Mogón - Sillero - Las Cebadillas- Navas de Vilano- Frenadilla - Casete fogoneros navazalto- Osera

Salida desde Mogon cogiendo la pista o carril del Villarejo que al final subimos un zic zac impresionante pasando por los trancos de maleno un espectacular subida con unas vistas increíbles,llegamos a Barzadoso y cogemos una intersección a la izquierda y llegamos al Aguacebas Grande y vamos pasando por unos sitios impresionantes entre ellos Cueva Almagra, sendero del chorro de las Cebaillas
Llegamos a la Cebadilla y pasamos el rroyo y el cortijo de Loren y llegamos a las cascada las que impresionan sus vistas desde las cuales se divisan las Villas y muchos de los picos más altos de nuestra sierra, cogemos un sendero espectacular eso sí transitable la mitad montado en bicicleta y la otra mitad tirando de la bicicleta a mano,dicho sendero tiene 2 kilómetros pero merece mucho la pena el hacerlo y entrar al mirador del Cortijo de las Cebadillas puro espectáculo!!!! llegamos arriba del todo para coger las Navas del Vilano con unos bonitos cortijos muy bien reformados desde fuera,bajamos y pasamos por la Fresnedilla un poblado hoy con una fuente para poder llenar agua
Cogemos la carretera las Villas y salimos en el kilómetro 21 unos metros más abajo dejamos una intersección que nos llevará a la caseta de Navazalto,continuamos carretera abajo hasta llegar a la presa del Aguacebas y cogemos un espectacular sendero de la Osera y llegamos hasta su túnel por el cual pasamos con las bicicletas a una rueda que pasan justas y poder evitar llevarlas acuestas sendero arriba,una pasado el túnel nos dejamos caer con las bicicletas acuestas hasta llegar a sitios para poder montarlas y llegar al mirador de la Osera con otras bonitas vistas,seguimos bajando hasta volver a llegar a Mogon de donde salimos,una bonita ruta la cual recomiendo pero dejo en aviso que tanto en el sendero del Cortijo de las Cebadillas hay que tener en cuenta que el 50 % las bicicletas tenemos que llevar a mano y en el sendero de la Osera pasará lo mismo pero merece la pena