Marbella (Río Real) - Juana Díaz - La Atalaya

Subida al mirador de Juana Díaz por la sierra Parda de Ojén y bajada por la finca La Atalaya.

La salida es de la Urbanización Golf Río Real y, esta vez, en vez de cruzar a Lindosol para tomar la subida a Los Altos de los Monteros, pasando por debajo de la AP-7, salgo directamente desde la urbanización que hay a la izquierda del campo de prácticas del golf, por un sendero que comienza donde se termina la calle, tras una puerta abierta en la valla. A pocos metros hay que coger el camino que sube por la derecha y pasa junto a unos depósitos de agua. Siguiendo por aquí, se llega al puente que cruza por encima de la AP-7, y en la siguiente bifurcación vamos por la izquierda (ojo al track), desde ahí veremos que el camino se empina hacia la derecha, mientras que a la izquierda sale otro camino cortado por bloques de hormigón. Subiendo la cuesta de la derecha, pedregosa y empinada, llegaremos a un fondo de saco de asfalto de la urbanización de Los Altos de los Monteros. Seguimos el recorrido de la calle hasta un cruce (ojo con los coches) donde giramos hacia la derecha 180 grados, seguimos subiendo siempre por la calle de las Adelfas, donde encontraremos un mirador que podemos aprovechar para coger aire y tomar una foto aperitivo de las vistas (waypoint). En el siguiente cruce, abandonamos la calle Adelfas en otro giro cuesta arriba hacia calle Retama, que luego se convierte en Lentisco. Pasando la casa Los Granizos, seguimos rectos por un trozo de asfalto/hormigón cuesta abajo que en pocos metros se convierte en pista de tierra de nuevo, dejando las antenas a la izquierda. A partir de aquí, tras un breve descanso, sólo nos quedará subir y subir por un terreno empinado, roto y pedregoso, pero que se puede hacer sin bajarse de la bici.

Atención a un par de bifurcaciones (ver track). La primera nada más coger el camino de tierra, hay que coger la senda de la izquierda. La segunda a la altura de la Mina la Gallega, donde hay que coger la baja que sale de frente. Nos espera un kilómetro de divertida bajada pero ojo al terreno roto y suelto (constante en todo el camino). El descenso termina en una curva encajonada hacia la derecha, y de nuevo a subir. El terreno cambia a piso hormigonado en blanco justo en una curva cerrada a la derecha y que termina en un cruce. A la derecha se baja hacia Alcornoque Santo y Molineros (hecho en otro track), en esta ocasión seguimos subiendo por el camino de la izquierda, bordeando la casa ubicada en el cerro Polvorín, llamada “Finca de los colores”, dejándola a la derecha. En el siguiente cruce, indicado por señales (waypoint), seguimos de frente dirección La Mairena.

Coronamos el puerto de los Carneros (¿Carreras?) con un viento fuerte que debe ser habitual en la zona, ya que hay varias señales indicadoras en el suelo. En el cruce hay un azulejo con un mapa de los senderos (waypoint). Aparentemente el camino que sale a la izquierda nos lleva a Ojén, pero nosotros seguimos por la derecha bajando entre eucaliptos y descansando para la útima y dura subida del día. La del mirador de Juana Díaz.

Tras unas zetas entre pinos, llegamos al siguiente cruce, donde vemos a la izquierda una bajada muy, muy pronunciada donde los valientes con bici doble podrán hacer luego la bajada. En mi caso, opto por ir por el camino de la izquierda, tampoco suave, que sube a la caseta de vigilancia de Juana Díaz. Parada a disfrutar de las vistas, foto de rigor y avituallamiento y bajamos donde hemos subido hasta el cruce anterior.

Continuamos hacia abajo y sin querer, entramos en un coto privado. Digo sin querer porque se pasa por una valla abierta donde aparentemente no hay señales que prohíban el paso. Pero al llegar al final, nos encontraremos una puerta cerrada (waypoint) que hace sospechar que quizás el acceso no era tan libre. Se trata de la finca La Atalaya. La bajada es rápida y disfrutona entre alcornoques en explotación de corcho. Tras pasar el escollo de la valla, se acaba lo bueno. Ya nos queda asfalto más o menos roto y bajada rápida hasta Los Molineros, salvo un par de repechos que no se hacen duros por venir descansados tras un rato largo de bajada. Hay que seguir el track, pues hay varias intersecciones en las que coger el camino correcto.

Ojo en esta zona con el tráfico, en una curva cerrada me encontré un coche de frente y casi tengo un incidente.

Volvemos a cruzar la AP-7, esta vez por debajo y tras una subida un poco asquerosilla por una zona urbanizada sin desarrollar, llegamos a una rotonda, donde cogeremos la salida cortada por bloques de hormigón. Vamos por aquí con cuidado de no meter la rueda en las decenas de alcantarillas y cajas de registro sin tapa, pasamos un coche quemado que da bastante mal rollo y tras un senderillo medio trialero, volvemos al asfalto jalonado de trampas hasta que unos arboles casi cierran el camino. Justo ahí, sale otro sendero que nos lleva directos a la urbanización Golf Río Real y al inicio del track.