Ma(r)kina Endurera

Hoy tocaba día de explorar terreno desconocido por mi. De nuevo, gracias a Trailforks, veo cosas interesantes que parecen merecer montar las bicis en el coche y hacer una visita para ver qué se cuece por ahí. Y la verdad es que hemos quedado gratamente sorprendidos. 4 bajadas 4, que dirían los toreros, cada una distinta a las demás, pero todas con un punto chulo que merecen la pena. Eso sí, hay que estar fuerte o ir a pilas, porque todos los remontes son duros de pelotas. Un dato: de los casi 14km de subida que hay en todo el track, 8 tienen una pendiente superior al 10% y durante 4km se supera el 15%, con rampones que llegan a superar incluso el 25%. Lo peor de todo es que el firme es bueno, por lo que la excusa de la pérdida de tracción para echar el pie al suelo no existe.

Aparcamos en el campo de fútbol y nos acercamos al pueblo por urgencias fisiológicas de uno de los compañeros. Una vez solucionada la urgencia, salimos del pueblo, cruzamos la carretera y empezamos a subir por carretera vecinal con muy poco tráfico y buenos rampones. Así, sin anestesia, empezamos a subir "escalones" cercanos al 20% con breves tramos de descanso. La subida es muy dura, pero el paisaje hoy es bucólico, con los pastos verdes casi fosforitos y el color azul del cielo. Atravesamos varias cancelas hasta llegar a lo que parece ser un refugio con la inscripción Kortazar. Desde aquí, superando una última cancela, ascendemos ya por sendero a las inmediaciones de la cumbre de Zapola, con un par de pasos cortos de empujabike.

Tras descartar llegar a la cumbre porteando, nos preparamos para la bajada más larga del día, y la única clasificada como negra en Trailforks. "Ya será menos", decimos. Las pelotas, enseguida vemos de qué va el tema, y eso que la primera parte es más o menos tendida, pero con grandes piedras deseosas de hacer salir bikers de orejas. Es una bajada que parece haber sido abierta recientemente, bastante tierna aún, supongo que se irá consolidando con el paso de los bikers. Llegamos a un salto largo y con recepción sospechosa que nos hace poner las orejas aún más tiesas y meter el rabo entre las piernas para pasarlo por la chicken line. No hay más saltos, pero a medida que perdemos altura la pendiente aumenta, llegando a valores solo vistos en Sollube. A diferencia de aquello, como digo esto aún no está muy pisado, por lo que los apoyos no son excesivamente fiables y tenemos algún hombre a tierra. Casi al final, llegamos a la carretera de subida y hacemos un pequeño remonte para un último tramo con una última sarta de curvas cerradísimas entre rocas que pasamos a pie. "Poco flow", se oye. Pues si, pero es lo que tienen las bajadas negras.

Desandamos nuestros pasos hacia la carretera de Ondarroa, que seguimos durante casi dos kilómetros antes de desviarnos a mano izquerda y reencontrarnos con el mundo de los rampones hacia el barrio de Itxoino, aunque aquí es solo el primer susto, no es tan salvaje como el primer remonte. En dicho barrio, tomamos un precioso sendero que asciende en zigzag hasta la cumbre de Ituiñomendi, que nos recuerda salvando las distancias a Kalagora (Landa) o a Sugea (Eremua). Aparentemente trabajado exclusivamente para el ascenso, cada curva cuesta meter la bici sin perder el equilibrio, lo que lo hace retador y muy entretenido. Llegamos a la cumbre, con un buzón en forma de molino, donde comemos algo y disfrutamos de las vistas sobre Markina, la cumbre de Zapola de la que venimos, y la de Akarregi, nuestro siguiente destino.

Pero antes, nos queda la segunda bajada del día, Itxoino. Un primer tramo de cresteo hoy excesivamente suelto y con otro salto de buenas dimensiones para que el también nos faltan pelotas, da paso a una preciosa y variada bajada por pinar, en la que intuimos el sendero con los primeros helechos de la primavera ocultándolo parcialmente (es posible que entrado el verano se complique seguirlo). Subeybajas, peraltes, algún cortado y algún breve tramo de conexión por pista, aquí si que encontramos el flow que echamos de menos en la bajada anterior, aunque aparece como roja en Trailforks. Al final del todo, ya con menos pendiente, el sendero atraviesa un par de zonas más húmedas antes de llegar a la carretera de nuevo.

De nuevo, casi 2 km de asfalto para girar a mano izquierda y empezar con la tercera subida del día. Y de nuevo, un par de rampones de hormigón de "bienvenida" que nos hacen apretar los dientes. Ascendemos por un bonito sendero un pelín resbaladizo para conectar con un tramo del Camino de Santiago en el que nos encontramos con numerosos peregrinos. Abandonamos el Camino para subir unos metros por carretera y recuperar de nuevo la pista hasta las cercanías de Akarregi, que de nuevo renunciamos a subir hasta el buzón porque supondría volver sobre nuestros pasos nada más coronar.

La tercera bajada es más descarnada que el resto, sigue la trazada de una especie de cortafuegos, cruzándolo en nuemerosas ocasiones y estando dividida en varios tramos. La bajada se llama Okoki, aunque no tengo claro si empieza desde la cumbre de Akarregi o únicamente desde el cruce con Barroeta. En cualquier caso, tiene varios segmentos separados por pequeños tramos de pista y un tramo de sendero de subida precioso hasta el mencionado cruce con Barroeta. La bajada es muy buena, mucho subeybaja, algún salto asequible, peraltes,... No podemos confiarnos porque es cara sur y no hay arbolado, por lo que está el terreno muy suelto, pero la disfrutamos todos un montón.

Llegamos a la carretera de nuevo y perdemos un efectivo para la cuarta y última bajada. Es la subida más corta, pero no faltan los rampones característicos que a estas alturas de la mañana pesan aún más. Cruzamos la bajada en un punto y llegamos a la salida donde descansamos brevemente y nos ponemos las protes para el último baile de la mañana. De nuevo, Barroeta es diferente a las demás, peraltes más altos y trabajados, más humedad en el terreno, algún cortadito y un salto. Mucho, mucho flow aquí hasta llegar abajo con una sonrisa en la boca, perfecta para acabar el día.

Un descubrimiento buenísimo, agradecimientos a Atxurlans, el grupo de trailbuilders que se han currado todo esto, mucho mérito, como siempre. Ruta exigente físicamente por los mencionados rampones y los 1600m+ de desnivel acumulado. Técnicamente, la primera bajada la pondría como muy difícil, mientras que el resto como dificil o moderadas. De media, la dejo en "dificil". Para quien no quiera hacer las cuatro bajadas, de quitar una quitaría la primera, por su dificultad y por el duro ascenso. De hacerla completa, el orden propuesto es perfecto para afrontar la subida más dura al principio de la ruta. Incluso quitando la primera subida el orden prouesto parece el más lógico y Barroeta te deja con un sabor de boca brutal