Los centenares - Las Canalejas - Aldeas y cortijos expropiados del parque natural Sierra de Cazorla - Río Aguasmula

Ruta impresionante realizada el sabado 3 de junio de 2017
La ruta comienza a 2,5 km del Campin Llanos de Arance, en la pista que rodea el embalse del Tranco, junto al río Guadalquivir. Primero nos encontraremos una pista forestal en la donde dejaremos nuestra furgoneta y por la cual bajaremos en la finalización de la ruta, junto al río Aguasmula. Si cogemos la pista que nos encontramos un poco más delante a la derecha, por el llamado Camino de la Cuesta de Mirabueno, junto al arroyo del Aguaderico con una fuerte y dura subida que nos llevará a los pies del Majal Alto, que nos ofrece las vistas preciosas del valle.
Después de unos 10km llegamos al poblado abandonado de las Canalejas, junto al arroyo del mismo nombre, y que conserva la iglesia, el lavadero y el cementerio en ruinas pero aun en pie, el resto del poblado los destruyeron al obligar a sus gentes a que abandonaran sus casas. Unos kilometros más y nos plantamos en otra aldea abandonada, los Centenares, única aldea que alguna de sus casas siguen en pié y un par de ellas en uso esporadico como refugio de senderistas. Decidimos no llegar a la aldea pues había que descender un tramo y volverlo a subir después y el cansancio ya iba haciendo mella sobre todo en mi espalda. Las vistas desde aquí son preciosas de los paredones del Banderillas. Seguimos por el camino de la Cuerda o también llamado de las Espumaderas, que finalmente se pierde y convierte en senda, a la altura del Cortio de la Cabaña, este camino de las Espumaderas nos lleva sobre el nacimiento del Arroyo del Hombre y el Collado de los Frailes, donde seguimos hasta llegar hasta otro poblado expropiado, la Hoya de la Albardía, con bonitas y frondosas praderas junto al arroyo. No cambia mucho el paisaje y las sendas hasta llegar a unas casas abandonadas en la Tiná de las Hoyas, desde donde tenemos otra impresionante vista del Banderillas y de la cerrada que forma el río Aguamula. A partir de aquí vamos por estrechos senderos entre bosque, con poco descenso, hasta llegar a un collado sobre los Cortijos de Cubero. Aquí el descenso se endurece en pendiente, y empieza a enlazar tramos mucho más técnicos con abundantes revueltas, en el que tenemos que echar pie a tierra en varias ocasiones, y alguna caída sin consecuencias, pero si el susto de vernos en el suelo, esto hace que la precaución sea máxima en esta senda vertiginosa que nos lleva a unas casas llamadas La Fresnedilla, donde por fin volvemos a una pista con un mirador sobre el río de Aguamula, con unas impresionantes vistas del macizo del Banderillas.
En este lugar ya es todo bajada por pista forestal con buen estado del firme, pista que ya conocía un servidor pues este verano la realice al revés, en sentido subida. La bajada vertiginosa junto al río Aguasmula, preciosa con el bosque y el ruido de las aguas en el fondo del valle.
Despues de casi 6 horas llegamos de nuevo al punto de partida, al lugar donde nuestra furgoneta y compañera de aventuras nos estaba esperando tal como la dejamos. Cargamos de nuevo nuestras maquinas dentro y solo pensabamos ya en la cerveza fresca y la piscina del hotel, pues el calor a las 15 horas era casi insoportable.
Una vez más tengo que agradecer a Diego, José Pascual y Juan Carlos el día tan estupendo que me han hecho pasar. Hoy hemos disfrutado el equipo al completo de esta ruta que llevabamos tiempo entre manos, después de haberla aplazazado en varias ocasiones. Es un placer y una suerte tenerlos como compañeros y sobre todo como amigos.
Bueno ahora a descansar que mañana toca el Río Borosa