Monumento Natural Arrecife Barrera de Posidonia - Monumento Natural Peñón de Bernal

En esta ruta unimos dos de los 11 Monumentos Naturales que hay oficialmente declarados en Almería. Se da la circunstancia de que al estar relativamente cerca son visibles el uno desde el otro. Bueno, hay que tener en cuenta que el primero está bajo el mar, así que lo que se ve es el agua y el mirador que se instaló cerca de la orilla para "admirar" este monumento natural.
Cuando nos subimos al mirador, vemos el mar, con las típicas olas (cuando hace viento, hoy no) de la zona de Los Bajos, esas que rompen desde lejos de la orilla y que llegan ya con poca fuerza hasta ésta. Y también vemos, a lo lejos, al fondo, el Cabo de Gata. Si nos damos la vuelta, vemos, a lo lejos, a media altura en la sierra de Gádor, el Peñón de Bernal. Y más cerca, al lado de la playa, esa zona que ahora mucha gente llama "paraje natural" de La Ribera de la Algaida, y que por ahora, que yo sepa no tiene establecida ninguna protección oficial.
En la orilla, se puede ver una importante acumulación de restos de posidonia, eso que antes llamábamos "lijo", y que las máquinas limpiaplayas se esmeran en retirar de la arena, con el enfado de los ecologistas que opinan que la playa debería permanecer en su estado natural.
Este lijo aparece en la orilla de la gran mayoría de las playas almerienses, principalmente tras temporales de levante, que remueven el fondo y arrancan las hojas muertas y las depositan en la orilla. A veces, salen camiones y camiones de este residuo tras algún temporal, que los operarios del ayuntamiento no saben bien cómo deshacerse de ellos. Sin embargo, hasta no hace mucho, se usaba para embalar objetos de loza y vidrio y evitar golpes que pudieran romperlos en el transporte. Pero llegó el plástico, y dejó de usarse.
Pues nada, vámonos para el Peñón de Bernal. La distancia es de unos 20 km, y prácticamente todo el tiempo se puede ver a lo lejos la silueta del peñón, primero con la sierra de Gádor detrás, y luego ya recortándose en el "skyline".
Cuando dejamos atrás los últimos invernaderos, y sin solución de continuidad, entramos en el precioso valle que forma el barranco del Tartel, completamente recubierto por un pinar de repoblación con los pinos ya bastante desarrollados. En mi opinión, este es uno de los lugares más bonitos de la provincia de Almería. El terreno abrupto y lleno de vegetación, el contraste con la llanura llena de invernaderos, el camino que remonta 700 m de desnivel en 8 km, y la silueta impresionante del Peñón de Bernal destacándose sobre el resto de montañas, hacen de este lugar un sitio precioso.
El problema: la cuesta que hay. Esas rampas en la zona de cemento... no se hicieron para mí. O no me hicieron a mí para ellas...
Pues nada, si no se puede, no se puede. Pie a tierra, y a seguir avanzando empujando la bici.
El ayuntamiento de Vícar ha colocado, en lugar estratégico, un banco para descansar (de la colección que han puesto, repartidos por el municipio), con la leyenda "Que la fuerza te acompañe". Qué cachondos. Pero lo han puesto de espaldas al Peñón de Bernal. Le pediría al alcalde que le de la vuelta, o bien que ponga otro, uno mirando para cada lado.
Una vez que llegamos al punto del camino más cercano al peñón, dejamos la bici aparcada y seguimos un corto tramo por una vereda que nos deja al pie de la cara norte del peñón. Ya solo falta subir arriba.
Poquito a poco y con mucho cuidado vamos buscando el camino correcto entre grandes piedras hasta que llegamos arriba del todo.
¡Que maravilla! Las vistas de todo el Campo de Dalías, desde Roquetas hasta El Ejido son.... fantásticas. Parece que estemos en un avión. Por supuesto, desde aquí se ve el punto de partida, la playa de Los Bajos donde se encuentra el otro Monumento Natural desde el que comenzamos esta bonita, qué digo bonita, ¡preciosa! excursión.