Marchamalo - Pico del Águila - Peña Hueva - Marchamalo (¡¡Doble Desafío!!)

Resumen detallado del “doble desafío”. Pico del Águila y Peña Hueva.

Ojo: El ascenso acumulado son 800 metros

Empezábamos a pedalear a las 09:00 rumbo a Tórtola saliendo de Marchamalo por la pista cercana al cementerio y luego tras unos kilómetros, girar a la derecha hacia el Arroyo de Zaide.
Este camino que acaba paralelo a las vías del tren (y que luego hay que cruzar) nos deja prácticamente a los pies del primer ascenso duro de la ruta. Es una dura subida por pista hacia la subida a Tórtola que tiene algunos metros al 14% de inclinación, para subirla se necesita fuerza física, algo de técnica (según está el terreno) pero sobre todo hace falta mentalizarse y no flaquear el ánimo en los diversos tramos que se van haciendo.
Primero hay una rampa muy dura en tramo recto con grietas y piedra suelta. El siguiente tramo es muy empinado y en curva, pero lo peor es que a lo lejos y muy por encima de la última curva, asoma la parte de arriba de un poste de la luz que es donde se supone que está el final de la subida, lo cual indica que tras esa última curva que ves, aun queda alguna sorpresa más.
Tras superar el segundo tramo la vista se amplía de nuevo para mostrar la cruda realidad, que queda bastante subida todavía,

Primera prueba superada. Ahora toca un descanso ya que tenemos bajada hasta Tórtola. Ya desde el mismo pueblo comienza el ascenso hasta el Pico del Águila.
Salimos de Tórtola y la primera rampa nos saluda nada más tocar pista. Lo bueno de esta subida es que va siendo por etapas con descansos de falso llano a los que te agarras como agua de mayo. Vamos afrontando una secuencia de rampas y sucesivos descansos.
Poco a poco nos vamos acercando a la gran subida, encaramos una recta hacia un olivar previo a la montaña que engaña porque parece menos dura de lo que es. A continuación viene la “subida principal” que es muy dura pero preciosa.
Llegamos al pie de la montaña, vamos subiendo todo el rato y tras un pequeño ladeo a la derecha, iniciamos el ascenso por el pinar. Tras un tramo empinado llegamos a un falso llano y unos metros más adelante encontraremos un giro en herradura durísimo.
Tras el giro y unos centenares de metros solo queda la última rampa para subir del todo.
La conclusión es que la dificultad que tiene este Pico del Águila es que desde el río Henares es una ascensión larga y escalonada con la primera prueba dura en la subida de Tórtola por lo que hay que ir regulando y no hacer excesos. Si aprietas demasiado te puede salir caro. Es dura pero se puede hacer bien.
Paramos primero a repostar y hacernos una foto y luego nos dejamos caer por la bajada que llega junto a la A-2. Que gozada, una bajada chunga con muchas zetas en las que hay que ir tirando de freno para no acabar rodando en alguna de las curvas cerradísimas. Una vez abajo nos dirigimos por la pista paralela a la A-2 hacia Valdenoches para subir a la Peña Hueva por ese lado. La subida no tiene más complicación que la propia subida en sí. No es técnica, simplemente hay que subir, subir y subir durante 2,4 km.
Tras unas cuantas curvas, cuando vean unos cipreses solitarios, significa que la subida va acabando.
Una vez se pasan los cipreses, aunque parece que se llega a la cima, luego queda un repecho a la izquierda para subir a la llanura de arriba.
Una vez arriba, llaneamos por la llanura de la Peña Hueva para luego cruzar el camino fantasma por un sembrado que aparece y desaparece según lo aran los agricultores y lo rehacen los que pasan en bici o caminando. Iniciamos la segunda bajada gustosa del día, por el tramo que sube a la Peña Hueva desde la rotonda de la A-2, es una pasada de bajada en la que también hay que ir con cuidado.
Desde ahí retornamos a Guadalajara. Una vez en Guadalajara, volvemos a Marchamalo por una “senda urbana” para quitarsnos el callejeo por la Ronda Norte. Desde ahí bajamos hasta el río y vuelta a Marchamalo.