Manzanal y el kit tubless de Bompar.

Muy divertida la jornada de hoy. La compañía fenomenal (Joserra y Sergio) y el recorrido es de lo más atractivo que se puede hacer desde Andavías (la parte del embalse, lógicamente es la que tiene más miga). Salimos a las 6 de la tarde con 32º de temperatura, y lo primero que hicimos fue reparar los frenos de Joserra que no acababan de estar finos (son mecánicos y los ajustes no se hacen exactamente igual que en los hidráulicos). Eso fue el aperitivo de lo que pasaría después. Salimos en dirección Zamora y poco después giramos un par de veces a la izquierda para dirigirnos a los aerogeneradores. Poco que destacar ahí: caminos anchos (con muchísima grava, eso sí) y buena conversación. Cuando solo llevábamos recorridos 8 km. la bici de Sergio empezó a echar espuma... pìnchazo al canto. No paraba la 'hemorragia', así que hubo que bajarse en el km 8,6 a reparar. Mientras tanto, Joserra (se ve que por envidia) también pinchó y tuvo que parar a hinchar la rueda delantera. El kit de reparación de Sergio (que teóricamente funciona muy bien porque no tienes que desmontar la rueda) consiste en un pegamento y unos polvos (como goma triturada) no acababa de funcionar, así que nos tiramos cerca de 20 minutos echando pegamento y polvo de goma hasta que, más por aburrimiento que por otra cosa, seguimos adelante. Cada poco parábamos a hinchar las ruedas de los dos hasta que la de Sergio se taponó del todo y se arregló (la de Joserra no se recupero nunca). Cruzamos el viaducto de Martín Gil (Los Cabriles) y llegamos a la zona más bonita. Cerca de Manzanal cruzamos el puent...¿cómo?¿otra vez media vuelta? Esta vez era que la tapa del bote de herramientas de Sergio se había salido. Otros 10-15 minutos buscando infructuosamente por los caminos una válvula imprescindible para hinchar las ruedas con cartuchos de aire comprimido. La tapadera apareció, pero la válvula (8 euracos de vellón) reposará para siempre entre las jaras. Después continuamos con la tremenda subida del km. 23 y la bajada asfaltada hasta Manzanal (qué gozada). Puente viejo sobre el embalse, bosque de encinas (precioso) y ya desde Palacios por carretera hasta la piscina de Andavías, con las cañitas frías de rigor. Muy contentos. La moraleja hijos míos: no penséis que por llevar ruedas sin cámara vuestra vida va a ser más fácil, ya véis que a veces las cosas se complican... ¡Seguiremos informando!