Camino del Cid - octava etapa, Monreal de Ariza - Munébrega

Esa mañana no madrugue, me lo tome con más calma, pues el recorrido eran menos kilómetros, pero no contaba con el contratiempo, a veces uno hace planes y no salen como se planean, desayune con calma y bien, pues pensé, hoy no haré parada para comer en el trayecto, cosas que suceden.
Eran las ocho y algo cuando empecé a pedalear sin prisas pues según mis cálculos con tranquilidad a la hora de comer estaría en donde pernoctar.
Una cosa es quien diseñas las rutas y otra el como están o en que estado se encuentran, porque coger las subvenciones todos las cogen, luego que lo destinen a mejoras eso ya es otro cantar.
Por el primer pueblo que cruce después de salir de Monreal de Ariza fue Cetina, luego Alhama de Aragón, saliendo de Alhama de Aragón, por un despiste mió me metí por camino equivocado, solo fueron unos doscientos o trescientos metros, media vuelta y tomar el camino correcto, al poco llegue a Bubierca y ahí, ahí fue toda la perdida de tiempo, por culpa del camino, se ve que por dejadez y quiero pensar que por dejadez o despiste, pues por subvenciones para pagar una cuadrilla de personas o solo una que se encargue de limpiarlo y adecentarlo seguro de que no, voy a pensar eso, el camino un autentico desastre, ni las cabras pasan por ahí, lo primero que me encontré en todo mitad del camino un enorme árbol caído, obstruyendo el paso, me dije bueno no pasa nada, quite unas cuantas ramas y pase por debajo del árbol, y me puse a pedalear, poco a poco el camino se estrechaba y las hierbas cada vez más abundantes y altas, pase por debajo un puente pues por el puente pasaban las vías del tren y cual es mi sorpresa que cruzar el puente y no hay camino.
Todo era una selva de distintas hierbas y matorrales, pensé será poco cacho, deje la bici e intente encontrar el camino, camine un trecho y no se veía mejora, así que tome la bicicleta y vuelta para atrás, hasta salir a la carretera, en total serian unos seis u siete kilómetros realizados y en cuanto al tiempo calculo que se me fue la hora y media, tome aire y me dije tranquilo relájate y sigue disfrutando del viaje, así que seguí pedaleando hasta llegar a Ateca, y pocas fotos hice, seguí pedaleando y pase por Valtorres, luego La Vilueña y a dos kilómetros pasado La Vilueña ahí se me paso todo lo mal que lleva hasta ese momento, todo lo sucedido kilómetros atrás, dice que no hay mal que cien años dure, a la salida de La Vilueña a ambos lados de la carretera todo eran cerezos y se les veía buena pinta a las cerezas y mira por donde en un campo había unos señores cogiendo cerezas, me fui hacia ellos y les pregunte por el encargado o dueño de los cerezos, entre los cerezos salio una muchacha y se presento como la dueña, le dije si podía venderme un kilo o medio kilo de cerezas, pues me encantan y ella amablemente me invito a acercarme a las cestas y me cogiese unas pocas, yo le dije que por favor me las diese ella y si podía ser en alguna bolsa pues eran para comerlas con tranquilidad mas tarde, ella tomo una bolsa hecho unas cuantas y me dio la bolsa, diciéndome, que te aprovechen y las disfrutes, calculo me puso en la bolsa cerca del kilo y pico y no me las quiso cobrar, insistí en que las cobrase, pero ella dijo, que solo por el echo de pedírselas como se las pedí, que ya estaban pagadas, así que se lo agradecí de corazón y seguí hasta llegar a Munebréga.