluvia y la niebla que bajaron a darle guerra a los abnegados ciclistas. Pero una vez coronado Fuentes, se sabe que ya sólo quedan dos subidas a considerar, una de 4,5 kms (Ozcaba) y otra de seis (El Negreo).

Ozcaba es un puerto corto, ya empieza a atisbarse el final y si has llegado a él, es muy posible que termines la ruta.

El Negreo. La hora de corte es a las 21:30. Hay que enfocarlo de la siguiente manera: puede que la mitad sea durísima, pero andar empujando la bici no es ningún delito y aunque es cansado, las pulsaciones irán más bajas. La otra mitad es durilla, pero ya se ve la luz al final del tunel.

Una vez coronado el Negreo, en la bajada hasta Cabezón de la Sal, que está a unos 20 kilómetros todavía queda algún repecho que maldecir y en el que cagarse, pero nada serio. La ruta ya está hecha, y la temporada ha cobrado sentido, ya se puede decir bien alto que uno es un ultramaratoniano de mountain bike.

Los paisajes por los que transita la ruta son impresionantes, muy bonitas las vistas del valle de Cabuérniga y el calor de sus gentes que arropan a los ciclistas con sus vítores hace más llevadero el esfuerzo al que uno se somete durante una jornada.

Los 10.000 del Soplao es una marcha que merece la pena hacer pero a la que hay que ir bien preparado física y psicológicamente para hacerla en unas condiciones decentes y no abandonar en el intento.